La población en el mundo entero enfrenta una severa crisis de sobrevivencia y en ella México no es la excepción, existen grandes y graves problemas de vivienda, inseguridad, desempleo, educación, servicios básicos, salarios mejor remunerados y un largo etcétera de carencias y de falta de oportunidades que diariamente los mexicanos padecemos.
Según el investigador Julio Boltvinik, el 50% de la población mexicana se encuentra en la indigencia y, por otro lado, el estudio Pérdidas y desperdicios de alimentos en México, elaborado por el Banco Mundial y especialistas del Instituto Politécnico Nacional, asegura que en nuestro país cada año se tira a la basura lo equivalente a 37 tráileres llenos de carne de res y 19 de carne de pollo, mientras que 24.6 millones de personas no tienen qué comer.
Resulta entonces una contradicción inaceptable el hecho de que en la lista de los multimillonarios más ricos del mundo en la que un mexicano, Carlos Slim, ocupa el séptimo puesto con una fortuna que asciende a los 62 mil 300 millones de dólares, 12 mil 500 mdd más que el año pasado, al pueblo trabajador sólo le aumenten 8.32 pesos el salario mínimo para poder satisfacer sus necesidades alimentarias, de salud, educación, transporte, esparcimiento, etc.
En Aguascalientes también existen problemas de vivienda, inseguridad, desempleo, educación, servicios básicos, salarios mejor remunerados y ese largo etcétera de carencias y oportunidades para que los aguascalentenses aspiren a una vida digna. En 2016 en Aguascalientes, según el CONEVAL, 370 mil personas estaban en situación de pobreza; 71 mil 500 personas carecían de un espacio para vivir; 508,800 habitantes viven con un ingreso inferior a la línea de bienestar y 182,700 personas están en rezago educativo.
Ante este panorama desolador, es indiscutible que las grandes mayorías que componen las clases y capas más desprotegidas de nuestra sociedad sufren de manera progresiva e incesante todo tipo de vicios y males sociales como la delincuencia, el desempleo, la alta marginación, la mala alimentación y la indigencia. Sin embargo, la gente humilde de nuestro país, y en el caso particular de los antorchistas de la capital de Aguascalientes, aspira a cambiar su situación económica y social, haciendo valer el derecho que le otorga el artículo 8° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es decir, ejerciendo su derecho de petición.
En días pasados, un grupo de antorchistas entregó en la Secretaría Particular de la Presidencia municipal de Aguascalientes su pliego petitorio y solicitud de audiencia, donde se incluyen obras de pavimentación en varias comunidades, drenajes, alumbrado público, becas, cuartos adicionales, despensas, paquetes de material para vivienda, impermeabilizantes, agua potable, entre otras. Demandas sentidas por la gente y, en algunos casos, peticiones planteadas desde hace varios años, mismas que sólo se han topado con los oídos sordos de la mayoría de los funcionarios públicos que han desfilado por el H. Ayuntamiento. Demandas que representan verdaderamente un cambio para aquellos que las solicitan y para comunidades enteras. Peticiones hechas por los ciudadanos que padecen día con día de una acentuada pobreza debido a sus carencias económicas.
Por ello y porque es un derecho constitucional, más de cinco mil personas que militan en el Movimiento Antorchista en la capital, exigimos que se nos incluya en los proyectos sociales del gobierno municipal: en las obras de drenaje, electrificaciones, becas, cuartos adicionales y en otros programas donde pueda ser beneficiada la población organizada que lo necesita y que por mucho tiempo los ha venido demandando. Las autoridades municipales tienen la palabra.
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