MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Regresa el homenaje al Maestro José Alfredo Jiménez en el 97 aniversario de su natalicio

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Dentro del marco y de la actividad permanente del Movimiento Antorchista de rescatar y promover la cultura nacional, el próximo domingo 22 de enero a las 5 de la tarde en el jardín principal de Dolores Hidalgo, el Comité Directivo Estatal de Guanajuato rendirá el cuarto homenaje al gran maestro de la música popular mexicana José Alfredo Jiménez en el 97 aniversario de su natalicio, con la participación de los Grupos Culturales Nacionales de nuestra organización, reanudando así, el evento que realizamos por tres años consecutivos a partir de 2018 y que tuvo su segunda y tercera edición en 2019 y 2020, respectivamente. El que desafortunadamente, como muchas otras actividades políticas, deportivas y culturales, se tuvieron que suspender en el país y en el mundo, debido a la pandemia del Covid-19 de la que no terminamos de salir.

El Rey de la canción ranchera fue un fenómeno que marcó nuestra música de manera única, sin tener educación musical formal. Ningún compositor ha sido tan cantado como él en nuestro país. Creo importante que los mexicanos conozcamos un poco más de la vida y obra del hijo del pueblo e hijo predilecto de Dolores Hidalgo. 

José Alfredo Jiménez Sandoval nació el 19 de enero de 1926 en la bella ciudad de Dolores Hidalgo en el estado de Guanajuato, es el compositor mexicano de música ranchera más importante y representativo de nuestro país, dotado de una extraordinaria fecundidad creativa.

Hijo de don Agustín Jiménez Tristán, farmacéutico de profesión con una marcada inclinación a la cultura y de manera particular hacia la música, quien era apasionado de organizar tertulias y veladas literarias cuyo recinto era la botica donde se celebraban frecuentes debates entre músicos, poetas y políticos. Y de Carmen Sandoval Rocha, quien a su vez era la primogénita de don Antonio Sandoval Tapia, hombre de letras y dotado de una gran facilidad para versificar. 

José Alfredo Jiménez es el vaso receptor de esas dos vertientes de vigorosas cargas anímicas y así, desde temprana edad, empieza a dar testimonio de esa sensibilidad a flor de piel llamada inspiración.
A los diez años queda huérfano de padre y Carmelita decide irse a radicar a la capital del país con sus cuatro hijos: Ignacio, Conchita, José Alfredo y Víctor Manuel. Dos años más tarde a los doce, José Alfredo compone unas de sus primeras canciones y a los diecisiete, ya tenía muchas composiciones escritas.

Sin embargo, pese a demostrar tempranamente su talento innato para la composición, el éxito tardo en llegar, por lo que en su juventud ejerció los más diversos oficios, desde el de futbolista en el equipo Marte de primera división hasta el de camarero en un restaurante en el que haría una sólida amistad con el hijo del dueño quien era guitarrista del trio Los Rebeldes. 

En 1951 es reconocido como el compositor del año por canciones como Yo (primer éxito), Ella, Cuatro caminos, La que se fue y Qué suerte la mía, comenzó así una fructífera carrera que lo convirtió en el más destacado compositor de canciones rancheras en México; los mejores cantantes e intérpretes se disputaban sus temas para incluirlos en su repertorio. Sus melodías fueron interpretadas por artistas de la talla de Jorge Negrete, Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía, Pedro Vargas, Lola Beltrán, Javier Solís y la española Dolores Pradera, entre otros.

El éxito como compositor y cantante llevo a José Alfredo a una frenética actividad profesional. Además de presentar sus recitales y conciertos, trabajo en el teatro, la televisión y la radio, tanto en México como en el extranjero. En el cine alcanzó gran popularidad gracias a cintas como Martin Corona (1950), Póquer de ases (1952), Guitarras de Media Noche (1958) y La feria de San Marcos (1958).

La música de José Alfredo Jiménez arraigó profundamente en el gusto popular mexicano. Sus composiciones adquirieron una enorme popularidad gracias a la belleza y simplicidad de sus letras y melodías que encierran una expresión sincera y directa de sentimientos con los que el público se siente fácilmente identificado. José Alfredo supo plasmar con realismo y emoción, el amor y el desamor, la nostalgia por la vida campesina, toda una gama de sentimientos humanos incluyendo la rabia, el desengaño, la ternura y la magia que extraía de la vida cotidiana.

Aquí algunas de las razones por las que los Antorchistas de Guanajuato y de todo el país, homenajeamos al “Monstruo de la inspiración” como le llamaba el maestro Tata Nacho, de acuerdo al testimonio del Lic. José Azanza Jiménez, sobrino del Rey en su obra “Mis vivencias con José Alfredo Jiménez”.

Desde este modesto espacio, hago una atenta y cordial invitación  a todos los ciudadanos dolorenses y turistas que el domingo 22 de los corrientes visiten la Cuna de la Independencia Nacional, así como a mis compañeros antorchistas para que se den cita y disfruten de este delicioso manjar cultural que presentarán el Mariachi y el Grupo Nacional de baile folclórico, que ejecutaran un repertorio del gran ídolo de la música popular mexicana. Agradezco la empatía  y el apoyo del Ayuntamiento que encabeza el Lic. Adrián Hernández Alejandri, para la celebración de este magno evento.

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