Como resultado de los múltiples ajustes que la 4T ha pregonado en todos los discursos el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador que en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación asignado para el año 2020 (PPEF 2020) para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) se tiene una alarmante reducción de 19 mil 181 millones de pesos, es decir lo que representa el menos 29.3% respecto al del año 2019, en donde, ya de por sí, el impacto en el campo mexicano ha sido considerable en los estados del Norte y Centro del país.
Al hacer un comparativo con sexenios anteriores encontramos que en el año 2009 el presupuesto para la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) fue de 61 mil 214.2 millones de pesos, en donde los programas de Alianza Contigo y otros programas como Apoyos Directos al Campo (Procampo) eran prioridad en esa época. En el sexenio de Peña Nieto el presupuesto planteado para dicha dependencia para el año 2018 fue el más bajo de ese sexenio, ya que fue de 64 mil 352.2 millones de pesos, cuando en los cinco años anteriores nunca bajó de 70 mil millones y en 2015 superó los 92 mil millones de pesos.
Para la SADER, en el año 2020 el PPEF será de 46 mil 253.1 millones de pesos; el más bajo de los últimos dos sexenios. En el PPEF 2020 se propone la eliminación de siete programas, aquellos que son eliminados completamente: Programa de Concurrencia con las Entidades Federativas, Programa de Fomento Ganadero, Programa de Acciones Complementarias para Mejorar las Sanidades, Sistema Nacional de Investigación Agrícola y Sistema Nacional de Información para el Desarrollo Rural Sustentable; y aquellos eliminados por fusión:Programa de Productividad y Competitividad Agroalimentaria y Agromercados Sociales y Sustentables, de acuerdo al análisis de los programas sociales que realizó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) el día 8 de septiembre de 2019.
Dentro de sus programas innovadores de la 4ª Transformación, el Crédito Ganadero a la Palabra, no es un programa a fondos perdidos; los pequeños productores quienes son el objeto de este programa tendrán una deuda con el gobierno federal; programa que carece de asesoría técnica, lo cual es preocupante, ya que nadie dirige y acompaña el recurso que fue adquirido como una deuda para el productor.
Haciendo un análisis del programa de Autosuficiencia para el Bienestar que fusiona al PROAGRO productivo y PIMAF, en donde los primeros objetivos del programa son: uno, producir los alimentos que abastezcan de forma suficiente a la población nacional, con la prioridad, por justicia social, de que quienes producen coman saludablemente y vivan bien. Y dos, movilizar de manera sustentable todos los recursos y todos los instrumentos y programas gubernamentales disponibles, en acción coordinada con los sectores productivos, para producir más y mejor y fortalecer la economía rural con empleo y mayores ingresos y contribuir así a la gran tarea de reconstruir la cohesión y la paz social.
En este marco, retomando los conceptos que manejan estos objetivos tenemos que solo el 2.3% de las unidades de producción usan micro aspersión, aspersión 8.5% y riego por goteo 9.6%; solo el 4% de nuestros productores realizan las labores agrícolas de manera mecanizada siendo dueños de manera colectiva o individual de un tractor. En ninguno de los objetivos enunciados se destaca que el gobierno pretenda cambiar las cifras expuestas; al contrario vemos un retroceso en los procesos productivos al mencionar de manera repetitiva que se utilizaran los austeros programas gubernamentales disponibles; con esto hace denotar este programa en específico que no hablamos de innovación agrícola; que no hablamos de crecimiento en toneladas; el gobierno se satisface con que únicamente los productores produzcan para comer; este programa se estanca en la autosuficiencia del productor para que tenga únicamente que comer. Sabemos y estamos conscientes que es de sobremanera importante la autosuficiencia alimentaria; sin embargo, que hay de la creciente dependencia de las importaciones 80% en arroz, en trigo 59.8%, en maíz amarillo para uso forrajero el 76.8%; con esto hace denotar que la Soberanía Nacional no es importante para el Gobierno de la 4ª T.
Por citar un ejemplo el Programa de Apoyos a la Comercialización, el presupuesto se redujo de 6 mil 707.7 millones a 129.2 millones de pesos, es decir, 98.1% menos. Programa que sirve para evitar afectaciones cuando hay fluctuaciones por bajos precios internacionales de los agroproductos y del tipo de cambio, factores que pueden afectar los ingresos de los productores agrícolas.
Adicionalmente se está desmantelando el Programa de financiamiento y aseguramiento al medio rural, estos programas adscritos al presupuesto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, destinaban recursos fiscales para el crédito agropecuario y programas de garantías; para la Financiera Nacional de Desarrollo se contemplaban 238 millones, el Fideicomiso Instituido en Relación para la Productividad (FIRA) tenía asignados 243 millones y el Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural (FOCIR) tenía 210 millones y los tres lo reducen a cero. Tomando en cuenta que existe una falsa esperanza en una aprobación del T-MEC en donde de ninguna manera en el 2020 seremos competitivos.
Los apoyos monetarios de manera directa al productor no desarrollaran el potencial productivo de manera eficiente en nuestro país, debido a que la 4ª T pretende que se conformen con producir para comer y no crean las condiciones para comenzar un planteamiento sobre la dependencia alimentaria alarmante de nuestro vecino del Norte.
Por lo anterior, el Movimiento Antorchista hace un llamado enérgico al titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y pronta intervención del Lic. López Obrador para que se corrijan las políticas anteriormente mencionadas. Nos sobra evidencia para decir que el proyecto de la Cuarta Transformación no resuelve de ninguna manera la problemática del campo mexicano, no atiende a uno de los sectores más desprotegidos de nuestro país que es el campesinado mexicano. Los campesinos mexicanos organizados en el Movimiento Antorchista Nacional nos encontramos indignados y nos manifestamos contundentemente contra el presupuesto asignado para el sector que representamos dignamente.
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