El sector salud de México está en crisis. Sobresale el caso de Tabasco en el escenario nacional, ya que no se observa un repunte en la calidad de los servicios que se proporcionan a los derechohabientes. Por la situación de pobreza de las familias, no pueden pagar atención médica en clínicas privadas para obtener un diagnóstico correcto de su estado de salud y su correspondiente tratamiento, ni pueden comprar los medicamentos necesarios para curarse con el raquítico salario que reciben. Sucede todo lo contrario. Acudir a un Hospital público o Centro de Salud resulta un verdadero viacrucis, cuyo sufrimiento comienza desde el momento en que el paciente, normalmente acompañado por algún o algunos familiares, no tiene el recurso económico suficiente siquiera para cubrir el costo para tomar un medio de transporte, dirigirse al hospital en caso de una emergencia y ganar valiosos minutos que pueden salvar la vida del enfermo o, en caso contrario, terminar con su vida. Cuando bien le va a las familias pobres, ante la falta de empleos que impera en el estado, las pocas pertenencias de valor que poseen van a parar a empresas prestamistas a las que acuden con la intención de obtener un poco de dinero a cambio de pagar un alto interés, por lo que en muchos casos los productos empeñados no regresan a manos de los prestatarios.
Inermes ante los embates de la realidad económica, producto del modelo económico neoliberal, que privatiza a cualquier costo todos los aspectos de la vida sin regulación alguna que haga justicia económica y social, la mayoría de los trabajadores mexicanos deben optar entre comer o curarse, y más aún, entre curar a uno u otro integrante de su familia, porque el dinero no alcanza para todos. Aunque parezca una situación producto de la ficción, hay casos documentados de muertes en los hospitales públicos de Tabasco, debido a la insuficiencia de insumos, equipos, materiales quirúrgicos y medicamentos; las familias, en su desesperación, se ven en la necesidad de comprar medicamentos al menor costo posible; sin embargo, algunos de los medicamentos apócrifos ponen en riesgo la vida de los pacientes. Luis Adrián Quiroz, representante de la Red de Acceso y coordinador general de derechohabientes viviendo con Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló en este sentido que "el desabasto de medicamentos en los servicios de salud públicos como el IMSS y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) provoca que las personas consigan los fármacos en lugares donde se los dan más barato, ya sea en mercados sobre ruedas o en Internet", donde son 146% más baratos. En algunos casos, estos medicamentos no contienen la sustancia activa o son productos caducos.
La situación del servicio de salud en Tabasco se agravó el año pasado, a finales del sexenio del perredista Arturo Núñez Jiménez, cuando la escasez de medicamentos y falta de pagos a médicos y trabajadores sindicalizados alcanzó su punto álgido, ocasionando la inconformidad social que derivó en múltiples y multitudinarias manifestaciones públicas en distintos puntos de la capital a favor de los servicios de salud gratuitos y de calidad. En las movilizaciones participaron dieciocho hospitales, cinco de Alta Especialidad, así como 497 Centros de Salud, que sumaron a 13 mil empleados entre médicos, enfermeros, especialistas y personal administrativo. Incluso, organizaciones de la sociedad civil, como la Sociedad Médica del Hospital Gustavo Rovirosa ha pedido que se enjuicie al exmandatario estatal por las irregularidades en este sector, presuntamente por favorecer a empresas privadas que finalmente incumplieron en el suministro de los materiales y medicamentos contratados. Asimismo, el 27 de agosto pasado la Comisión Estatal de los Derechos Humanos emitió 12 recomendaciones a la Secretaría de Salud por la situación de diversos nosocomios.
El panorama a nivel nacional no es alentador, ya que según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en México hay 2.4 médicos por cada mil habitantes, mientras que el promedio en la organización es de 3.4. Otro dato no favorable: hay una cama de hospital por cada mil habitantes. Además, en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 se destinaron 601 mil 332.5 millones de pesos, mientras que en 2018 la cantidad destinada a este sector fueron 591 mil 168.4 millones; es decir, en términos reales el incremento fue de tan sólo 1.7 por ciento. A esto hay que sumarle que se realizaron recortes importantes a programas clave como Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes (92 por ciento) y al Centro Nacional de Trasplantes (90 por ciento).
José Isabel Fernández Salgado, presidente de la asociación civil Frente Mexicano Pro-Derechos Humanos, denunció que "siguen persistiendo serias deficiencias en el abasto de medicamentos de la región, aunque en diciembre pasado, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, presentó el nuevo sistema de salud pública para federalizar el sector salud, comenzando por los estados de Chiapas, Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Yucatán, Guerrero, Oaxaca y Veracruz"; sin embargo, no hay aún pasos concretos para lograr este objetivo.
Y, en efecto, la situación actual no ha cambiado mucho con respecto a la administración de Núñez Jiménez. Hace algunos días se difundió masivamente en los medios de comunicación, un video en el que se observa a un equipo de médicos operando a un paciente en el Hospital Regional de Alta Especialidad "Dr. Gustavo A. Rovirosa Pérez", que por un fallo en el suministro de energía eléctrica y el mal estado de la planta de luz, usaron la luz de un teléfono móvil para continuar la cirugía, evidenciando las precarias condiciones materiales del hospital. Por tal motivo, el Comité de los Derechos Humanos de Tabasco (Codehutab), emitió un comunicado en el que afirmó que "la crisis en el sector salud y de seguridad continúa igual o peor que la pasada administración". Es urgente que el gobierno federal y el gobierno estatal, encabezado por Adán Augusto López Hernández, lleven a cabo medidas que cambien la situación de crisis del sector salud en un corto plazo; de otra manera, los tabasqueños saldrán nuevamente a las calles para hacer uso de su legítimo derecho a la manifestación pública.
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