La sequía a nivel nacional ha afectado las regiones norte y centro-norte de la república mexicana, registrando una de las peores épocas de escasez de agua en la última década, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). En junio, 64.8% del territorio nacional enfrentó la falta de agua y hasta la fecha estados como Nuevo León, Aguascalientes, Baja California y Querétaro reportan el 100% de sus municipios con sequía de moderada a excepcional.
Ante esta situación, el gobierno no ha presentado alguna alternativa viable para auxiliar a los agricultores y a las zonas más afectadas por la escasez de agua, pues debido a los recortes que promovió para el sector agrícola y para la atención de desastres naturales, los pequeños agricultores corren el riesgo de morir de hambre e inanición. En estos primeros cuatro años se quitaron 77 mil 577 millones de pesos del fondo que se destinaba para enfrentar situaciones de sequía y otros más. Por la falta del suministro de agua se puede perder 0.56% del producto interno bruto (PIB) o 102 mil millones de pesos anuales, desprotegiendo a los sectores más vulnerables, mismos que han sostenido la economía en México.
Esto ha provocado que cientos de agricultores iniciaran la siembra en fechas que no corresponden lo que puede provocar una desestabilización en la venta de granos para el consumo. Tal es el caso de 300 productores del centro de Tamaulipas, que iniciarán sus siembras de diferentes granos en este mes de septiembre y hasta después, fuera del periodo de siembra Primavera-Verano y que culminó el pasado 15 de agosto. Estos agricultores viven el día a día sin poder iniciar las jornadas de trabajo y, lo que es peor, la producción de su cosecha está siendo gravemente afectada y miles de familias están siendo severamente dañadas.
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