Analistas serios coinciden en señalar que nuestro país, si no se encuentra todavía en una franca recesión, si empiezan a registrarse cifras que sugieren que puede estar entrando a una fase de contracción. El presidente Andrés Manuel López Obrador afirma que tiene otros datos y que la economía crecerá 2 por ciento en este año. Hemos escuchado que para él, el crecimiento no es relevante y lo que realmente le importa es el desarrollo.
Según los expertos, la economía ha estado estancada en lo que va el presente año. La industria ha tenido el peor desempeño, con una baja del 1 por ciento. La construcción, una de las actividades industriales más importantes, se está desplomando. El valor de la producción de las empresas constructoras cayó 10.2 por ciento en agosto. Las empresas han tratado de aguantar lo más posible y solo han recortado 4.2 por ciento de su personal según estadísticas del INEGI; pero, si no hay un repunte, los despidos se volverán generalizados ya que, con el efecto multiplicador de la construcción, podría haber un impacto sumamente negativo en la economía nacional.
La realidad es inocultable, para muestra basta un botón: en Jalisco la industria de la construcción de viviendas está en crisis. Según informes de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) en la entidad, en este 2019 se han construido menos casas que el año pasado, debido a la falta de apoyo de las arcas federales para la compra de viviendas.
En 2018 se hicieron por el orden de 40 mil viviendas, hoy al cierre del pasado mes de septiembre estamos sobre las 20 mil viviendas, o sea, al 50 por ciento y la necesidad del 2019 se estima en 44 mil viviendas nuevas, lo que implica que se incrementa el rezago en vivienda para los jaliscienses pues, está claro que sin el apoyo del gobierno federal es imposible para los trabajadores poder lograr obtener su vivienda, con lo cual al desplomarse la construcción de vivienda popular también se contrae la generación de empleos en esta rama de la industria.
El presidente de la 4T Andrés Manuel López Obrador, dice que vamos ¨requetebién¨ porque con sus políticas sociales se está repartiendo riqueza y por lo tanto la gente está feliz, feliz. Pero el problema es que las dádivas no generan ni crecimiento ni desarrollo. Si el desempleo aumenta, y los ingresos de las familias bajan, al final las familias que reciban un poco de dinero a través de una tarjetita mágica quedarán igual e incluso peor.
El problema es que ni una economía puede prosperar solo repartiendo recursos. Alguien tiene que generar la riqueza. Para eso se necesita inversión, actividad económica productiva y crecimiento. Se trata de emprender acciones para generar empleos suficientes y de calidad, impulsar una reforma fiscal para que paguen más impuestos los que más ganan para poder distribuir, no sólo limosnas, sino hacer trascendentales transformaciones materiales en beneficio de los sectores marginados y olvidados. Por lo pronto empiezan a apreciarse ya los resultados de una política que busca repartir antes que producir, que es nada y nada menos que mayor estancamiento económico y una posible recesión.
El Movimiento Antorchista Nacional, aunque les pese a los defensores ciegos del ¨lopezobradorismo¨, los que varios de ellos orgullosamente se siguen autodenominando ¨pejezombies¨, desde hace 45 años viene luchando incansablemente por un futuro luminoso para los oprimidos y olvidados de nuestra patria y este fin no ha llegado ni llegará con la 4T, las pruebas están a la vista y son palpables, basta remitirse a los mismos resultados de casi un año de gobierno morenista, los que están demostrándole al pueblo trabajador que la salida del debacle en se encuentra nuestro país no está en MORENA pero, tampoco en retornar al PRI o al PAN.
Por lo anterior los antorchistas, respetaremos lo que haya que respetar en la 4T pero, al mismo tiempo recurriendo a los recursos legales a nuestro alcance defenderemos, al costo que sea, la alternativa que ofrece el antorchismo nacional al pueblo de México, que es superior a todos los partidos políticos anteriores que hasta el momento han ostentado el poder de la nación, incluido el Partido del Movimiento de Regeneración Nacional.
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