El gobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, cumple su cuarto año de mandato y su gran deuda es la obra pública en las colonias pobres. En varios asentamientos de la capital y de Los Cabos hace falta agua potable, drenaje y luz eléctrica, acciones que, en caso de realizarse, sacarían a miles de niños y adultos del rezago social en el que viven.
Recientemente, a través de diversos medios de comunicación, se dio a conocer la preocupación del mandatario estatal por el recorte presupuestal, por segundo año consecutivo, a las finanzas de Baja California Sur. Mencionó, a través del Diario El Independiente que, comparando el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para BCS en 2018 y el proyectado para el PEF 2020, éste había sido reducido por 2,500 millones de pesos.
El Movimiento Antorchista se suma a las voces que se han inconformado por el posible recorte presupuestal para el próximo ejercicio fiscal 2020, dado que esto significa dejar de invertir en obra pública y servicios, lo que al final de cuentas afecta a las colonias con mayor rezago, ya que, si hasta ahora han carecido de lo elemental, se torna más difícil el andar cotidiano ante el cierre de programas federales, como lo fue el ramo 23, fondo al que municipios y gobiernos estatales tenían acceso para financiar obras de impacto social extraordinarias y que no podían financiar en el gasto corriente que presupuestan.
La preocupación por los recortes a obras y servicios para la población no debe quedarse en eso, en una simple insatisfacción de no poder atender la problemática que padece la gente más pobre, donde los niños juegan entre el polvo, sin tener energía eléctrica en sus domicilios, sino que debe haber una respuesta más contundente ante la propuesta de gasto público del gobierno federal. Hay que exigir un presupuesto justo, es cierto, no solamente para Baja California Sur, sino para todo el país. En el caso de nuestro estado, el gobernador debe dar preferencia a las decenas de colonias sin servicios básicos, en particular en La Paz y Los Cabos, mismas que recorrió hace cuatro años cuando fue a pedir el voto popular y muchas de las cuales se mantienen igual o peor que entonces: calles en malas condiciones, por ejemplo.
Cada vez se hace más notoria la inconformidad de los ciudadanos con los gobernantes, siempre hacen lo mismo, dicen, vienen y piden el voto, luego que ganan jamás se asoman a resolver la obra pública que se le pidió al candidato. Y, añaden, todos son lo mismo, en referencia a que el ayuntamiento municipal de La Paz, dirigido por Rubén Muñoz álvarez, también no ha atendido varios casos de su competencia, tales como la recolección de basura y el suministro de agua mediante pipas en colonias como Ampliación Márquez de León o Ampliación Villas de Guadalupe.
El gobierno estatal panista y el municipal morenista durante el 2019 vieron limitados sus proyectos de obra pública que demandas pueblos y colonias, se han reducido apoyos con mejoramiento a la vivienda, financiados con recursos locales y federales. En caso de que ambos gobiernos quieran realmente cumplirle a la ciudadanía, se hace necesario que busquen los mecanismos para buscar los recursos para las obras públicas pendientes y cumplir con aquellos servicios que dependen totalmente de ellos, como la seguridad pública, rehabilitación de alumbrado, distribución del agua a través del SAPA, entre otros.
Las peticiones de cada colonia que enarbola el Movimiento Antorchista no deben ser una sorpresa para el gobernador del estado ni para el presidente municipal. Basta con buscar los oficios que hemos entregado en reiteradas ocasiones para darse una idea justificada de que hay rezago en las colonias, carencias que debieran tomar en cuenta, en caso de querer dar una lucha más enérgica, ante los recortes presupuestales, dado que no es mentira que las familias de Ampliación Vista Hermosa y Ampliación Villas de Guadalupe no cuentan con la red energía eléctrica, ni tampoco que la colonia Ampliación Navarro Rubio o la Manuel Márquez de León no tienen guarniciones, banquetas ni pavimentaciones, ésta última y parte de Ampliación Centenario sin tener la red de drenaje público. Dicen tener identificadas las zonas de alto rezago social, solamente hace falta voluntad política y querer cumplirle a sus gobernados.
Los antorchistas no solamente estamos inconformes por la injusticia que significa no destinar mayores cantidades de recursos a los más pobres, sino que desde hace 45 años emprendimos el camino de buscar una sociedad más justa, tarea a la que nos hemos dedicado durante todo este tiempo educando y organizando al pueblo. Por lo tanto, ante los recortes presupuestales y la falta de obra pública y servicios a los mexicanos, manifestamos nuestra disposición a dar la lucha, con energía y decisión, para lograr que se beneficie a los más humildes con sus peticiones. Hacemos un llamado al pueblo de México a conocer de cerca nuestra labor y a adherirse al proyecto de unidad nacional por un México más justo.
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