Y no es solo retórica. Los que saben bien de esto, dicen que la temporada de huracanes en el Océano Pacífico es un evento actual en el ciclo anual de formación de ciclones tropicales. En este año, la temporada inició oficialmente el 15 de mayo en el Océano Pacífico Oriental y el primero de junio en el Pacífico Central; estos finalizarán el 30 de noviembre de 2019. Esto, como bien lo sabe hasta el más humilde habitante, nacido o radicado en los estados costero de la zona mencionada, no es nada nuevo ni extraordinario, pues estas fechas delimitan siempre, convencionalmente, el periodo de cada año, cuando la mayor parte de ciclones tropicales se forman en el Pacífico. ¿Por qué entonces, todos los gobiernos de Colima, del nivel y del partido que sea, tratan a cada nuevo fenómeno (huracán, ciclón o tormenta tropical de consideración), como único, inédito, inesperado o extraordinario? ¿No debería existir ya una política con medidas concretas bien definidas, previstas y suficientemente analizadas, así como los recursos necesarios para hacer frente a todos estos fenómenos climáticos, ordinarios para la época? Yo estoy muy seguro que en el caso de Colima son siempre los más pobres los mismos damnificados permanentes de todas las temporadas de huracanes. Urge un gobierno verdaderamente popular que cambie esto en serio.
Pero no es de este temporada de lo que hoy quiero opinar; dejemos a la madre naturaleza hacer lo suyo. De la temporada a la que hoy me quiero referir, es a la política, donde la amenaza de un nuevo "tsumani" morenista sigue dando mucho de qué hablar, y que con cada nuevo sainete que arman, solo confunden, dividen y enfrentan a la pobre gente, que ya se cansa de esperar las bondades ofrecidas por la 4T.
Dos sainetes de este temporal quiero referir. Primero. En un trabajo pasado similar a este, me referí ya al feroz encontronazo que protagonizaron dos de las figuras morenistas más representativas en el estado, la Diputada Federal Claudia Yáñez Centeno y Cabrera, y la superdelegada de los programas federales Indira Vizcaíno Silva, que en aquel entonces se hicieron mutuas acusaciones de corrupción y deslealtades, finalizando el desencuentro con una rúbrica lapidaria por parte de la Delegada Indira, lanzada quizás con un sarcasmo involuntario pero evidente, que presagiaba ya lo que vendría después: "AbrazosNoBalazos", escribió la Delegada.
Pero la rubrica de nada le sirvió. El martes 24 de septiembre pasado, la Diputada Yáñez volvió a la carga, pero esta vez no fue sola; en compañía de su grupo parlamentario de Morena, la diputada subió a la tribuna y presentó al Congreso de la Unión un Punto de Acuerdo para exhortar a diversas autoridades estatales y federales, a investigar posibles actos de corrupción cometidos por Indira Vizcaíno para beneficio personal. Y aquí comenzó el segundo encontronazo del "tsunami".
En Colima todos sabemos que el encargo de "superdelegeda" de la licenciada Indira se lo dio el mismísimo López Obrador en persona, incluso le pidió solicitar licencia a su cargo como Diputada para representar a la 4T en el estado. ¿Entonces Morena dice que el Presidente de los incorruptibles colocó a una persona corrupta al frente de los programas sociales en Colima? Como dije, es todo un sainete.
Pero además, uno de los delitos que denuncia la Diputada Yáñez, que me parece el más sustentado, donde involucra un desfalco al erario por cerca de 90 millones de pesos, se dice que lo cometió la Delgada siendo presidenta municipal de Cuauhtémoc, es decir, antes del año 2015, esto es, mucho antes de que compitiera la licenciada Indira por la diputación con la que contribuyó al triunfo del "tsunami" morenista en el estado. Y es aquí donde caben las preguntas: ¿por qué no denunciaron los morenistas a Indira de corrupta cuando compitió por la diputación en apoyo a López Obrador?, ¿por qué dejaron que el presidente pusiera sus programas del bienestar en manos de una corrupta?, ¿miente la Diputada Yañez Centeno?, ¿miente López Obrador al sostener a Indira como Delegada incorrupta? Como se puede ver bien, este es todo un caso que no sabemos cómo vaya a terminar, pero que amenaza con enconarse cada vez más, conforme se acerque el ya próximo proceso electoral del año 2021. Pues como dicen en algunos "memes": "Y dice la Biblia que vendrán cosas peores".
El otro sainete lo originó el huracán Lorena, que hace poco arrasó gran parte de las viviendas de las familias más pobres de Manzanillo. Sólo que aquí la única protagonista fue la Presidenta Municipal morenista, Griselda Martínez Martínez. Sucede que el día jueves 19 de septiembre pasado, tocó tierras porteñas el huracán de categoría 1 llamado Lorena, causando severos daños, generando inundaciones considerables por todo el municipio, y perdidas considerables también en las cosechas de gran número de productores. Pues no obstante los pronósticos del fenómeno que ya amenazaba desde días atrás, Griselda Martínez decidió irse de viaje a la isla de Cuba, a un evento que nomás no termina de aclarar si fue oficial, personal, de placer o todo junto. A pregunta expresa de los reporteros que la cuestionaron sobre su ausencia a pesar la contingencia, lo único que atinó a decir fue que era "un congreso internacional de cultura y turismo que tenía un año programándose", y que por lo tanto, no podía faltar.
Bueno, pues ahora ya saben, señores huracanes, tormentas, ciclones y más etcéteras: si por alguna razón deciden ustedes tocar de nuevo tierras manzanillenses, favor de anunciarse con un año de anticipación, pues la agenda de la señora Presidenta Municipal está muy saturada, y no tiene tiempo de andar atendiéndolos como se merecen, a la hora que se les ocurra. Por lo pronto, en su ausencia, Lorena le dejó un mensaje de destrucción y abandono en las viviendas más pobres del municipio, para que no la olvide.
Finalmente, como dije ya líneas arriba, la temporada o temporal político, a diferencia del de los huracanes, apenas comienza. Se sabe que todo el 2020 será un año de mucha efervescencia política, de muchos arreglos, encuentros y reuniones, y de mucho "pataleo" por abajo y por encima de las mesas negociadoras, con miras a la elección del 2021. Y todo, absolutamente todo, será para engañar y ganarse la voluntad incauta de los humildes y empobrecidos colimenses para llevarlos a las urnas y ganar con ellos tres años de gobierno de lo mismo. No caigamos en los cantos de sirena. ¡Cuidado con las trampas de los políticos mentirosos! Llevemos al gobierno a políticos responsables y serios que sepan verdaderamente su oficio en beneficio de todo el pueblo. Ojalá que así sea.
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