Ante la negativa del Concejo Municipal de Ocoyucan, que encabeza el señor Rodolfo Huerta Espinosa, para atender algunas demandas planteadas oportunamente, los ciudadanos y ex trabajadores del ayuntamiento se vieron en la necesidad de acudir, ¡por enésima vez!, a las instalaciones del palacio municipal en busca de una audiencia con el primer concejal. Pero para sorpresa de los afectados, tras permanecer varias horas a la espera de ser atendidos, nadie salió a recibirlos ni a a preguntarles cuando menos qué se les ofrecía, porque resulta que mientras ellos esperaban a Rodolfo Huerta, éste se encontraba en la ciudad de Puebla dando una conferencia de prensa en donde denostaba e injuriaba a los ciudadanos que, se supone, esperaban su atención.
Sin embargo, durante su mensaje, el primer concejal de Ocoyucan dio muestras de ignorar la problemática que prevalece como consecuencia del actuar de su equipo de trabajo más cercano, como el titular de Seguridad Pública, la directora del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y su Contralor municipal.
El argumento de Rodolfo Huerta para no atender a los ciudadanos es, según él, que no hay argumentos y que las acciones realizadas por los inconformes son "un chantaje". Este señor debería consultar el Diccionario de la Lengua Española, y muy seguramente algo aprenderá. Para nuestro flamante concejal, el que la gente se organice y acuda a solicitar a sus autoridades una solución a sus demandas es chantaje. Nada más falso. Y echando mano de lo que tiene por intelecto, dijo una serie de barbaridades que nada tienen que ver con su nula acción a la atención de las demandas de los inconformes, que fue lo que los motivó a apersonarse en la sede de poder municipal. Ante tales desenfoques en su lógica me permito hacerle algunas aclaraciones, creo yo, muy necesarias.
Primero. A los trabajadores despedidos les corresponden, por ley, 70 días de aguinaldo, 90 días de indemnización, siete días de vacaciones, prima de antigüedad equivalente a 12 días por año, más la prima vacacional; sin embargo, de esto, los trabajadores han aceptado, como propuesta suya a fin de agilizar el proceso, 40 días de aguinaldo, 40 días de indemnización y doce días de antigüedad sin importar el tiempo que llevaban laborando, más la prima vacacional y sus siete días de vacaciones. Esto pone de relieve la buena fe de los trabajadores que están dispuestos a recibir menos de lo que marca la ley, pues su intención no es otra que exigir lo justo. Nadie, ninguno de ellos pide, como afirma Rodolfo —por alevosía o ignorancia— 90 días de aguinaldo. Debería pues, realizar reuniones de trabajo con su personal para que le informen de los pormenores.
Segundo. Los vecinos piden que haya seguridad, es decir, que los elementos policiacos continúen realizando los recorridos y operativos como se venían implementado a diferentes horas y en diferentes puntos todos los días, principalmente al ingreso y egreso de los estudiantes. ¿Por qué lo exigen? Porque desde que el Concejo Municipal tomó control de esta secretaría ya no se les ve a los policías ni por las colonias ni por las juntas auxiliares. Pero esto no es producto de la casualidad, pues sabemos por boca de los propios elementos, que ahora sólo les dan 25 litros diarios de gasolina a la semana; eso, obviamente, no permite que cumplan con su función de recorrer calle a calle el municipio entero. Y se suman otras anomalías, como la denuncia pública de pretender negociar con el hampa y que ahora les pusieron cuota de infracciones a los agentes de tránsito municipal: 15 por mes. Sin mencionar a los secuestradores y asesinos que han colocado en puestos directivos.
En este tema, nuestro concejal afirma que realiza la ardua labor de equipar siete patrullas, pero no dice que el día 15 de octubre del presente año, el ahora ex presidente municipal, José Santos Técuatl, hizo entrega de esas unidades que recién se habían adquirido, es decir, no se equiparon por falta de voluntad, sino por falta de tiempo, puesto que se dejaron muchos proyectos en proceso y que es obligación de la autoridad en turno darles el seguimiento correspondiente.
Tercera demanda: entrega de apoyos por parte del DIF. La directora de este organismo, Aidé Mendoza León, se ha negado a entregar apoyos a los adultos mayores que acuden a los grupos gerontológicos, además de suprimir, sin razón alguna, el taller de pintura. Pretende suspender los apoyos a los desayunadores escolares y cobrar una cuota por cada uno de estos; además de un clima de hostigamiento hacia el personal que tiende a recibir y ayudar a los ciudadanos que llegan en busca de apoyo ¿o su política es que los servidores públicos nieguen el apoyo? Y aunque Huerta Espinosa afirma que tiene contemplado "entregar estas despensas de acuerdo a un padrón que existe y no es capricho nuestro". Habla de mil 739 despensas que, según su "información", no llegaban todas porque "algunas se quedaban al sur de la ciudad de Puebla". Pues bien, la administración saliente dejó un padrón con el que entregaban alrededor de cinco mil despensas, padrón mismo que es fruto de una larga gestión ante el DIFestatal para beneficiar a más personas. Estos apoyos se entregaban en eventos públicos a los que asistía de forma regular personal del DIF estatal, por lo tanto, es falsa su acusación de que no se entregaban todos los apoyos alimentarios y, en determinado caso, ¿por qué no actuó si tenía la "información" de que no llegaban todas las despensas a Ocoyucan? ¿No será sólo una bravata para salir al paso? De ser así, quedará como un vulgar embustero.
Estos son los tres principales argumentos por los que la gente acudió en busca del señor concejal, Rodolfo Huerta Espinosa. Sin embargo, hay otras aclaraciones más que considero pertinente hacerle para no confundir a la opinión pública y tenga así, la visión completa del actual panorama del actuar de este flamante Concejo Municipal.
Huerta afirma que los ciudadanos que piden atención a sus demandas "sienten perdidas posiciones [...]. No es responsabilidad nuestra". Le digo con toda certeza que no sentimos perdido nada. Lo que ganamos en las urnas con mayoría de votos nos fue robado en la mesa por intereses que actúan bajo el anonimato y que atentan contra la democracia y la voluntad del pueblo. En realidad que él ahora sea presidente del Concejo de Ocoyucan es parte de un plan amañado para que Morena se hiciera del poder que perdieron en las urnas. Aunque al señor no le guste, ésa es una verdad innegable.
Suma y sigue. Nos acusa: "en la convocatoria que ellos hicieron [...] dicen que van a reclamar servicios. Les recuerdo que quien gobernó 4 años 8 meses fue el grupo que hoy pide servicios". Dos en uno. Salvo que él haya realizado la convocatoria con ese argumento, lo cual agradeceríamos se abstuviera de hacer porque lo hace mal, la realidad es otra. La intención siempre fue pedir respuesta a las demandas planteadas y expuestas brevemente. Y otra, la administración que recién concluyó, bajo la dirección de don José Santos Técuatl Mejía, comenzó a finales de mayo en el 2016. Al César lo que es del César.
Finalmente, Rodolfo Huerta pide que a él y a quienes integran el Concejo Municipal se les deje trabajar porque "yo voy todos los días a la presidencia, cuando no está tomada". Vaya contradictio in adjecto. Pero si en verdad se presentara todos los días se desengañaría él solo, puesto que la presidencia no ha sido tomada ni una sola vez, tan es así que el personal que se presentó a desquitar su sueldo pudo realizar su trabajo sin ningún contratiempo, como lo pudieron atestiguar varios medios informativos que se dieron cita en el lugar. Si Rodolfo Huerta Espinosa no llegó, es por no querer dar la cara a la gente que le demanda soluciones a gritos por su política de oídos sordos.
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