¿Quién lo diría? El Movimiento de Regeneración Nacional, surgido en el año 2011 y trasformado en el partido político Morena en el 2014, muestra su carácter oportunista y se desenmascara; la falta de cohesión ideológica, de principios firmes y de un programa serio y científico que plantee como llevar a nuestro país a un mejor destino han hecho crisis con la renovación de su dirigencia nacional. La amalgama de trapecistas de la política, de corruptos probados y de saltimbanquis que integran Morena se presenta ahora como una pelea encarnizada, a muerte literalmente, por ocupar los puestos de dirección partidarios para usarlos como trampolín hacia cargos de elección popular con la intención de saquear las arcas públicas. Fue necesario su ascenso como partido hegemónico en México para que revelara su verdadera esencia y mostrara que a sus dirigentes no les importa (tal vez nunca les importó) la suerte de los mexicanos más débiles y humildes.
Apenas este pasado 30 de octubre la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación suspendió el proceso de renovación de su dirigencia nacional, ante el clima de violencia, falta de transparencia en el padrón de afiliados, compra de votos y de interferencia del poder público dentro del proceso interno. Todas las fuerzas contendientes, tanto las de Yeidckol Polevnski, como las de Bertha Luján, Mario Delgado y Alejandro Díaz Rojas (candidatos a la presidencia del partido) han usado las prácticas de mapacheo político utilizados por el resto de partidos desde siempre.
Tan solo en Veracruz, fueron suspendidas 8 de las 20 asambleas distritales que debían realizarse el 19 de octubre para elegir a los 200 delegados estatales que debían participar en el Congreso Nacional los próximos 23 y 24 de noviembre en donde se elegiría a la nueva dirigencia. En los distritos de Panúco, Tuxpan, Papantla, Martínez de la Torre, Huatusco, Minatitlán, Córdoba y Cosoleacaque hubo malestar de militantes que no aparecieron dentro del padrón, lo que provoco molestias derivando en golpes y hasta disparos con arma de fuego entre los morenistas, por lo que se determinó la suspensión de las reuniones.
Aunado a lo anterior, en las 12 asambleas que sí pudieron realizarse, hay acusaciones de compra de votos a través del uso de los programas sociales del gobierno federal, existen acusaciones de todos los bandos, hay quienes aseguran que el Secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos dio órdenes a los delegados de la Secretaría del Bienestar, a cargo de Manuel Huerta, de utilizar dichos apoyos para favorecer a los candidatos que laboran en diversas áreas de la administración estatal.
Incluso pesan diversas denuncias penales en contra de funcionarios del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, acusados de interferir en las elecciones con recursos públicos, uno de los señalados de mayor jerarquía es el secretario de Desarrollo Social, Guillermo Fernández Sánchez, a quien varios diputados locales de su mismo partido acusan de utilizar programas sociales para comprar votos.
Este mismo panorama de caos dentro de Morena se repite, casi sin excepciones, en diversos estados de la República, donde, al igual que en el caso del proceso para elegir dirigente nacional, las convocatorias para renovar dirigencias estatales ya fueron suspendidas. Ya nada diferencia a este partido de los otros a los que tanto crítico, tan grave es el asunto que el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quizá el mayor trapecista de su partido, esté planteando la posibilidad de renunciar a su militancia partidaria, cual Víctor Frankenstein huyendo del engendro de su propia creación.
Es bastante ilustrativo el hecho de que casi el mismo día en que los morenistas se agarraban a golpes y balazos en Veracruz, en el extremo norte de nuestro país, en Tijuana, Baja California, más de 20 mil antorchistas de ese estado y de Sonora, Sinaloa y Baja California Sur realizaban el tercer evento de festejo por los 45 años del Movimiento Antorchista Nacional, en perfecta calma y armonía. En ese evento, el Secretario General de dicha organización, Ing. Aquiles Córdova Morán, llamó una vez más a los mexicanos a formar un gran bloque social para discutir un nuevo proyecto económico para México, que permita el crecimiento de la economía y además impulse una mejor distribución de la riqueza nacional, para combatir verdaderamente la miseria en la que viven millones de mexicanos.
Llamó a todos los sectores humildes afectados por los errores en la política social del actual gobierno federal, como la eliminación de los comedores comunitarios, las estancias infantiles y el programa PRóSPERA, sumado a la falta de empleo y bajos salarios; a los burócratas injustamente despedidos de sus puestos de trabajo; a los pequeños y medianos empresarios que han visto mermar sus ganancias por la poca capacidad de compra del pueblo mexicano; y, hasta a los grandes empresarios que temen invertir por las erráticas decisiones macroeconómicas que, un día sí y otro también, cometen los adalides de la 4ºT, como la cancelación del aeropuerto de Texcoco y la construcción de una inviable refinería de Dos Bocas. Se convocó a todos los mexicanos progresistas a formar un gran frente nacional que se proponga hacer de México una nación rica y vigorosa, a la altura de las grandes potencias mundiales, para que se sacuda el yugo del imperialismo norteamericano.
Ese llamado, que ya hace eco en todo el país, se realiza en el contexto de las constantes calumnias y ataques mediáticos que desde la presidencia de la República se realizan contra Antorcha, sin que hasta el momento hayan tenido algún efecto entre los antorchistas. Se realiza en el contexto del 45 aniversario y las grandes concentraciones masivas que desde agosto se vienen realizando, ahora que ningún partido y menos alguna otra organización es capaz de reunir a miles de mexicanos de manera pacífica y en completo hermanamiento.
Y el festejo continúa, el próximo 10 de noviembre más de 150 mil mexicanos libremente organizados en el Movimiento Antorchista provenientes de Puebla, Veracruz, Oaxaca, Guerrero y Tlaxcala, realizaremos en los estadios Cuauhtémoc y Hermanos Serdán la asamblea popular más grande en la historia moderna de nuestro país. Ese hecho, un reto de enormes proporciones, será tal vez la señal que esperan millones de nuestros compatriotas para convencerse de que Antorcha se fortalece y crece, lo que significa que aún hay futuro para México.
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