Al edil de Empalme, Sonora, Francisco Genesta le queda bien el dicho previsor aquél que dice: "tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe". Tanto está desairando al pueblo con sus desplantes que está arriesgandose a tener una respuesta irreflexiva, y no será de los antorchistas, sino de la gente que está desesperada porque no resuelve ninguna demanda popular, no resuelve nada, y por eso prefiere no dar la cara. Anda pidiendo prestado a los bancos, como Bansi, para tener con qué pagarse y a sus empleados, pero no para satisfacer las necesidades del pueblo, ese que en realidad no le interesa al Presidente Municipal, pero al que sí está dispuesto a dejar más endeudado por pagar a una burocracia que cada vez se aleja más del pueblo. Respetamos y apreciamos al funcionario de base, ese que pasa por viacrucis igual que el pueblo común, pero estamos seguros que ese mismo funcionario honesto, al contemplar su magro salario dirá igual que nosotros: nos endrogan para pagarse altos salarios y nos dejan como al perro de las dos tortas... El alcalde Genesta ha dejado plantados ¡6 veces! a los grupos organizados en el Movimiento Antorchista y en las dos que los recibió, al inicio de su gestión, no les resolvió ninguna demanda, sólo hizo lo que sabe hacer muy bien: prometer y prometer soluciones, sin cumplir. Y todo indica que ésta será la novena vez que lo vuelva a hacer, que meta su cántaro al agua turbia del peligroso descontento social.
Como cuáles demandas piden los antorchistas a Genesta, podría usted preguntarse. Pues no se trata de dineros ni de moches ni de piquetes de ojo, como se les suele acusar sin pruebas por el primer mandatario, sino algo mucho más sencillo, pero cierto y necesario: aguas potables para colonias humildes; pavimentaciones y alumbrado público en colonias como la Villa Dorada II, Romualdo Camacho, La Ladrillera; ampliaciones del servicio de electricidad en San Fernando; drenajes, patios cívicos, techados, escuelas;canchas deportivas y rehabilitación de parques y plazas públicas en la colonia Pesqueira, Ejido Maytorena, El Sahuaral, La Atravesada; terminación de la carretera en San Fernando; caminos; rehabilitación del sistema de agua potable de El Cerrito y algunos apoyos asistenciales, como tinacos para almacenar agua en comunidades con dotación irregular del líquido, etc. Nada que no conduzca al desarrollo social en Empalme. Y la aclaración viene al caso porque se suele decir, por parte de quienes están mal informados o de quienes acostumbran hablar sin probar de ninguna manera sus falsedades, que los antorchistas protestan y exigen por berrinchudos y porque López Obrador ya les cortó sus entradas de recursos, pues ya no les deja administrar directamente los recursos públicos, o porque Obrador dijo "eso se acabó". Dan por hecho quienes sostienen estos argumentos, que Antorcha lo hacía así, pero no lo prueban, ni tampoco lo ha probado el mismísimo López Obrador, a quien hemos desafiado públicamente a que pruebe sus dichos, pero, al igual que el odiado Trump, miente y miente, arroja infundios sin dar razones válidas ni consideración de ningún tipo. No, amigo lector, nada de eso. Ni Antorcha ni los líderes antorchistas piden nada para sí; sólo exigen que Genesta cumpla con el compromiso social que adquirió al ser electo: resolver la problemática municipal, que construya obra social en el municipio, que contrate a quien decidan sus reglamentos, pero que construya lo que el pueblo demanda, que introduzca los servicios que por ley debe introducir y que facilite expedito lo propio a las otras instituciones públicas que también deben hacerlo; nada más, pero nada menos. Eso es lo que le demandan a Genesta los antorchistas. A eso es a lo que le ha dado la espalda, escabulléndose como si fuera un vulgar ladronzuelo y dejando en su lugar en Palacio a vigilantes policiacos con los que pretende espantar a los que exigen justicia social cuando lo vamos a buscar.
Pero hay otras razones poderosas por las cuales Genesta no resuelve las demandas populares. La primera es de tipo económico: dice que no tiene recursos, que no tiene dineros para gastar en lo que le pide el pueblo organizado y que lo poco que tiene lo debe gastar también en otros grupos, que los antorchistas no deben ser egoístas y deben esperar su turno; pero todo mundo sabe que ni aquí ni allá hace obra social. Al respecto Antorcha dice que no creemos eso, que no podemos aceptar que no haya recursos, porque México es el catorceavo país en generación de riqueza en el mundo, sólo trece países producen más riqueza que nosotros, de cerca de 200 que hay en el mundo, y esas son cifras de organismos internacionales como la OCDE, OXFAM, la CEPAL y la ONU, no inventos nuestros. ¿Y entonces? ¿Para qué trabajan tanto los mexicanos, para que nuestros gobiernos nos digan que no hay? ¿Quieren darnos a tragar una rueda de molino y se enojan porque no la aceptamos? Pues nosotros decimos que sí hay y que gobiernos como el de Genesta tienen el deber de moverse, de encontrar los recursos, para eso fueron electos, para resolver problemas no para excusarse con la pobreza de la pobreza. Que exija Genesta al Gobierno federal de López Obrador que deje de gastar en programas electoreros y que invierta en los municipios, que restaure los presupuestos nacionales para construir obra social y para introducir servicios públicos en los municipios como Empalme; que recupere los recursos que recortó para hospitales, medicinas (¡300 unidades urbanas del IMSS cerraron ya, hoy nos dice la prensa!), guarderías, apoyos a jornaleros, apoyos a los artistas, a la cultura en general, al teatro, la danza, el baile folclórico, para las ciencias, las universidades, y un largo etcétera de recortes. Y si para lograrlo requiere Genesta de la movilización popular que nos diga, que aquí estamos prestos a luchar, ya, pero que cuando menos se vea algo, porque también le podríamos aplicar a este alcalde otro dicho popular: "hechos son amores, no besos ni apachurrones".
Y la segunda es de tipo político: es evidente que Genesta espera que los humildes de Empalme se cansen de luchar, que espera rendirlos por la vía de causarles desánimo por la falta de soluciones y que por eso no los recibe; que Genesta tiene el objetivo político de impedir que la organización de los pobres de Empalme se fortalezca; que su intención real, más allá de sus discursos, es la de causar daño a la unión y a la fraternidad de los más humildes, sobre todo si son gente pobre que está aprendiendo rápidamente a gestionar y a trabajar colectivamente como le enseña Antorcha. Es evidente que en algo le afecta a Genesta el que la gente esté organizada y luchando. ¿En qué? Ya lo verá usted, pero mientras tanto, Antorcha dice: no nos moverán, no nos harán retroceder en nuestros objetivos de acabar con la pobreza en nuestra tierra. Ningún interés personal tiene Antorcha de dañar la imagen de Genesta, pero sus omisiones hablan claro: le afecta que nosotros comprobemos que los morenistas --como en su tiempo el PRI, el PAN y el PRD--, han demostrado claramente que no sirven para gobernar a favor del pueblo, sino que gobiernan bien sólo a favor de unos cuántos y que, puesto que esta es una gran verdad, los antorchistas nos estamos preparando para tomar las riendas del poder de esta nación para cambiarla de raíz y desterrar para siempre a la pobreza. Antorcha va a gobernar México,lo va a cumplir y a ello convocamos a todos los empalmenses.
Mientras tanto, también nos estamos preparando para dar la lucha aquí, en concreto. Si el edil de Empalme no nos recibe con soluciones en la cita que nos dieron en su oficina para el próximo lunes 24 del presente denunciaremos activamenteque hemos comprobado que Genesta le vuelve a dar la espalda del pueblo, y que así gobierna Morena en Empalme: en contra del progreso de su pueblo.
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