Habitantes exigen soluciones urgentes ante afectaciones que van desde la falta de agua hasta riesgos para la salud
Torreón, Coah. En Torreón, el aumento de manifestaciones ciudadanas es cada vez más evidente, motivado por los constantes apagones atribuidos a fallas en el suministro de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Estas protestas han escalado en intensidad, llegando incluso a bloquear vialidades, encender llantas y generar enfrentamientos.
La inconformidad de la población ha ido en aumento, particularmente en esta temporada de calor, donde la demanda de energía se dispara y la falta de electricidad se vuelve aún más crítica. La situación pone de manifiesto la frustración generalizada de los habitantes, quienes ven afectadas sus actividades cotidianas y su calidad de vida.
Según las autoridades de CFE, uno de los factores que agravan el problema es la infraestructura eléctrica obsoleta, combinada con una red de distribución sobrecargada y la evidente falta de inversiones en el sistema energético. Estos elementos habrían contribuido a la creciente inestabilidad en el servicio.
Además de los bloqueos en calles, las protestas han generado un clima de tensión social que no se puede ignorar.
Las consecuencias de los cortes eléctricos no se limitan a la incomodidad: cuando ocurren, también se detienen las estaciones de bombeo, lo que deja sin agua tanto a viviendas como a industrias y comercios. Tan sólo en la primera semana de junio se reportaron 30 pozos que quedaron fuera de operación por falta de energía.
Los apagones también provocan pérdidas en los hogares: alimentos que se descomponen por la falta de refrigeración, interrupciones en las comunicaciones, afectaciones a la salud y la seguridad, y un acceso irregular al agua potable. Todo esto pone en evidencia una crisis que exige atención urgente tanto de la CFE como de los gobiernos involucrados.
Una habitante del sector poniente de la ciudad, María del Carmen López, expresó su molestia: “Tenemos días sin luz durante horas, y eso significa quedarnos sin agua, sin ventiladores, sin nada. Tengo un hijo con asma, y cuando el calor aprieta y no hay energía, se nos complica todo. Ya estamos hartos. Pagamos por un servicio que no llega”.
Testimonios como este reflejan el sentir de miles de ciudadanos que viven con incertidumbre cada jornada, esperando que el suministro no falle otra vez.
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