Los estudiantes de Ixtapaluca lo hicieron: fueron a denunciar ante el gobierno de Claudia Sheinbaum a Felipe Arvizu de la Luz, alcalde de Ixtapaluca por segunda ocasión consecutiva, debido a que, según expresaron en sus redes sociales, han pasado ya cuatro años en los que le han hecho reiteradas solicitudes y no sólo no ha tenido la voluntad de sentarse a dialogar posibles soluciones, sino que incluso les ha cerrado las puertas y los ha reprimido.
La mayoría de la población votó por un cambio en Ixtapaluca, pero ese cambio no se concretó porque el voto se dividió: sólo dos de cada diez posibles electores votó por Arvizu.
Esta situación la sabíamos todos los que vivimos en el municipio. No sólo a los estudiantes se les ha negado el diálogo y la atención; no sólo a ellos se les ha ignorado flagrantemente, sino a toda la población en general.
No sólo se ha excluido a quienes el gobierno considera “enemigos”; incluso a sus propios aliados se les ha dejado de lado, por lo que muchos de ellos buscaron refugio en otras opciones durante la elección de 2024.
Recordemos que la mayoría de la población votó por un cambio en Ixtapaluca, pero ese cambio no se concretó porque el voto se dividió: sólo dos de cada diez posibles electores votó por Arvizu.
Hoy la situación es diferente: los estudiantes levantaron la voz y no se conformaron con marchas, mítines, vallas humanas o plantones frente al Palacio Municipal. Decidieron ir a buscar directamente a la presidenta de México para denunciar lo que está ocurriendo. Así lo informaron y cumplieron.
¿El resultado? Desde que anunciaron su movilización en redes sociales, lo cual fue retomado por diversos medios locales e incluso nacionales, el gobierno federal los recibió y agendó dos reuniones formales con representantes tanto de la Secretaría de Educación Pública (SEP) como de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Este recibimiento fue bien visto por los estudiantes, quienes se sintieron atendidos y compartieron de inmediato que el gobierno de México los escuchó y atendió mucho mejor que el gobierno de Ixtapaluca.
Pero lo más sorprendente ocurrió en la mesa de diálogo: al iniciar la reunión con los funcionarios federales, surgieron comentarios reveladores sobre la imagen que tiene el gobierno municipal desde esas instancias.
Por ejemplo, uno de los representantes de Segob manifestó: “Es increíble que un gobierno no quiera escuchar a los estudiantes en cuatro años”, según uno de los jóvenes presentes. Ahí mismo, los jóvenes explicaron que no sólo ellos estaban inconformes, sino que existe un malestar generalizado en la población.
Uno de ellos mostró incluso una noticia donde, justo en ese momento, policías comenzaban a aglutinarse frente al SMTP para manifestarse por mejoras salariales, equipo táctico, respeto por parte de los mandos, así como por eliminar descuentos injustificados. En esa mesa se llegó a hablar del término “ingobernabilidad en Ixtapaluca”.
En la SEP, donde también fueron recibidos sin mayores contratiempos, uno de los funcionarios expresó: “Las cosas no están bien por allá, por Ixtapaluca”.
Es evidente que el gobierno federal ya tenía conocimiento de esta situación, porque en distintos momentos la crisis local ha estallado y ha llegado a medios de comunicación nacionales.
Sin embargo, esta vez la inconformidad no se quedó encerrada en Ixtapaluca ni en los noticieros: salió, se presentó ante el gobierno federal y se expresó en voz alta. Tal vez el gobierno no actúe de inmediato, pero al menos ahora sabe que los estudiantes no son conformistas y no se detendrán hasta ser escuchados.
Los antorchistas debemos aprender de la gallardía de estos jóvenes, que no se arredraron ante los funcionarios ni se resignaron a seguir igual. Tampoco a nosotros los antorchistas se nos han dado soluciones suficientes, por lo que, si es necesario, también debemos elevar el nivel de nuestras protestas, tanto en cantidad como en calidad.
Cada vez es más evidente, ante los ojos del pueblo, de las demás instancias de gobierno y de la opinión pública externa al municipio, que el actual gobierno no está dando resultados. Levantarnos y manifestarnos está plenamente justificado. Así debemos hacerlo, de tal manera que estemos preparados.
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