MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Tijuana y su inédita asamblea popular

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El 20 de octubre pasado, en Tijuana, se logró una hazaña que ningún partido político en Baja California ha podido alcanzar: reunir a 20 mil mexicanos. Entre los objetivos, metas y aspiraciones que nos fijamos, se pudo alcanzar algo inédito para la vida política de esta entidad: logramos demostrarle a la sociedad y todo aquel que nos acusa y nos critica, que los antorchistas somos, seguimos y seguiremos siendo la única organización que respalda la lucha del pueblo trabajador; que lucha por sus intereses y que siempre estará abierta y dispuesta para que más mexicanos se unan a nuestras filas hacia nuestro objetivo de cambio del modelo económico neoliberal imperante en el país, causante de los grandes problemas nacionales como la pobreza y la violencia. Reducidos solo como un grupo que realiza marchas y plantones, en El Trompo, demostramos al lado de 20 mil integrantes de nuestra organización en la zona Noroeste, que Antorcha engloba ya a todos los sectores, en la búsqueda para transformar esta sociedad, una sociedad de los desprotegidos y marginados hacia uno que contemple la generación de riqueza al nivel de nuestro vecino americano, pero que al mismo tiempo contemple las necesidades de las mayorías.

La gigantesca concentración en el Audiorama de El Trompo, que dejó de ser un lugar gris y escenario de bailes populares, se vistió de rojo, tras el río humano que desfiló para abarrotar el recinto donde recibirían a su dirigente nacional, el Ing. Aquiles Córdova Morán, un mexicano humanista, sensible, inteligente e impulsor de la organización de los pobres de México a lo largo y ancho de la República; nos reunimos miles, miles de mexicanos que decidimos organizarnos y luchar por una vida justa, ahí nos convocamos contingentes de Sinaloa, Baja California Sur, Sonora y Baja California porque hemos entendido que solamente de manera organizada podemos seguir consiguiendo logros, no solo para los que componemos ese gigantesco movimiento que surgió en Tecomatlán, en la década de los 70´s, sino para los miles de mexicanos que viven en el abandono por los distintos gobiernos.

Nos hemos reunido el pueblo, los que luchamos día con día para mejorar nuestras calles, llevar agua, servicios de energía, drenaje, en una palabra, progreso, para nuestras colonias. Todos los que soñamos con un mundo mejor, cambiando el modelo económico y las pésimas condiciones que se derivan de ella, desde la insalubridad hasta fenómenos más complejos como la inseguridad. Una columna vertebral ya de miles de antorchistas que han entendido que un cambio no se logra solo con sustituir el color de la opción gobernante en turno, sino diseñar un plan nacional, que englobe no solo el bienestar del pueblo trabajador, pero fundamentalmente a las áreas del país en general como el empresariado, pues solo en un gran frente, se puede aspirar a crear riqueza, riqueza que se traduce en empleos y que éstos estén bien pagados, además de una política fiscal progresiva y reorientación del gasto público entre los sectores más pobres del país.

Hoy por hoy, se hace más valioso este festejo, porque ser antorchista y mantenerse en pie de lucha, ante las condiciones sociales actuales, exigen ver más allá de nuestra calle, colonia, municipio, estado o país. En estos momentos, América Latina está sufriendo a causa de la derecha, vemos cómo han fracasado las políticas de gobiernos como el de Macri en Argentina, y no vayamos más lejos, en nuestro propio país, son diversos los grupos que están sufriendo, no solo por las políticas mal ejecutadas del gobierno federal, sino por la gran polarización social que se ha sembrado creando la ficción de conservadores y "progresistas", división que ha provocado la 4ta transformación desde que tomó el poder.

Los antorchistas hemos entendido, desde el nacimiento de nuestra organización, que las políticas se deben enfocar en mejorar la calidad de vida de los más necesitados, llevando con ello a un progreso constante a nuestro país, económicamente, en materia de salud, educación, ciencia y tecnología, en materia social, etc. Potenciar esta economía que ocupa el lugar 15 a nivel mundial, se puede seguir haciendo, pero también urge repartirla. Los antorchistas sabemos que existe la forma y la manera para poder trabajar sin explotar, para reducir las horas de trabajo de todos los trabajadores y mejorar los salarios; en otras regiones del mundo, como en Estados Unidos esta urgencia por repartir la riqueza se vuelve un asunto de seguridad nacional.

Para lograr este cambio, se requiere de una fuerza popular que impulse el cambio, que sostenga la nueva sociedad, con gente visionaria, que estudie la sociedad, tenga una visión humanista y cobre consciencia. Se necesita también que quienes ya son parte del Movimiento Antorchista continúan adelante hasta llegar a la meta de ser 10 millones de mexicanos; por eso nos reunimos, para demostrarle a los tijuaneses, a los bajacalifornianos, a los mexicanos en general y a nuestros compañeros del centro y sur de México, que aquí, donde comienza la patria, la llama del antorchismo está echando raíces. Hay que continuar con nuestro trabajo de organización y educación que realizamos día con día, seguiremos trabajando para lograr nuestra meta, cambiar el modelo económico, porque ya lo dijo nuestro secretario general, el Ing. Aquiles Córdova Morán, "el presente y el futuro es Antorcha".

Para quien tenga dudas de lo que arriba se dice, los invito a ver los gráficos que se encuentran en nuestra página oficial de Facebook, donde nos encuentran como Movimiento Antorchista Baja California; las fotos y videos no mienten. A nuestros detractores-una fuerza social como la que ya tiene el antorchismo no sería tal, si no existieran- les demostramos que, a pesar de los ataques y calumnias, Antorcha avanza y cada vez con más fuerza. A nuestros amigos y hermanos antorchistas, las infinitas gracias por confiar y empujar este gran movimiento de educación y organización popular que se inició apenas en el año 2000 cuando llegamos a zona emblemáticas de Tijuana hasta extenderse a Sonora, Sinaloa y BCS. Nos vemos en nuestro próximo festejo, en el estado de Puebla, allá abarrotaremos los imponentes estadios Hermanos Serdán y Cuauhtémoc y cerraremos en el Estadio Azteca. Nuestra solidaridad con los antorchistas del Sureste, en donde las presiones del gobierno federal mantienen en la incertidumbre la convocatoria para otros que 60 mil mexicanos se reúnan en otra gigantesca asamblea popular.

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