En los días que corren, es nota recurrente en todos los diarios locales, las opiniones a favor y en contra, acerca de la propuesta de iniciativa encabezada en el Congreso por algunos diputados de Morena, con la intención de reformar la Ley Orgánica de la Universidad de Colima, es decir, la intención de modificar y controlar el funcionamiento, nada menos, que del Alma Mater de miles de colimenses, muchos de los cuales son gobierno o han participado y participan en él, son presidentes municipales o diputados de las legislaturas pasadas y presentes, además de muchísimos profesionistas más, que con su trabajo en las aulas, la industria, los servicios, etcétera, sostienen y engrandecen la productividad de todo el estado.
Los que están a favor de la iniciativa, dicen que los encabeza el diputado Vladimir Parra Barragán, junto con algunos diputados de su fracción morenista; también se dice que atrás de ellos está la licenciada Indira Vizcaíno Silva. Proponen modificar 24 artículos de la Ley, derogar cinco y agregar dos más. Piden, además, entre otras cosas, que el servicio de la universidad sea gratuito como lo establece el artículo 3º de la Constitución, así como que "[...] se garantice el voto libre, secreto y directo (entiendo que para la elección del Rector y su consejo), para que este procedimiento den como resultado no solo el desarrollo de la vida interna sino también legitimidad" (Diario de Colima 22/11/19). La iniciativa fue turnada a la Comisión de Estudios Legislativos y Puntos Constitucionales, y a la Comisión de Educación y Cultura para su análisis. Y en esto estamos ahora, en medio de la polémica que ha venido levantando.
Todos los que están en contra de la iniciativa, que ya son muchos, argumentan que lo que el diputado Vladimir Parra quiere, junto con todos sus partidarios y padrinos de Morena, es apoderarse del control de la Universidad, violentando para ello la autonomía de la misma. Invocando también el artículo 3º de la Constitución, argumentan la fracción VII que establece que la autonomía universitaria es un elemento esencial para el pleno desarrollo de la educación superior en México, lo que, según afirman, quedó establecido en la Ley General de Educación. Argumentan, que la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), invoca la autonomía universitaria, para "proteger el principio de libre enseñanza (libertad de cátedra, de investigación, de examen y discusión de las ideas), indispensable para la formación y transmisión del conocimiento" (íbid). Informan también, que desde hace casi 80 años, es decir, casi desde su fundación, de la Universidad de Colima han egresado 180 mil profesionistas, y que en este año atienden al 50 por ciento del total de la matrícula del estado en educación media superior y superior, además de mantener convenios de colaboración con el Gobierno del estado y los diez ayuntamientos.
Esto es, estimado lector, lo que hasta ahora se puede entender de las discusiones públicas y privadas acerca del tema. Pero, con base en lo hasta aquí referido, sobre lo que unos y otros contrincantes afirman, ¿qué se puede concluir?
Con el riesgo que implica siempre cualquier afirmación, cuando son los medios de información los que la nutren, por ser estos lo único de que se dispone, dejo humildemente aquí mi opinión. Yo creo, sinceramente, que la propuesta de tal iniciativa de reforma, inviable en términos económicos por donde se le vea, sus argumentos y su propaganda, son sólo un ardid, y no precisamente de quienes hoy aparecen en la foto como sus promotores. Es decir, creo que no sólo es la Universidad y sus recursos humanos y económicos lo que quiere Morena y su 4T, ese es sólo el señuelo hábilmente tirado como la tinta del pulpo cuando se siente amenazado. Morena y AMLO quieren todo, es decir, la Universidad y el estado con sus instituciones, su cultura, su religión, sus leyes y su justicia. Esto es, en síntesis, todo. Por eso es que quieren, minando la autonomía de una de las instituciones más emblemáticas del estado, probar la reacción de los colimenses, procurando medir de esta manera, las consecuencias de un golpe más demoledor, que les permita apoderarse del statu quo para implantar sus intereses electoreros. Veamos.
Primero. Si los promotores de la iniciativa, sostienen que urge una reforma a la Ley Orgánica de la Universidad de Colima, ¿por qué no la promovieron desde muchas años antes a que fueran diputados? Bien puede ser que digan que no tenían la posición ni la mayoría ante al Congreso que ahora tienen, pero si urge ahora, entonces puedo suponer que siempre había sido necesaria. ¿Por qué no la habían demandado antes, siquiera con movilizaciones de los mismos estudiantes y de la comunidad que ahora dicen defender?
Segundo. ¿Saben ya cuántos recursos económicos implica dar el servicio gratuito a los miles de estudiantes y universitarios que dejarían de pagar?, y ¿se sabe ya de dónde van a sacar a todo ese dinero que se necesita? Se dice que prometer no empobrece. Pero aquí ya no se trata de una campaña electoral, se trata de la vida académica de casi el 50 por ciento de la matricula total de todo el estado, al menos así lo afirmó el Rector de la Universidad.
Pudiera yo dar más argumentos que considero para lo que afirmo, pero ya tan sólo con estos se puede ver que la iniciativa de reforma que pretenden los diputados de Morena, no busca en esencia lo que ellos dicen, al menos no por ahora. ¿Qué buscan entonces?
Tres cosas creo que buscan. Primera, frenar los ataques contra la licenciada Indira Vizcaíno, a quien consideran ya su virtual candidata a la gubernatura del estado, y quien se ha quejado en los medios de una campaña de odio en su contra. Segunda. buscan mandar desde ahora, un mensaje a los tradicionales grupos de poder en el estado, conminándolos a una posible alianza electoral, so pena de poner en riesgo el control que tienen en los bastiones de poder que detentan. Y tercera, como siempre, engañar a los colimenses con una careta populista de dadores de dinero, para ganar adeptos y votos en las urnas del próximo proceso electoral. Y como dije, la iniciativa de reforma es sólo el señuelo vil, detrás del cual andan ahora todos.
El Rector, los universitarios y otros personajes y políticos conocidos, están haciendo un llamado público a defender la autonomía de la Universidad de Colima. Y yo estoy muy de acuerdo. Pero, ¿cuándo van a hacer un llamado para defender la autonomía y la soberanía de todo el estado, sobre todo de las organizaciones sociales? Yo espero que pronto.
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