A inicios de este año, porque están en su derecho, 300 campesinos de las delegaciones de Xochimilco, Milpa Alta, Tláhuac, Magdalena Contreras y Tlalpan, integrantes del Movimiento Antorchista, ingresaron un pliego petitorio ante la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (Sagarpa) de la Ciudad de México, en el que se solicitaban apoyos necesarios para poder llevar a cabo su actividad de agricultura como: maquinaria, fertilizante, proyectos productivos, etc.
Ahora están amenzados con no poder realizar su siembra para este año, debido a que la Sagarpa ignora a los campesinos no importándole en nada que se pueda o no seguir realizando esta loable labor.
A pesar de que uno de los principales objetivos del cual presupe la Sagarpa es el de: "Promover el desarrollo integral del campo y de los mares del país que permita el aprovechamiento sustentable de sus recursos, el crecimiento sostenido y equilibrado de las regiones, la generación de empleos atractivos que propicien el arraigo en el medio rural y el fortalecimiento de la productividad y competitividad de los productores", lineamiento que ha echado al bote de la basura porque se ha dedicado a ignorar a estos humildes productores.
Desde hace meses los 300 campesinos, organizados con el Movimiento Antorchista acudieron respestuosamente a solicitar el apoyo en especie, que como institución la Sagarpa está obligada a otorgar a los trabajadores del campo, sin embargo, ésto ha significado un viacruciz para ellos, porque los funcionarios que despachan en esta dependencia se han dedicado a traerlos de ventanilla en ventanilla, con el claro fin de que desistan de su objetivo, como si con este trato su necesidad real se pudiera borrar. Estamos viendo que a las autoridades de la Sagarpa no les importa que miles de campesinos queden en la absoluta indefensión y dan carpetazo a la solicitud, a pesar de que la necesidad de apoyos es evidente, la Sagarpa se lava las manos con la excusa de que sus "famosas reglas de operación" no les permiten apoyar a nuestros campesinos pobres.
Ahora, después de tener que esperarar que las autoridades de la Sagarpa hicieran caso a su petición y viendo que nada de esto ocurriría, han tenido que recurrir al derecho constitucional que los asiste de realizar manifestaciones públicas pacíficas, con la repartición de volantes y cadenas humanas para denunciar la marginación que la Sagarpa comete con los más necesitados, así como para exigir que cumpla con su deber, porque el tiempo de siembra se agota y corren el riesgo de no poder realizarla, situación que sería muy lamentabe, porque ellos y sus familias dependen del sustento que les proporciona el campo.
No hay argumentos firmes por parte de la Sagarpa, sólo la desfachatez de querer hacer menos al humilde. Los antorchistas conscientes de la urgencia de estos apoyos buscan que se resuelva a favor de los campesinos pobres que integran nuestras filas, sin embargo, nos hemos encontrado con la cerrazón absoluta de los funcionarios que despachan en esta institución gubernamental, que por lo visto guardan afanosamente los recursos y los defienden como duendes. El campo mexicano se encuentra en una pésima condición, las necesidades cada día son mayores y urgentes y lo que solicitamos es muy poco comparado con todas estas.
Pedimos una vez más que la Sagarpa resuelva las demandas planteadas, a su vez en la desesperación y urgencia de las mismas, los campesinos afiliados a nuestra organización continuarán con la serie de movilizaciones, sin embargo, no se ve la luz al final del túnel y nuestros campesinos siguen padeciendo esta injusticia; sólo reciben promesas, pero a estas se las ha llevado el viento.
Nuestra organización social nació hace 43 años y tenemos 27 años de trabajar a brazo partido al lado del pueblo pobre en la Ciudad de México. Ni un segundo siquiera hemos dudado de la autenticidad de nuestro movimiento y de nuestros ideales, por lo que hemos luchado por la conquista de mejores condiciones de vida para millones de mexicanos y ahora por supuesto que no dudaremos y brindaremos todo nuestro apoyo moral y humano a quien lo necesite, porque sabemos la justeza de nuestras peticiones y vamos a luchar para que éstas se resuelvan a favor de los que menos tienen, por eso no abanadonaremos a estos humildes campesinos para que la Sagarpa atienda y resuelva la necesidad que tienen de semilla y fertilizante. La lucha apenas empieza no desistiremos.
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