Como parte de una organización social que trabaja en colonias y comunidades marginadas del estado, que lucha constantemente para que a sus agremiados se les escuche y se les resuelvan sus demandas como son la falta de vivienda, carreteras, mejoramiento material de escuelas, etcétera, para nosotros, una lucha social sindical como la del Sutsem y su problemática no puede sernos indiferente; por ello, de eso trataré en este artículo.
Lo común que tienen las notas de los medios es que sólo hablan de los daños que, se dice, cometen los manifestantes, pero ninguno menciona para nada al gobierno acusado por los trabajadores.
Pues bien, desde hace varios meses el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado, Municipios e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Nayarit, el Sutsem, ha estado luchando contra el gobierno del estado de Nayarit para que le otorgue la toma de nota y les cumpla con las prestaciones que por ley les corresponden y que quieren les sean resueltas.
En esencia, esas son sus demandas y, como el gobierno del estado no ha querido resolverlas, el sindicato se ha defendido jurídicamente y ha hecho uso de su derecho a la manifestación pública, como son las marchas, los mítines, el bloqueo de calles, y ha llegado hasta quedarse en plantón definitivo frente al Palacio de Gobierno.
Como se puede entender, su lucha empezó por la vía jurídica y, al ver que el estado ha maniobrado para retrasar la entrega de la toma de nota —documento con el cual se reconocería la nueva directiva sindical, mismo que les permitiría luchar jurídicamente porque se les respete su contrato colectivo y poder exigir aumento salarial en beneficio de sus agremiados—, repito: su lucha inicia en una lucha legal, jurídica y, al ver que no se les hace justicia, deciden salir a las calles a protestar y denunciar lo que consideran un abuso de poder que perjudica a sus agremiados.
Es aquí, en la etapa de la protesta social de este sindicato, cuando ha arreciado una campaña de satanización, de condena, de vilipendiar a las manifestaciones y bloqueos de calles porque se dice que generan caos, afectan la vialidad y hay daños a terceros.
Y es esto lo que me ha motivado a escribir, porque me parece que es peligroso para la vida social de Nayarit y de México que, cuando el pueblo no sea escuchado por un gobierno y haga uso de su derecho a la manifestación pública para que se resuelvan sus problemas, se le condene por los daños que genera su lucha.
Veamos algo de lo que se dice en la prensa y redes sociales.
Diario Alerta Noticias de Facebook de hace dos meses dice sobre los bloqueos: “…Aunque el Sutsem defiende la legitimidad de sus demandas laborales, la forma de manifestarse ha sido severamente criticada por diversos sectores de la población. En redes sociales y entrevistas con medios locales, ciudadanos calificaron de ‘irresponsables’ y ‘gangsteriles’ las acciones del sindicato, señalando que, lejos de generar empatía, provocan repudio y descontento generalizado. Entendemos que luchan por sus derechos, pero no pueden hacerlo afectando a miles de personas que sólo queremos trabajar o llevar a nuestros hijos a la escuela. Esta no es la forma”, expresó Enrique Ramírez, comerciante del centro histórico.
En 8NTV del día 16 de octubre de 2025 se dice: “Óscar Cedano, dirigente del SUTSEM, será denunciado por los daños y perjuicios que están provocando los bloqueos viales en Tepic, anuncia el Gobierno de Nayarit… La denuncia incluirá a quienes participan en estas manifestaciones que generan caos en la ciudad”.
Como se puede ver, lo común que tienen las notas de los medios es que sólo hablan de los daños que se dice cometen los manifestantes, pero ninguno menciona para nada al gobierno, de qué es acusado por los trabajadores de no querer entregar la toma de nota y de violar sus derechos laborales.
Hay quienes señalan que hay medios para hacerse escuchar, pero no dicen cuáles. Otros dicen que se manifiesten, pero sin afectar la vialidad ni dañar a terceros. Hasta ahora no se sabe de una manifestación que se haga con sus agremiados volando para no afectar; todas las manifestaciones, sin duda alguna, generan problemas.
El asunto está en que la prensa no señala a quien no cumple con su obligación de resolver los problemas, que en este caso es el gobierno del estado, y condenar así de manera parcial las manifestaciones públicas, satanizarlas, es sentar un mal precedente porque es prácticamente permitir el abuso de poder y la represión contra el desvalido.
Así como están las cosas, se quiere castigar a los que defienden sus derechos, pero ¿y a los gobernantes que violan la ley, a esos quién los castiga?
Hoy es el Sutsem, mañana puede ser cualquier organización social; no nos sumemos, pues, al coro que exige represión, sino exijamos que las demandas de cualquier grupo sean resueltas por el gobierno.
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