Como lo comenté hace apenas unas semanas, el 28 de Julio del 2010 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció el Derecho Humano al agua y saneamiento, pues el agua entubada incide en la calidad de vida y dignidad de los seres humanos, a tal punto que vivir sin agua y drenaje equivale, en la práctica, a reducir la existencia humana a límites cercanos a la condición animal. En México, en febrero del 2014 este derecho quedó consagrado, como Derecho Humano fundamental en el Artículo 4° de la misma, con lo que se le reconoce como un elemento esencial de la dignidad humana y mínimo indispensable de la calidad de vida.
Sin embargo, la situación de carencia de los pobres y marginados, que son los que más sufren por la falta de agua y drenaje, no excluye a vastos núcleos poblacionales en las grandes ciudades y en las ciudades medias de nuestro país, en los cuales la falta de esos servicios amenaza con quedarse para siempre, por la desaparición de los programas sociales y asignación de obras, cuya gestión permitía el suprimido Ramo 23 dentro del anterior Programa de Egresos, y, también por la tozuda resistencia de las dependencias encargadas de realizar las obras correspondientes, situación que se agrava al quedar ahora en lugar de aquel, un nuevo presupuesto vertical, centralizado, excluyente y antidemocrático.
De manera que la falta de agua y drenaje, por ejemplo, en la ciudad de San Luís Potosí, donde se tienen problemas agudos de este tipo, es en la colonia Cecilia Occelli, La Azteca, Ejido Libertad, o el núcleo poblacional de Escalerillas, (más de 3 años sin servicios) donde el viejo drenaje que es de tubos de cemento termina por partirse por el peso de los vehículos y la resequedad de los ductos, con lo cual se tapona todo el saneamiento de estas colonias. No hay agua y el drenaje no sirve, aunque una que otra vez se mande el vactor para simular que se hace algo, sin embargo, los vecinos, que están hartos de padecer de malos olores en sus viviendas, sí pagan su agua y saneamiento, pero tampoco esto sirve para que les hagan caso.
Hace algunas semanas elevaron su queja al municipio y al organismo Intermunicipal Metropolitano de Agua Potable, Alcantarillado de Cerro San Pedro, San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez, (INTERAPAS) para pedir que se cubriera un canalón que llevaba aguas negras pero que desde hace años está seco y solo sirve para tirar perros muertos, basura, y hasta ejecutados envueltos con bolsas de plástico negro, o como lugar donde se ocultan los delincuentes y malvivientes para cometer sus reprobables crímenes y efectuar las peores conductas autoagresivas y faltas de independencia mental, envenenándose con sustancias tóxicas a niños y jóvenes. Lo que reclaman los vecinos es que se tape el llamado canalón de la colonia Cecilia Occelli y se mejore su calidad de vida aquí y ahora, haciendo efectivo su derecho al agua y saneamiento, mediante las obras de infraestructura que necesitan para mejorar su calidad de vida y recuperar un medio ambiente sano para ellos y para sus hijos.
Al final del día, esto es lo que no le está gustando a la gente de los de la transformación de 4ta, solo por eso los vecinos que están viviendo en tan deprimente situación se presentarán con gusto al 45 Aniversario de Antorcha en el estadio Alfonso Lastras, para gritar que no se les deben escamotear las obras, so pretexto de unas tarjetitas, que no representan más que la compra de voluntades con el dinero de la propia gente, dinero ajeno al gobierno, a la que no se le puede negar bajo ningún motivo ni pretexto, una mejor calidad de vida o un medio ambiente sano y saludable para todos, ese es un derecho constitucional suyo y lo tienen que hacer valer, aquí y ahora, pues a mediano y largo plazo como dijo Keynes, todos estaremos muertos.
En consecuencia, llamó la atención desde aquí a las dependencias que involucran estos temas para que pongan manos a la obra, al Gobernador y al Presidente de la República, y sobre todo al Presidente Municipal Xavier Nava, quien ya se había comprometido con el agua y saneamiento de Escalerillas (cuyos desechos, caen a la presa de San José y siguen, al carecer de agua potable, bebiendo agua contaminada) y otras colonias. El munícipe, va ganado fama de ser un edil resolutivo, incluyente y cumplidor con su palabra, si esto es así, lo invito a que ejecute esas obras de inmediato, de no ser así, quienes viven en tan deprimente situación, como la ya descrita en la Cecilia Occelli, tendrán que levantarse y protestar, ante quien sea, en forma directamente proporcional a la resistencia de quienes se oponen a hacer efectivo, su derecho al agua y saneamiento, que es lo mínimo para tener una mejor calidad de vida y un mínimo de bienestar, aquí y hora. Y si no, al tiempo.
Compañeros, palabra cumplida.
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