La situación económica de las familias más pobres en nuestro país ha hecho que millones de mexicanos migren hacia los Estados Unidos en busca del “sueño americano”, es decir, buscar el éxito y la prosperidad mediante el trabajo duro, cosa que no podrían lograr en nuestro país.
Es un mito la idea de que cualquiera puede salir adelante con su propio esfuerzo; la concentración de la riqueza hace que una minoría disfrute de la riqueza producida por todos.
Los Estados Unidos, mediante series y películas, se han encargado de propagar por todo el mundo la idea de que son el país ideal, donde con la economía de libre mercado cualquier ciudadano que se esfuerce puede ser exitoso, entendiendo el éxito como tener dinero; que la autorregulación del mercado le dará a cada uno lo que necesite para vivir y que, si es alguien trabajador y ahorrativo, necesariamente le irá bien.
Sin embargo, si nos fijamos en la realidad de la sociedad estadounidense, es que es una de las más desiguales en el mundo. Incluso hay más desigualdad que en el antiguo Imperio romano, que se basaba en el trabajo esclavo.
El 1 % más rico de Estados Unidos gana 468 veces más que el 50 % más pobre. Por tanto, es un mito la idea de que cualquiera puede salir adelante con su propio esfuerzo; la concentración de la riqueza hace que una minoría disfrute de la riqueza producida por todos.
En cuanto al acceso a la educación universitaria, Estados Unidos es el país con el peor diseño para su universalización. Los jóvenes pobres que quieran estudiar una carrera tienen que endeudarse de por vida para poder hacerlo. Hay deudas estudiantiles de personas que tienen entre 70 y 79 años que ascienden a 85 mil millones de dólares. En la salud, el problema es el mismo. La privatización del sistema de salud junto con la venta de seguros médicos tiene a las familias pagando miles de dólares para tener atención médica de calidad.
Otro problema que atraviesa las cuestiones económicas es el racismo, pues a la gente se le priva de sus derechos solo por el color de piel. El racismo afecta el acceso a la justicia, la vivienda, la educación y el empleo. Las personas racializadas son más propensas a ser detenidas, condenadas y sentenciadas a penas más severas. Esto provoca que la esperanza de vida de las personas negras en Estados Unidos sea incluso diez años menor que la de las personas blancas del mismo país.
Para los mexicanos que se fueron en busca de ese sueño americano, la realidad no es diferente. Según datos publicados por La Jornada, 6.6 millones de mexicanos viven en condiciones de pobreza en los Estados Unidos. Es una situación lamentable, ya que es la pobreza la que los obliga a salir del país, pero solo van a encontrar más de lo mismo.
El sueño americano no existe para muchos, pero también es cierto que aquí no se han generado las condiciones para asegurar una vida digna a los mexicanos. En los últimos años el Estado mexicano se ha concentrado en dar dinero para controlar la conciencia de la gente, pero no en la generación de empleos bien remunerados, buenos servicios de educación, salud, vivienda, etcétera. No hay para dónde hacerse, más que la población misma tome el control de su propio destino.
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