En la historia de nuestro país mucho se ha hablado de grupos de personas que se organizan mediante la lucha, a través de la palabra y los discursos que expresan su ideología y proyecto de país, todos en busca de un cambio en sus condiciones de vida. Algunos grupos buscaron y buscan la "libertad", los derechos de las mujeres y los niños, mejores condiciones de trabajo para los obreros, más apoyo al campo, a la educación, a la salud, etc. Pero ningún grupo, organización o partido político, ha logrado la verdadera libertad del pueblo trabajador, algunos de ellos han utilizado a ese pueblo para lograr sus objetivos de clase, como los señores feudales contra los esclavistas; después, los burgueses contra los mismos señores de la tierra y, actualmente, los disque grupos de "izquierda" contra la burguesía mexicana: contra los ricos de este país.
Pero todos, sin excepción alguna, han utilizado al pueblo, ese que siempre ha querido una mejor distribución de la riqueza, ese pueblo que siempre ha buscado mejorar sus condiciones de vida, de sus hijos, de sus paisanos y de todos los ciudadanos de este país. Es este pueblo el que siempre ha puesto la sangre, el que siempre ha quedado tendido en la tierra sin haber conseguido, hasta el momento, esa vida digna de trabajo honrado y bien pagado, de esparcimiento y oportunidad de estudiar y salir adelante, de crecimiento económico en todos los sentidos y, por supuesto, de crecimiento cultural.
Partidos y organizaciones han desfilado por la historia de México y grandes líderes han levantado al pueblo, llevándolo a conseguir algunas reivindicaciones para los más pobres, pero aún insuficientes para acabar con la pobreza.
En 1974, en la mixteca baja poblana, surgió un grupo de profesionistas, campesinos y amas de casa que decidieron formar una organización política que denominaron Antorcha Campesina. Ese pequeño grupo inició con 30 personas decididas a reclamar las viejas banderas de la Revolución mexicana, a reclamar y concretar las ideas de los caudillos del pueblo, de Pancho Villa y Emiliano Zapata, ideas que quedaron en el olvido por los grupos caciquiles que gobernaron nuestro país y, claro, por los partidos políticos de aquel entonces.
Como ya es bien sabido, ningún grupo representó al pueblo, ni sus intereses y anhelos de mejores condiciones de vida para todos. Como dijo Neruda "se alimentaron de humo y desaparecieron". Todos esos falsos líderes de los partidos y organizaciones políticas, de antes y de ahora, vuelven a utilizar al pueblo pobre que nunca perdió ni ha perdido la esperanza.
Antorcha Campesina nació como una nueva opción, como la verdadera y única alternativa del pueblo pobre de México, pues durante 45 años ha ayudado a mejorar, con obras y servicios, las condiciones materiales de millones de mexicanos, enarbolando siempre su bandera principal: acabar con la pobreza en todo el país, educando y organizando a los pobres, llamándolos a luchar por su emancipación.
En estas más de cuatro décadas de lucha se han logrado grandes cosas: hospitales, escuelas públicas, unidades deportivas, casas de estudiantes, carreteras, aguas potables, electrificaciones, terrenos para personas que no contaban con un patrimonio familiar, apoyos al campo e infinidad de ayudas sociales. La lucha emprendida por Antorcha por todo lo ancho y largo del territorio nacional, nos ha llevado a crecer, de aquellas 30 personas que iniciaron esta gigantesca labor, a casi tres millones de mexicanos.
Actualmente, el Movimiento Antorchista Nacional, cuenta con presidentes municipales, diputados locales, diputados federales y demás autoridades municipales; sin embargo, a pesar de este gran avance, el éxito de su lucha por mejorar las condiciones de vida de los más desprotegidos, los antorchistas sabemos muy bien que la lucha aún sigue y que el combate contra la pobreza en México aún no concluye, que la contradicción día con día se acrecienta más y más.
Es por eso que a 45 años de existencia y de no traicionar los ideales por los cuales han luchado y sacrificado su vida miles de mexicanos, el Movimiento Antorchista, sus casi tres millones de integrantes en todo el país, hemos decidido luchar por el poder político para gobernar el país, para desde esa trinchera llevar a cabo nuestro proyecto de nación: empleo para todos, salarios dignos, que paguen más impuestos los que más tienen, y que dichos impuestos se distribuyan donde la gente más lo necesite. Esa es la política que la organización más grande y mejor estructurada del país le plantea a todo el pueblo de México y que el 11 de agosto, en el estadio Alfonso Lastras, en San Luis Potosí, gritará a los cuatro vientos a todos los mexicanos que "aquí estamos los antorchistas, sus hermanos de clase, hombres y mujeres que no tenemos ni ambicionamos riquezas personales, sino que durante 45 años, hemos luchado y trabajado por todos los pobres de nuestro país"
Llegó la hora de Antorcha compañeros, llegó la hora de los más humildes, del pueblo pobre de México. Vamos todos a festejar el 45 aniversario de nuestra querida organización. Más de 5 mil antorchistas de Aguascalientes estaremos gritando junto a 100 mil antorchistas del Regional Norte de nuestro país, exigiendo obras, servicios y respeto a nuestra organización por parte del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.
Que nadie falte a esta cita con la historia, ahí nos vemos.
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