A punto de cumplir un mes de plantón frente a las oficinas donde despacha el gobernador del Estado, Quirino Ordaz Coppel, y luego de acordar mesas de trabajo con las diferentes secretarías, súbitamente se han cancelado dichas reuniones. ¿Es orden del gobernador que así cree doblegar la persistencia antorchista de búsqueda de soluciones?, ¿Es instrucción del Secretario General de Gobierno Gonzalo Gómez Flores? No lo sabemos, pero cualquiera que haya dado la orden, está equivocado, pues nosotros los plantonistas, sólo nos retiraremos si hay soluciones.
Porque lo que pedimos los antorchistas, son sólo soluciones a necesidades elementales: solares para vivienda, agua potable, drenaje sanitario, abasto de medicamentos a hospitales y centros de salud, regularización de colonias, apoyos al campo, pavimentaciones en colonias populares, etc.
Sinaloa es un estado donde se produce mucha riqueza, en primer lugar destaca el maíz, con una producción anual de alrededor de 5 millones de toneladas, el segundo lugar lo ocupa el tomate, con cerca de 3 millones de toneladas que se producen en los valles de Culiacán y Guasave y el tercer producto de mayor producción es el trigo, con 2 millones de toneladas. Además Sinaloa se ha posicionado como el primer lugar en producción pesquera de México, cuenta con el primer lugar de captura y exportación de camarón. El 70 por ciento del atún del país se procesa en Mazatlán, ya que el puerto cuenta con la industria y flota atunera más grande de México. También es líder con 75 mil toneladas de bovino producidas al año, que exporta a países como Estados Unidos, Rusia, Japón y Europa.
Pero en contraste el 36.7% de los sinaloenses (un millón 055 mil 600 personas) vive en la pobreza, mientras que el 5.5% de los habitantes (156 mil 300) vivían en pobreza extrema, según datos de CONEVAL 2016. Hoy esas cifras siguen presentes y se ven reflejadas, quizá en mayor cantidad, con los indicadores del ingreso corriente per cápita, rezago educativo, acceso a los servicios de salud, accesos a la seguridad social, calidad y espacios de vivienda, acceso a la alimentación, etc., que miles de sinaloenses padecen a diario.
Así pues, sólo unas cuantas familias concentran la riqueza producida por todos los sinaloenses, y la gran mayoría vive con salarios muy bajos, uno de los más bajos de México, a pesar de ser Sinaloa uno de los estados dentro de los más ricos del país.
Ante este panorama social, al antorchismo no le ha quedado de otra que salir a la calle a denunciar la falta de atención a las necesidades de los sinaloenses más pobres, quienes ya están cansados de vivir en medio de la pobreza y marginación, mientras ven cómo el Gobierno despilfarra el dinero de los impuestos en cosas sin importancia; para el antorchismo sinaloense no hay marcha atrás, a nuestra lucha y nuestro plantón solo le daremos bandera blanca con soluciones suficientes. No más, pero no menos.
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