MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

40 Horas bien pagadas ¡Ya!

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Se siente una impotencia que lastima en lo más hondo de nuestro ser, cuando vemos que los trabajadores de todas las edades, entre ellos de la tercera edad y niños, salen de sus humildes hogares en el campo y la ciudad todos los días para ganarse los alimentos para sus familias, después de jornadas extenuantes en condiciones insalubres o a pleno rayo de sol regresan a sus hogares, muchas veces con apenas un taco en el estómago que ingirieron a mediodía, todo este desgaste es por un miserable salario que no alcanza para nada y menos para cubrir sus necesidades básicas, la inmensa mayoría se transporta en condiciones insalubres, peligrosas y riesgosas, muchas veces hacinados en transporte en pésimas condiciones.

Convirtiéndose en una monótona rutina que se repite día tras día hasta que llega el desgaste del cuerpo de quedar imposibilitado de continuar la ardua jornada; por el desgaste de sus músculos y agotamiento de sus fuerzas que los convierte en seres cansados que han dejado su vitalidad gota a gota en cada jornada, absorbidas por las voraces fuerzas productivas intensivas que ha implementado el capital para aumentar la explotación de la fuerza de trabajo y obtener así mayor plusvalía. En estas condiciones están más de 17 millones de trabajadores retirados que tienen más de 60 años, representando el 14% de la población total, pero muy pocas de estas personas poseen una riqueza acumulada que les permita vivir dignamente, sino todo lo contrario, viven en condiciones precarias, no tienen para cubrir sus gastos personales y pago de servicios básicos de su vivienda. Esta es la historia de millones de trabajadores que han dejado toda su fuerza durante su vida laboral y cuando dejan de hacerlo están condenados a vivir en la pobreza, miseria y marginación.

Injusticia laboral a la que ningún trabajador escapa, donde los organismos sindicales, partidos políticos y las autoridades gubernamentales se desgarran la garganta pronunciando discursos en defensa de los trabajadores, pero en los hechos nada cambia y las pocas reformas a las leyes laborales han sido para beneficiar a los empresarios. En su mayoría son discursos huecos, manipuladores, engañosos que no contienen propuestas para resolver de raíz los graves problemas que asfixian a los trabajadores, como; los bajos salarios, plazas eventuales, contratos amañados, falta de prestaciones, mejoras en los espacios laborales, mejores jubilaciones, seguros laborales, etc. Porque en el fondo hay intereses entrelazados muy poderosos entre los empresarios, autoridades y sindicatos, mismos que están ocultos ante los ojos de todos, pero están empeñados hasta la médula en los hechos de que las condiciones laborales permanezcan como hasta ahora, por eso, solo en el discurso aparentan estar de acuerdo en cambiar esa terrible realidad, pero en el fondo la emplean como un instrumento de manipulación, control, engaño y sometimiento de los dueños de las fuerzas productivas hacia los 59.9 millones de trabajadores que hay en el país, incluyendo a la reserva industrial o desempleados que cumplen la función de condicionar a los que tienen empleo.

Aquí vienen el juego y discurso dañino y demagógico de la 4T, con la reforma laboral para disminuirla a 40 horas semanales, pero en los hechos la quieren llevar arrastrando hacia el final del sexenio para convertirla en el sebo atractivo que emocione, atrape y lleve a los trabajadores a seguir pensando que en los próximos años podrá disfrutar de la jornada de 40 horas a condición de que para ello debe seguir votando por la 4T, por eso decimos alto a la manipulación, que se implemente ya, la jornada de 40 horas y se aumenten los salarios, para que los trabajadores trabajen menos y ganen más. El incremento del salario en el sexenio anterior fue una farsa, una tramposa coartada que con los incrementos de los precios en todos los productos no ha servido de nada ese incremento salarial.

Si el gobierno actual estuviera del lado de los trabajadores en los hechos, claro que es posible aplicar la jornada laboral de 40, 35, 30 o 25 horas a la semana, si al mismo tiempo se incrementa el salario por hora en las proporciones que al trabajador le alcance para vivir dignamente. Intensificar el proceso de trabajo ha permitido que los empresarios obliguen a los trabajadores a producir más en menos tiempo, todos sabemos que la tecnificación o maquinización de las fuerzas productivas ha aumentado la explotación, disminuir la jornada y aumentar los salarios, obligaría a intensificar aún más la jornada y disminuir en un porcentaje mínimo las jugosas ganancias de los empresarios nacionales y extranjeros, con el fin de aplicar una política económica más distributiva, tan justo es que si la producción de la riqueza es social, producto del trabajo de todos los trabajadores debe distribuirse entre todos los que la produjeron, ¿cuál es el derecho que tienen unos pocos de apoderarse de ella y disfrutarla?

La riqueza social que hoy se produce en el mundo y en México es inmensa, son cantidades que nunca antes la humanidad había producido, esto es gracias a la fuerza laboral de millones de trabajadores, por eso es viable y necesario que el ser humano trabaje para vivir y no viva para trabajar; reduciendo la jornada laboral y recibiendo aumento de salarios que le permita tener tiempo para convivir, distraerse, cultivarse y disfrutar una vida más humana y al mismo tiempo percibir un salario que le permita cubrir sus necesidades básicas de alimentación, vivienda, educación, salud y vestido, además de poder generar un ahorro, con ello se estaría aplicando una política económica más distributiva en beneficio de las inmensas mayorías que hoy viven fatigadas trabajando y miserables, ese debería ser a la voz de ya la aplicación de la jornada de 40 horas en todo el territorio nacional y en todas las ramas productivas públicas o privadas. Esto debería de hacer el gobierno de la 4T y no andar engañando a los trabajadores con una reforma laboral progresiva y por esa vía quedar bien con la clase empresarial explotadora. Los empresarios mexicanos no pueden continuar trayendo a los trabajadores con salarios de hambre y mediante ese método obligarlos a trabajar jornadas con horas extras, basta de ese método esclavista, es hora de recortarles las uñas de buitres insaciables.

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