México está irreconocible, las circunstancias en las que se encuentra nuestro país son verdaderamente deplorables y alarmantes, el crecimiento de cero por ciento en la economía del país, el desempleo, el hambre del pueblo aunado a la aplicación de leyes como la extracción de dominio, la cárcel preventiva sin necesidad de pruebas fehacientes del delito cometido, la ley garrote que viola en artículo 6º constitucional, estas y otras medidas gubernamentales, está creando un descontento general en la gente.
Andrés Manuel López Obrador, cada día, en sus mañaneras trata de vernos la cara una vez más a todos los mexicanos, intenta jugarnos el dedo en la boca, prueba de ello son sus acciones que han violado el pacto que existe entre el Estado y los subordinados de este (el pueblo), arrebatándoles sus garantías sociales y creando leyes que van en contra de la Constitución Mexicana. Pasamos de ser un Estado "democrático" a un Estado autoritario, donde se ha olvidado que alrededor de 30 millones de votos fueron otorgados a AMLO, para que este respondiera a los intereses de los más necesitados y en vez de ello, nos topamos con un régimen autoritario; sordo ante la manifestación de inconformidad y absurdo en cuanto a la toma de decisiones para nuestro país.
Todas estas "políticas" morenistas han sembrado un descontento social terrible, la prensa del país guardará en la historia este momento tan crucial para la vida de México. La clase medianamente acomodada y la clase proletaria son testigos de lo desatada que está la violencia, producto del desempleo de la gente, consecuencia de la desigualdad que existe en el país. Efecto de un mal diagnóstico del problema supremo del país, que es la mala repartición de la riqueza social, que siempre es creada por el obrero, el campesino y los trabajadores en general y, sin embargo, es absorbida por el dueño de los medios de producción, o sea, los "jefes", "propietarios", etcétera.
Todo esto lo relato porque he de confesar que viví una vida antes de formar parte del Movimiento Antorchista y puedo testificar que estando fuera de esta organizaciones es severamente difícil, es sofocante y agotadora, no existe día en que la gente, el pueblo, nosotros, no nos tronemos los dedos por idear una manera en que se tenga comida en la mesa, o por lo menos techo en donde se pueda reposar el cuerpo después de una larga jornada de trabajo, que muchas veces suele ser mayor a ocho horas, esto se debe a que el mísero salario no es suficiente para la subsistencia digna de los mexicanos. Existen estudios que prueban que los hombres de nuestra patria trabajan alrededor de 12 horas y las mujeres un promedio de 16 horas al día.
Mencioné que este momento se ha vuelto crucial en la historia de México, puesto que ahora más que nunca, el pueblo debe de unirse para combatir las atrocidades que se están cometiendo y que nos están llevando por un rumbo verdaderamente preocupante. Aquí es donde nosotros los antorchistas estamos seguros de que a llegado la hora en que el pueblo tome verdaderamente las riendas de su destino, es aquí donde encontramos cada vez más latente la necesidad de que el pueblo haga suyo el poder del Estado, para poder responder como es necesario a sus intereses. Antorcha es ahora, la única opción para los habitantes del territorio mexicano, no lo digo porque yo sea parte del Movimiento Antorchista, sino porque millones de mexicanos podemos dar testimonio de que no existe organización en México y podría yo decir en el mundo que se preocupe por la educación del pueblo y de los hijos del pueblo. Solo Antorcha promueve para la gente el arte, la cultura, el deporte y la educación política de la masa depauperada del país.
Es así que, en la ciudad de Puebla (como en otros lugares de México) se ha buscado la creación de espacios dignos para elevar el alma de la gente humilde, está el caso de lo que hoy es Balcones del Sur, en donde existe la inversión gestionada por Antorcha, para la construcción de la Unidad Deportiva "Lenin Campos", que a su vez cuenta con una magnifica alberca olímpica, dispuesta a brindarle servicio al pueblo, además está la Casa de Cultura "Aquiles Córdova Morán", que tiene unas instalaciones de lujo, en donde se enseña a los jóvenes y niños que existe algo más allá de lo que la calle y los vicos pueden ofrecerles, y eso, señores y señoras lectores solo pudo ser posible con el pueblo organizado y guiado por una organización verdaderamente conformada por el pueblo. Eso es Antorcha, eso somos, un pueblo unido y fortalecido, de la misma manera educado y consiente de las necesidades de nuestra clase.
Pero no es lo único, en cada una de las colonias fundadas por nuestra organización, se ha gestionado la mejora de las calles, el drenaje, la colocación de alumbrado público, la creación de auditorios, escuelas y espacios de uso colectivo para fomentar una convivencia sana y una vida plena para los trabajadores y sus familias. Se realizan faenas de las colonias, se le dan cursos de regularización a los niños, se les enseña repostería, estilismo, manualidades y otras cosas a las madres de familia, para tener una herramienta más de sustento económica o con el simple propósito de que la gente esté alejada de los vicios y los malos hábitos que crea el aparato ideológico del Estado capitalista en el que vivimos actualmente.
Ahora bien, hace siete años, aproximadamente conocí las Casas del Estudiante de la ciudad de Puebla, en donde se alberga a gente como nosotros, a los jóvenes estudiantes del pueblo, que buscamos un futuro diferente al que les tocó vivir a nuestros padres. Estas casas, se lograron gracias a la gestión del Movimiento Antorchista en conjunto de los jóvenes de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR), y quiero presumir que estas casas cuentan con nuevos edificios, verdaderamente dignos para el estudiantado, las Casas del Estudiante "Hermanos Serán" son indudablemente un semillero de nuevos y mejores hombres y mujeres para este país. Aquí se practica el arte y el deporte, se fomenta el estudio y el compañerismo entre la juventud emanada del pueblo. Aquí se crean jóvenes de ciencia.
Y que decir de los Grupos Culturales Nacionales del Movimiento Antorchista, esas joyas mexicanas que van y vienen por la anchura de nuestro territorio, dándole al pueblo un poco de alegría, con sus bellas voces, sus gloriosas danzas y bailes, con sus enternecedoras declamaciones y con sus magnificas puestas en escena a través del teatro. Ellos son, para nosotros, el tesoro viviente de que la juventud artística hoy más que nunca está dispuesta a encabezar lo que el pueblo exige. Nuestro mayor ejemplo es Berenice Bonilla y Omar Abit, dos talentosos artistas que hasta en su último respiro estaban pensando en liberar al pueblo con el arte, ellos que nos fueron arrebatados en un accidente automovilista, aún en su lecho de muerte, nos han sembrado una esperanza.
Absolutamente todo lo que se ha logrado es fruto y esfuerzo de los que estamos organizados en Antorcha, y ¿quiénes estamos organizados en Antorcha? Nada más y nada menos que el pueblo pobre, o sea, los que sufren hambre, los que carecen de medicamentos, los que pagamos impuestos, los que tomamos el transporte público, los que trabajamos en el campo y en las fabricas, y claro, también los estudiantes, lo digo porque yo soy estudiante, y estoy aquí, organizada con el Movimiento Antorchitas Nacional, porque estoy segura y convencida de que no existe mejor cura para la enfermedad de pobreza de nuestro país que estando organizado y luchando a un lado de los que son nuestros iguales, los que como nosotros son desposeídos de los medio de producción.
México ya no necesita de redentores, la historia de nuestro pueblo es la mayor prueba de que la única manera de realizar un cambio en beneficio de nuestros intereses está exclusivamente en que el pueblo se organice, luche, se eduque y se eduque. Por eso en Antorcha nos desvivimos porque la gente comprenda la situación actual y que vea con sus propios ojos que aquí lo único que tenemos que perder son nuestras cadenas, esas, las que nos someten al régimen actual, las que nos mantiene como oprimidos de una clase que, según la historia, se adueñó de lo que hoy tiene a costillas de nosotros, del pueblo mexicano.
Bajo esta necesidad de tomar las riendas del país, para que este esté al servicio de nosotros, nació hace 45 años el Movimiento Antorchista, con el objetivo claro de que en México se debe derrocar la abismal pobreza y el aparato que la mantiene. Cambiar esta inhumana situación de desigualdad social y darle al pueblo, lo que por derecho le pertenece. Estamos a escasos días, para ser precisos, el día 10 de noviembre, en la ciudad de Puebla llevaremos a cabo el aniversario del Movimiento Antorchista en el estadio Cuauhtémoc y Hermanos Serdán, a las 7 de la mañana, en donde 150 mil antorchistas asistiremos. En esta fiesta, donde cumplimos años, mostraremos nuestra fuerza, nuestra jovial valentía, porque como dijo la poesía "no hay nada más bello, sobre la anchura de la tierra, que un pueblo libre", y, más tarde que temprano elevaremos nuestras banderas rojas como símbolo de libertad a los hombres y mujeres sencillos de nuestro pueblo.
Yo, que soy testigo de que Antorcha es el futuro, invito a todos los lectores y a todos los mexicanos a que nos sigan, a que se unan, a que no elijan el camino fácil, porque solo nosotros, los que hemos vivido la vida allá en las maquinas y bajo el rayo del sol, podemos hacer de México una nación mas humana. Ha llegado señoras y señores el tiempo del pueblo, el tiempo de Antorcha Revolucionaria. Atendamos al grito de nuestra patria, que nos necesita más unidos que nunca.
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