MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Colima y el "primer tercer" informe de AMLO

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El pasado primero de septiembre, tal como ya es toda una tradición nacional entre la clase política, se llevó a cabo -oficialmente- el primer tercer informe del gobierno del presidente López Orador. Escribí "primer tercer", porque mientras el presidente leía en su informe que era su primero, su apoyo logístico insistía que era un "tercero" y así lo publicaron en su mampara promocional en Palacio Nacional. Entonces, para no contrariar a ninguno, digamos que fue un primer tercer informe del Presidente.

Pero no es a esto a lo que hoy me interesa referirme. Los detalles del informe los podrán encontrar, si así lo quisieran, en la prensa local y nacional, así como en todos los medios que registraron paso a paso el evento; y si además quisieran hacer más amena su búsqueda, les recomiendo los ingeniosos "memes" del caso, que las "benditas" redes sociales, muestran siempre por montones.

De mis paisanos morenistas, propagandistas de la Cuarta Transformación, es de quienes hoy me ocupo. Aclaro que no diré mentira, ni difamación ninguna. Es más, afirmo que el esfuerzo que hacen por tratar de resaltar el gran progreso traído a Colima por la 4T, es "harto" ingente y azaroso, dado que, de manera tangible, no se corresponde, en sentido estricto, la realidad que aquí se vive con lo que se dice. Pero veamos algunos datos para que se entienda mejor.

Como sonoro eco del Informe presidencial, la Delegada de los Programas de Bienestar en Colima, la licenciada Indira Vizcaíno Silva, informó a un diario local lo que después replicó también, a todo pulmón, el diputado Vladimir Parra Barragán, es decir, el avance de los programas sociales de la 4T en el estado. "Cien mil familias reciben apoyos", así quiso la Delegada que le publicaran su declaración en el periódico EL NOTICIERO el pasado día 3 de septiembre. Ya tan sólo con esto, a mí no me parecieron tan dignos de fiar los datos de la nota publicada. En la Encuesta Intercensal 2015 de INEGI se dijo que en Colima había 205 mil 243 viviendas particulares habitadas; si tomamos en cuenta esos datos y luego consideramos una familia por cada vivienda, cuyo promedio de ocupantes era de 3.5, resulta que, según la nota que refiero, casi la mitad de las familias de Colima reciben apoyos de la 4T, es decir, según el promedio de ocupación, 350 mil colimenses. Claramente esto no es cierto, ¿por qué, entonces, se permite que se le digan tales cosas a la gente?, ¿acaso creen que los colimenses no saben leer?, pero además, ¿necesita la 4T decir tales mentiras para convencer a los colimenses de las bondades de su Gobierno?

Pero más adelante, en la nota se precisa la información: "Más de 250 millones de pesos bimestrales está derramando el Gobierno Federal en Colima a través de sus programas [...]". ¿En serio? Pues al mes de agosto la suma da mil millones de pesos "derramados" entre las familias más pobres, ¿es esto estrictamente cierto? También se precisó el verdadero número de beneficiarios: 101 mil 508 colimenses, y, aunque las sumas no dan exactamente, se enumeró a los apoyados: 16 mil 137 en el programa Familias en Bienestar; 23 mil 330 en jóvenes de bachillerato; mil 192 en Jóvenes Escribiendo el Futuro; 52 mil 965 en Pensión a Adultos Mayores; 2 mil 738 en Personas con Discapacidad; mil 538 en Tandas del Bienestar; y 2 mil 888 en Jóvenes Construyendo el Futuro. La nota dice también que la Delegada dijo que esta "derrama económica" está moviendo la economía local, ya que, en la medida que las familias tienen un ingreso mínimo indispensable, reactiva el mercado, y eso se nota. Hasta aquí los datos que me interesa analizar.

Veamos. En primer lugar, creo que no es sólo dinero lo que ocupan las familias pobres para mejorar su situación. El dinero es sólo un equivalente universal que necesariamente se debe intercambiar por mercancías, obra pública y servicios. Las familias necesitan alimentos y servicios baratos; a los enfermos les urgen medicinas, clínicas y hospitales suficientes; los niños necesitan guarderías; los ancianos quieren vivienda, medicinas y alimentos; los estudiantes, acceso a escuelas y universidades; y, finalmente, hace falta empleo, mucho empleo remunerador. Sin construir ni crear esto, dígase lo que se diga, las familias pobres no mejorarán nunca en lo esencial aunque les den dinero.

En segundo lugar, como dice la Delegada, esta importante "derrama económica" que se dice, que es muchísimo dinero público invertido en Colima si en verdad se "derramó", se debería notar en la economía general del estado. Pero sinceramente yo no lo veo. Debería la Delegada, así como los estudiosos, analistas, asesores y panegiristas de la 4T, hacer y publicar un verdadero estudio económico del estado, científico y bien sustentado, con pruebas al canto, que demuestre que en realidad la economía del estado mejoró, porque, lo que sabemos de la economía del país, es que en el último trimestre medido, el crecimiento general de nuestra economía fue del 0.0%. ¿No estaría bien que los economistas y estrategas financieros morenistas de Colima, asesoraran al gabinete económico y financiero del señor López Obrador? Digo, yo nomás propongo.

¿Pero qué dice la realidad mundana de nuestro pequeño estado? Según datos del la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), de diciembre de 2018 a agosto de 2019, en Colima se redujo de 396 mil 856 a 389 mil 073 el número de la Población Económicamente Activa. Esto quiere decir que ahora son menos las personas mayores de 15 años disponibles para la producción, es decir, ahora hay menos expectativas para que la población contribuya en la actividad económica del estado. Significa que hay menos empleo en el estado, y sin empleo suficiente, aunque haya becas, no mejorará sustancialmente la situación de las familias pobres.

Pero además, la STPS dice que creció la Tasa de Informalidad laboral en Colima, del 50.5 al 51.3% en el mismo periodo. Recordemos que la Informalidad Laboral es, en realidad, desempleo disfrazado; ahora son 192 mil 550 los hombres y mujeres colimenses que trabajan como jornaleros, empleados domésticos, vendedores ambulantes, "bolilleros" y más, muchas actividades más, que les permiten ganar unos pesos para sobrevivir, pero sin ninguna garantía laboral ni seguridad social o médica de ningún tipo. La Delegada dirá que son parte de las "cien mil familias que reciben apoyo", pero, por los datos que ya vimos, los apoyos de la 4T no son ninguna garantía de vida para los pobres.

De la inseguridad, la violencia y la falta de obra pública en el estado ya mejor ni hablamos. Está claro: sin empleo suficiente en Colima, a un año del gobierno la 4T, no estamos mejor. Urge una gran alianza para sacar a México de la pobreza.

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