El 2019 es el primer año en el que no se tienen recursos garantizados por parte de la Federación para los programas dependientes del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (COECyTJAL) debido al recorte presupuestal para la investigación científica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT). El presupuesto para proyectos de ciencia y tecnología en la entidad, no contempla los 200 millones de las arcas federales que llegaron a Jalisco el año pasado. De acuerdo a información disponible en varios sitios digitales, el presupuesto actual para el COECyTJAL es de 138 millones de pesos, similar al aprobado en 2018 pero sin el apoyo del gobierno de la 4T que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con el castigo de la 4T aplicado a los científicos de Jalisco, se afectan los proyectos que se enfocan en el incentivo a la innovación básica en conjunto con la iniciativa privada y los apoyos a centros de investigación especializados, así como, para programas de innovación en diversas ramas productivas como la producción agropecuaria e industrial en los que, en varias de ellas, la entidad es líder a nivel nacional.
No cabe duda, incluso para el jalisciense menos documentado, que el panorama a nivel federal es lamentable y preocupante cuando el país, en la era del conocimiento, debería estarse moviendo agresivamente a desarrollar ciencia, tecnología e innovación con modelos propios para ver cómo vamos a competir mejor en los próximos años en la esfera internacional. Hay un verdadero retroceso y una visión muy limitada por parte de AMLO quien, con su mal interpretada política de austeridad republicana y el supuesto combate a la corrupción, no sólo, desmantelado Instituciones Públicas, sino también castiga la labor científica poniendo en riesgo la competitividad y el desarrollo económico de México.
Desde hace muchos siglos, grandes pensadores aun a costa de su vida lucharon incansablemente contra el oscurantismo para poner al servicio de la humanidad los conocimientos, que habían alcanzado, de las leyes de la naturaleza y la sociedad. Asimismo, enseñaron el papel de la ciencia en la lucha contra el estancamiento, a ser perseverantes para alcanzar las brillantes cimas trepando sin miedo por sus senderos pedregosos.
El nulo apoyo otorgado por la 4T a la actividad científica en 2019, así como, el brutal recorte presupuestal federal para 2020 que afectará a este mismo sector, salud y educación, entre otros rubros deja en claro que al gobierno morenista no le interesa el progreso hacia un futuro luminoso de nuestra patria y lo único que busca es consolidar a una masa de votantes afines con la entrega de un poco de dinero, a través de unas tarjetitas mágicas y llevar a cabo una posible reelección del presidente López Obrador.
Ya hay bastantes pruebas que la salida de todas y cada una de las penurias del pueblo de México no está en MORENA pero, tampoco en regresar al pasado pues los 30 millones de mexicanos que votaron por AMLO fue contra la debacle en que sumieron a nuestro país los propios PRIISTAS Y PANISTAS. La solución está una alternativa a futuro superior a todos y cada uno de ellos.
Para fortuna de los mexicanos ya está en el escenario político nacional el Movimiento Antorchista, que es una fuerza social cuya actividad de organización y educación de las masas empobrecidas, se basa en una concepción científica de la sociedad, con una experiencia de lucha exitosa acumulada durante sus 45 años de existencia, es decir, cuenta con la capacidad y la posibilidad de llevar a buen puerto el destino de nuestra patria. En estos momentos de gran incertidumbre para los trabajadores agrícolas, industriales incluidos los que trabajan en las distintas ramas de la ciencia, brota en el horizonte la luz del antorchismo para mejorar la suerte de los marginados y olvidados de nuestra patria. ¡Es la hora de Antorcha!
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