Hace unos días, queriendo investigar más sobre la historia del teatro, luego de tanto buscar y buscar, me encontré con el libro titulado "Conferencia Culturales", autoría de Aquiles Córdova Morán, Secretario General y fundador del Movimiento Antorchista; cuán grata fue mi sorpresa de hallar ahí, no solo la historia de cómo surgió el teatro sino además, una explicación detallada y un análisis profundo que su autor hace, sobre la relación que existe entre esta expresión artística y el pueblo.
Y es que, la explicación data en que, el teatro, es una herencia de la cultura Grecia porque a medida que se fue desarrollando la sociedad griega, como sucede en toda sociedad que se desarrolla económicamente, se separó en 2 grupos sociales: la aristocracia griega (los poderosos, terratenientes o ricos) y el demos griego (el pueblo obrero), cuestión que llevó a que, por una parte, la aristocracia se identificara con Apolo, dios de la mesura, por tanto, los valores que le concertó cautivar es que, no tiene ni manifiesta sus sentimientos de manera abierta y siempre tiene una apariencia de vida apaciguada, tolerante con el resto del aledaño social; por el contrario, el pueblo griego, como era el que cultivaba la tierra, el que producía (como en todas la épocas), pero sobre todo en esa época, cuando la economía dependía de la agricultura, elige a Dionisos, conocido más tarde entre los Romanos como Baco (dios del vino) porque es identificado con la agricultura.
Esto viene a cuento porque Dionisos, se convierte en el dios del pueblo y el carácter popular de este dios se celebraba con danza desordenada y consumo de mucho vino. En un primer momento, esas fiestas que se celebraban con danzas, música y cantos expresaban alabanza al dios, pero también dolores e inconformidades del pueblo; posteriormente, se convirtió en la celebración denominada "La Gran Dionisia", que da pie al nacimiento de lo hoy, conocemos como teatro; pues el festejo consistía en que se sacaba al dios Baco a una procesión por las principales calles de la ciudad de Atenas y al final se colocaba en el centro del escenario un altar llamado Timele, en el que en centro quedaba un lugar abierto y la gente se distribuía en círculo.
El teatro es pues, un arte popular, y lo es porque nació de la entraña del pueblo. Así se entiende que, a pesar de que en los últimos tiempos, las instituciones teatrales en México y de diversas partes del mundo, fomentan el teatro comercial en el que venden espectáculos de muy baja calidad y no educan al hombre sino que lo hacen sumiso; que cuando les presentas obras que reflejan las injusticias y la realidad en la que viven a través de una puesta en escena, por extensa que esté, el pueblo lo entiende y perfectamente.
Esto último, fue lo que se logró apreciar en días pasados, cuando en el Teatro Macedonio Alcalá (edificio emblemático por los nombres de los personajes que representa pero además por su historia y antigüedad), se presentó por segunda ocasión, la compañía nacional de teatro "Víctor Puebla" de filiación antorchista, en lo que fue, el II Maratón de Teatro, organizado año con año, gracias a la comisión cultural nacional del Movimiento Antorchista. El llanto, la alegría y los aplausos fueron muestra de que en efecto, el pueblo entiende el teatro.
Es de señalar que en este evento cultural, como en otros que realiza el antorchismo, la entrada fue gratis y totalmente libre, por lo que, en su mayoría, los espectadores fueron campesinos, amas de casa y estudiantes, que al cerrarse el telón de cada puesta en escena, entendiendo los mensajes de "El Burgués gentilhombre" de Moliere, y "La Muerte de un viajante" de Arthur Miller, se ponían de pie y a viva voz exclamaban ¡Bravo!, ¡Bravo!.
Esto no era para menos pues, los actores despertaban en cada uno de sus espectadores emociones, alegrías, enojo, tristeza, etcétera, luego de reflejar por ejemplo, en "El Burgués gentilhombre" de Moliere, que un hombre de nombre Guillermo, llegó a enloquecer por desear a toda costa obtener un título nobiliario, ser correspondido por una gran dama y aprender a comportarse "correctamente", todo esto para encajar en una clase venida a menos: la nobleza; en cambio, "La muerte de un viajante" de Arthur Miller, causó risas pero también enojo y llanto en el público, debido a que la historia de Willy Loman, vendedor viajante, terminó su vida pensando en querer prosperar a base de sus esfuerzos, cuando la realidad es que su pobreza no se debía a que no trabajara sino que vivía en un sistema capitalista que como trabajador, era explotado por su patrón.
La expresión teatral, ocupa un lugar importante dentro de las expresiones artísticas porque el teatro nació primero, por esa razón, casi desde su nacimiento, el Movimiento Antorchista ha venido realizando actividades culturales, para que a la par de que el pueblo trabajador luche por mejores condiciones de vida, se concientice y eleve su calidad educativa; en este caso, Antorcha busca que el fomento del teatro deje de ser vínculo de educación de la clase poderosa y lo sea de quién la fundó, la clase proletaria.
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