La organización social es por antonomasia la forma de existencia colectiva de la sociedad. Desde los primeros hombres que bajaron de los árboles y aprendieron a organizarse para conseguir sus alimentos y defenderse de sus circunstancias, hasta la sociedad contemporánea que no podría existir sin la organización económica y social de sus integrantes. Así, los majestuosos palacios, las grandes obras y las enormes riquezas producidas por los esclavos, los siervos de la gleba y los obreros en la actualidad, son fruto ineludible de la organización de toda la sociedad y de su trabajo. La acumulación y apropiación de estas riquezas provocó la división de la sociedad entre poseedores y desposeídos, pero la organización social mantuvo su curso, de tal manera que las clases dominantes y dominadas siempre han buscado la manera de organizarse y defender sus respectivos intereses. Ir en contra de la organización es ir en contra de una necesidad del individuo como ser social, es atacar los cimientos mismos de existencia de la humanidad, indistintamente de la organización económica que prevalezca.
En este sentido, el Movimiento Antorchista Nacional es una expresión de la organización social en nuestro país. Desde su nacimiento Antorcha Campesina ha llamado a la organización de los pobres de México como principio de su proyecto de país: ha planteado la necesidad de que el pueblo ya organizado, además, debe concientizarse, es decir, conocer su realidad económica, política y social, y entendido esto, proponerse no solo luchar por el mejoramiento de sus condiciones de vida inmediatas, sino que debe, además, proponerse hacer un cambio de país, llegar al poder político para que exista un verdadero gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Por su parte, el gobierno de la Cuarta Transformación (4T) que encabeza Andrés Manuel López Obrador, ha iniciado una tupida campaña de ataques contra la organización popular, una campaña de calumnias, de manipulación social, de desprestigio en contra de Antorcha Revolucionaria. Más de 100 veces ha expresado públicamente que se acabó eso de la organización de los pobres, eso de la "Antorcha Mundial"; que se acabaron los intermediarios, que se acabaron los moches y la corrupción de los líderes antorchistas, que de ahora en adelante el pueblo realmente saldrá beneficiado de su política asistencialista, es decir, de la aplicación de sus programas de transferencia monetaria en donde, a través de una tarjetita, la gente recibirá una cantidad de dinero que, según él, le permitirá salir de la pobreza y entrar a una nueva realidad de bienestar diseñada por la 4T.
Sin embargo, a un año de su gobierno, la realidad mexicana contradice los espejismos y las falsas expectativas creados por AMLO: prometió un crecimiento económico anual del 6 por ciento y en los hechos no hubo crecimiento económico alguno, los campesinos siguen sin tierra y sin beneficios, los obreros con bajos salarios y prestaciones disminuidas, los sectores populares sin trabajo, sin comida suficiente, sin ropa, sin calzado, sin bienestar social y víctimas de una creciente inseguridad. Y cuando Antorcha denuncia que la realidad del pueblo está empeorando, y que la tarjetita no resuelve ni resolverá el problema de la pobreza ya que solo es utilizada para comprar la conciencia de la gente para próximas elecciones, la 4T responde con la supresión del derecho a la organización, con las calumnias a sus líderes para separarlos del pueblo y con la represión directa como ocurrió la semana pasada en la Cámara de Diputados. ¿Qué democracia es ésta?
En suma, lo que busca AMLO es dividir y acabar con la organización de los pobres de México. Sabe perfectamente de qué están hechos los antorchistas, cuál es nuestro discurso (que a veces intenta repetir), cuál es nuestro proyecto de país y sabe perfectamente que en Antorcha está la verdadera unidad popular que gobernará el futuro de nuestra nación. Por eso ataca rabiosamente a los líderes antorchistas, para que el pueblo los rechace. Pero el pueblo no es tonto, sabe reconocer quién trabaja y quién le dice la verdad, sabe agradecer a sus guías, a sus verdaderos líderes y están dispuestos a morir con ellos y por ellos. El pueblo pobre de México sabe lo que ha hecho Antorcha en cada pueblo, en cada colonia, en cada barrio, en cada escuela, en cada hospital y en cada fábrica en la que cotidianamente realiza su trabajo el antorchismo nacional. A diferencia de Morena que es una suma amorfa del desecho y pedacería arribista que se desprendió del PRI, del PRD y hasta del PAN; el Movimiento Antorchista, por el contrario, es resultado del trabajo de 45 años de lucha contra la desigualdad y la pobreza, es el pueblo pobre organizado que lucha por cambiar y mejorar sus condiciones de vida, es pues producto de la necesidad histórica del pueblo a organizarse en favor de sus intereses.
Este 21 de diciembre celebraremos 45 años de lucha del pueblo humilde organizado y politizado. De ahí surgimos y ahí seguiremos estando. Y nuestra celebración será al mismo tiempo el sello de unidad y combate del futuro partido de los pobres de México que habremos de construir, aunque le duela a sus enemigos y detractores. Aquí está la alternativa para un país diferente, y por ello invito a todos los grupos, amigos y amigas, simpatizantes, compañeros y compañeras, a todos los inconformes con la actual realidad mexicana, a todos aquellos que han sufrido una injusticia, a todos aquellos que nos conocen pero sobre todo aquellos que aún no nos conocen para que lo hagan acudiendo este 21 de diciembre a las 16:00 horas en el Estadio Azteca, el más grande del país, a celebrar los logros de Antorcha Revolucionaria y a ratificar nuestro compromiso por la defensa de la organización popular.
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