“Estoy segura de que lo vamos a lograr”, dijo la presidenta Claudia Sheinbaum al anunciar su compromiso de reducir la jornada laboral, la cual indica que habrá una disminución de la jornada laboral que pasará de 48 a 40 horas de trabajo semanales, es decir, serán dos días de descanso por cada cinco días laborados, este cambio se irá implementando paulatinamente hasta cumplirse por completo en el año 2030.
A simple, vista pare ser una iniciativa planeada para que tenga el impacto esperado en la vida de los trabajadores, pues la están anunciando como la oportunidad para que los trabajadores incrementen la productividad y sobre todo para que tengan más tiempo para convivir con su familia, para que puedan hacer otras actividades de recreación; así lo dijo el secretario de Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños “Estaremos devolviéndoles ocho horas a la semana para que puedan usarlas como mejor les convenga, estamos convencidos que poniendo este tiempo libre en sus manos se contribuirá al desarrollo nacional, al bienestar de sus familias y a la felicidad de cada una y uno de ustedes” (El Universal. 2 de mayo). No hay duda de que ese tiempo será ocupado según convenga a los trabajadores, sin embargo, ¿existen lugares de recreación accesibles para que asistan con frecuencia con sus familias? ¿hay en todas las colonias unidades deportivas o parques para una convivencia sana? ¿hay teatros al alcance de todos? O en qué se tiene plenado que las personas inviertan su tiempo de manera productiva si de acuerdo con los Censos Económicos 2019, en nuestro país existían 44,297 establecimientos dedicados a alguna actividad relacionada con el deporte (INEGI 2021) y de acuerdo con los datos del INEGI en el 2029 habían 125.8 millones de habitantes, lo que significa que le correspondería a cada institución recibir a 2,840 asistentes aproximadamente, sin contar el aumento poblacional y el deterioro de la infraestructura.
Con estos datos podemos decir que un alto porcentaje de mexicanos no podrá utilizar su tiempo libre para hacer deporte por el simple hecho de que no hay suficientes establecimientos donde puedan realizarlo; esto en cuanto al deporte, ahora respecto a los centros culturales según datos del Gobierno de México, existen 1976 entre museos, centros culturales y teatros, lo que significa que hay un centro cultural por cada 63664 habitantes, nuevamente queda evidenciado que no hay lugares donde los trabajadores puedan tener acceso a la cultura.
La disponibilidad es una limitante pero por otro lado está el tema económico, cada visita a un centro deportivo o cultural implica un gasto extra, pues se contemplan pasajes adicionales, la entrada al lugar si no es público, comida fuera de casa y no falta que infante pida un dulce o un juguete
Entonces el sectario Bolaños, tiene razón, el tiempo se usará como mejor le convenga, es decir, tendrá que buscar que actividad hacer que no genere un impacto a su bolsillo y no será raro que utilicen ese tiempo en otra fuente de ingreso económico, pues de acuerdo con Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, el 45% de las personas con empleo formal en México no recibe un salario suficiente para superar la pobreza. Esto representa a 9.6 millones de trabajadores.
Si esto sucede con los trabajadores formales, ¿Qué se espera de un trabajador que labora de manera informal?
En México 32.5 millones de trabajadores tienen un empleo informal (INEGI 2025) y de ellos nada se dice y nada se habla; para ellos no aplica la tan anunciada detección de horas porque trabajan al día para poder llevar sustento a sus familias.
No se dice si se buscará la forma de que ellos también tengan beneficios como trabajadores que son o si por el contrario existe la posibilidad de que más empleos se alejen de la formalidad para evitar los grandes problemas que enfrentarán las pequeñas y medianas empresas.
No es pues que la medida sea un error, sino que no se está tomando en cuenta a todos los trabajadores del país y mucho menos se ve que exista un plan bien elaborado para que sí se lleve a cabo la reforma en beneficio de los trabajadores.
Es necesario que se construyan más instalaciones para el desarrollo del arte, la cultura y el deporte y que los salarios sean mejores para que puedan cubrir esos gastos sin limitar el alimento, el vestido o la educación de sus hijos, de lo contrario solamente aumentará la presión respecto al ingreso-egreso de las familias.
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