MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Con la 4T, más corrupción

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Mucho repitió el entonces candidato y ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador en sus discursos de campaña y mañaneras: ser acérrimo enemigo de la corrupción. Pero los alcanzó la realidad. México nada ha mejorado en los siete años de gobierno morenista; al contrario, el país ha empeorado y es calificado como uno de los más corruptos del mundo.

México nada ha mejorado en los siete años de gobierno morenista; al contrario, el país ha empeorado y es calificado como uno de los más corruptos del mundo.

¿Son tantos los actos de corrupción de los políticos de Morena, que hay la percepción entre los mexicanos de que los recursos económicos, políticos y jurídicos se utilizan en su beneficio y la presidenta Sheinbaum pretende ocultarlos?

Transparencia Internacional, organización no gubernamental y sin fines de lucro con sede en Alemania, coloca a México como un país que no avanza en materia anticorrupción, que esta es cada vez más escandalosa e involucra a funcionarios de los tres órdenes de gobierno, situando al país en el peor puesto de su historia en el Índice de Percepción de la Corrupción. 

La organización, que elabora su informe cada dos años, ubica al país en 2024 en la posición 140 de 180 países evaluados, igual que Irak, Uganda o Nigeria.

Es considerado, además, el país más corrupto de las 38 economías pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Y cómo no, si en los seis años del gobierno de López Obrador se observó falta de aplicación de medidas para castigar y disminuir la corrupción. No hubo condenas contra funcionarios públicos de alto nivel o ejecutivos del sector privado por corrupción, donde estaban implicados políticos muy cercanos al presidente.

Pese a que el informe de Transparencia Internacional no detalló los casos de corrupción en el gobierno morenista, son ampliamente conocidos: Ignacio Ovalle Fernández, director del organismo de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), desapareció más de 15 mil millones de pesos sin que haya habido alguna consecuencia legal; al contrario, el presidente lo mantuvo hasta el fin de su sexenio, bajo protección, en un instituto de la Secretaría de Gobernación.

No son casos de menor relevancia en materia de corrupción los sobres amarillos de Pío López Obrador, las innumerables tranzas de Manuel Bartlett, la casa gris de José Ramón López Beltrán, los contratos de la prima Felipa Obrador, los millones de litros de huachicol descubiertos en Coahuila, Veracruz y Tabasco, sin que haya consecuencias jurídicas contra los funcionarios de Pemex, que ahora transportan el huachicol por ferrocarril e incluso lo exportan en buques a otros países del mundo.

Y sólo como dos ejemplos más de la enorme podredumbre morenista: el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos denunció el presunto lavado de dinero de tres instituciones financieras mexicanas en beneficio de las principales organizaciones del crimen organizado en México: Intercam, CIBanco y Vector, esta última propiedad de Alfonso Romo Garza, quien fuera jefe de la Oficina de la Presidencia de la República y cercano consejero de López Obrador, obteniendo entre las tres instituciones más de 14.4 mil millones de pesos, sin que supuestamente el presidente estuviera enterado.

Y los recientes hechos de corrupción cometidos por el exsecretario de Seguridad Pública Hernán Bermúdez Requena, líder de la organización criminal “La Barredora” y conocido como el comandante H, durante el gobierno de Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación federal, precandidato a la Presidencia de la república y actualmente coordinador de los senadores morenistas, quien en lugar de ser denunciado y juzgado por estos actos de corrupción ha sido protegido por sus cómplices, encabezados por la dirigente nacional Luisa María Alcalde y la propia presidenta de la república, Claudia Sheinbaum.

Pero, aunque la corrupción se ha disparado durante el gobierno de los hipócritas de Morena, como no podía ser de otra manera, ¿por qué con la llegada de Morena al poder habría de ser distinto? Los políticos de Morena, ciertamente, como ellos reconocen, no son iguales a la generalidad de los políticos del pasado y del presente; son una selección de políticos corruptos y desesperados por tener poder, y desafortunadamente muchos mexicanos cayeron en la trampa.

La corrupción es un mal sistémico, propio de todos los países del mundo donde existe división de clases, y mientras no haya cambios profundos en nuestro sistema de gobierno, ¿por qué habría de ser diferente?

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