Si usted creía que por el hecho de tener un presidente oriundo de Tabasco la situación económica y social de sus coterráneos mejoraría: usted se equivocó. Los problemas sociales que se agudizan a diario a nivel nacional, también se recrudecen en el terruño del señor presidente Andrés Manuel López Obrador. En el caso de la delincuencia el gobierno ya ha sido rebasado; no fue necesario oficializar un toque de queda, pero los tabasqueños viven atrincherados en sus hogares para evitar ser víctimas de algún delito que les arrebate sus pertenencias o peor aún, la vida. Después de una extenuante jornada laboral, las mujeres y los hombres apresuran el paso para llegar lo más pronto posible a sus casas y reunirse con sus familiares. Este trayecto se ha convertido en una verdadera carrera de obstáculos. No pasa un día sin que las ejecuciones sean la noticia principal de los medios de información. ¿Quiénes son las víctimas? Entre ellas, no se puede negar que hay gente relacionada con alguna actividad ilícita, pero muchos otros son trabajadores del volante, pequeños y medianos comerciantes, periodistas, hombres y mujeres que se resisten a ser asaltados, obreros, colonos, líderes sociales, incluso familias enteras; es decir, personas que forman parte de las clases más necesitadas de Tabasco.
La semana pasada el asesor jurídico del Comité de Derechos Humanos de Tabasco, Efraín Rodríguez León, declaró que en el tema de inseguridad se ha alcanzado niveles críticos. Aseguró que hasta el cierre del mes de octubre de 2019 se tiene un registro de 364 ejecuciones, mientras que en el mismo periodo del año pasado, es decir, de enero a octubre de 2018, se registraron 237. Es decir, que en este periodo se han registrado 127 asesinatos más que en 2018, lo que sitúa el 2019 como el año más sangriento en Tabasco, a pesar que aún faltan dos meses para finalizar, por lo que seguramente la cifra de ejecuciones se incrementará, rompiendo todos los récords en esta materia. "Por supuesto que estamos siendo rebasados por la inseguridad, ya no se puede salir a la calle porque todo mundo teme ser asaltado o encontrarse con alguna balacera...la situación está alcanzando niveles críticos, en estos acontecimientos mucha gente que no tiene nada que ver con la delincuencia, puede verse afectada", señaló Rodríguez León. La tragedia ocurrida esta semana a la familia Lebarón enlutó a todo el país, pero no es el único caso. El día de ayer, jueves 6 de noviembre, en distintos hechos, siete personas fueron ejecutadas en Tabasco en un solo día. Ante la fallida estrategia para disminuir los índices delictivos, los tabasqueños comienzan a perder las esperanzas puestas en López Obrador, líder moral de Morena. Por su parte, el gobierno estatal, de la misma extracción partidista, ha quedado como testigo mudo y anquilosado, totalmente incapacitado para frenar la ola de violencia.
A esta situación se suma la crisis económica que padece la entidad, a pesar del anuncio con bombo y platillo de que la construcción de la refinería de Dos Bocas en el municipio de Paraíso será un detonante para la generación de empleos y de la actividad económica, los meses pasan y la situación se agrava. Así lo reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) al dar a conocer el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), en el que Tabasco aparece como el estado con mayor contracción anual en su Producto Interno Bruto. Respecto al 2018, registró una caída de 10.3 por ciento en el segundo trimestre de 2019. Es decir, la economía de Tabasco es la peor del país. La mayor contracción de la actividad económica fue en la minería, la construcción y la industria manufacturera. Asimismo, la entidad fue la que menos contribuyó a la variación total de ITAEE, con -0.28 por ciento. El Inegi también reportó que, en su conjunto, la economía en la Región Sur-Sureste del país se redujo 2.6 por ciento en el segundo trimestre del año en curso, respecto al mismo periodo del año anterior.
El barco está a la deriva y haciendo aguas por todas partes, y no hay indicios de que el capitán quiera dar un golpe de timón, los indicadores económicos van en picada y los problemas como la inseguridad, el desempleo y la falta de inversión se agudizan. Los servicios públicos para los pueblos y colonias son cada día peores, como el servicio médico, que carece de espacios dignos para la atención de los pacientes, así como la falta de médicos y la escasez medicinas; el pésimo servicio de agua, que llega contaminada a los hogares, provocando serias enfermedades en los usuarios; el deteriorado servicio de drenaje, que cada vez que llueve, aunque ligeramente, se presentan severas inundaciones que dejan con el agua hasta las rodillas a las familias; la falta de infraestructura educativa y maestros; la falta de energía eléctrica y el cobro excesivo del servicio, etcétera. Huir del Edén, parece una paradoja, pero es una de las posibilidades que mucha gente en Tabasco ve como una opción para no arriesgar la vida y sus propiedades adquiridas con muchos años de esfuerzo y sacrificio, por lo que en muchas casas y edificios ya se lee la leyenda "se vende". La 4ªT llegó a Tabasco como a todo México: como una gran esperanza que con el paso del tiempo se convirtió en una gran tragedia. En Tabasco, se perdió el Edén.
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