A más de tres meses de investigación, por fin hoy 19 de diciembre, se dará a conocer el resultado. En efecto, me refiero a la investigación que la Secretaría de la Función Pública realizó sobre el patrimonio y posibles conflictos de interés del director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz. Y dado que se trata de un personaje muy cercano al presidente y de que este último ha hecho del "combate a la corrupción" el principal objetivo de su gobierno, se produce una situación clave para el futuro, por lo menos en cuanto a aceptación, del morenismo y de AMLO. Así es, o una de dos, o se le aplica todo el rigor de la ley al megacorrupto expriísta, al otrora operador de la caída del sistema, etc., etc. o, simple y llanamente, se le exonera descaradamente de todos sus abusos y delitos. Es decir, AMLO y sus seguidores se encuentran ante la encrucijada de ser consecuentes con el discurso anticorrupción que han venido manejando desde su campaña electoral o encubren cínicamente a uno de los más destacados integrantes de la llamada "mafia del poder".
Humildemente, paciente lector, creo que no hay que abrigar grandes ilusiones, creo que el Sr. Bartlett se va a salir con la suya. ¿Qué hechos son los que me hacen llegar a tan temeraria conclusión? Sólo citaré dos casos que me parecen insuperables para fundamentar tan pesimista conclusión: Napoleón Gómez Urrutia y Carlos Romero Deschamps. El primero con un largo historial de corrupción al frente del sindicato minero que incluso lo obligó, por un largo tiempo, al autoexilio. Pero le cayó del cielo la protección del gobierno de la 4T y ahora lo tenemos como flamante senador de la República. El segundo, durante décadas se enriqueció ilícitamente a expensas de los trabajadores petroleros y en detrimento y perjuicio de la paraestatal en que se ha basado la economía de México durante casi 80 años y resulta que, no obstante tener demandas y denuncias en su contra, el gobierno de la 4T, simple y sencillamente lo deja ir a gastarse al extranjero la riqueza amasada vía sindical, contratos ilícitos, etc., etc.
Existen muchos y variados ejemplos (acerca de los cuales he escrito en otras colaboraciones) del gobierno de la 4T que justifican ampliamente el refrán popular que reza "del dicho al hecho, hay mucho trecho", pero, como "para muestra, basta un botón", espero que los dos casos citados no parezcan insuficientes para apuntalar la conclusión, pesimista, quizás, pero objetiva, de que, una vez más, el gobierno de la 4T no obrará en correspondencia a su discurso y, por enésima ocasión estará incurriendo en demagogia.
Para su humilde servidor, amable lector, la única incógnita que prevalece es, y ahora ¿cuál será el rollo mareador que le aventarán a la opinión pública?, ante este personaje tan indefendible como pocos se han de encontrar en los medios políticos. Porque por más retruécanos que haga en su análisis el presidente en defensa de tan distinguido personaje, ni sus más cercanos e incondicionales colaboradores se van a tragar ese cuento. Por sus obras los conoceréis, dice la Biblia, entre otras muchas ideas profundamente filosóficas y sabias que han perdurado a través del tiempo y que, hoy más que nunca, en una sociedad capitalista completamente enajenada y dominada por el irracionalismo, adquieren una gran vigencia. En efecto, en un mundo como el actual, en donde ya se hizo costumbre hacer exactamente lo contrario de lo que se dice, cobra inmensa importancia el evaluar a las personas físicas como morales, por sus hechos y no por lo que digan de sí mismos así lo repitan cien veces como aconsejaba el tristemente célebre publicista de Hitler, Joseph Goebbels.
Los Antorchistas creemos sinceramente que tomar al fenómeno de la corrupción como el principal de la sociedad mexicana, es confundir el efecto con la causa. Para el antorchismo el problema fundamental es la infuncionalidad del modelo económico de corte neoliberal que impera en nuestro país desde hace ya cuatro décadas. Pero aceptemos, por un momento, que la corrupción sea el principal problema. Pregunta ¿se está combatiendo realmente? ¿de manera eficaz y consecuentemente? Ojalá Bartlett recibiera su merecido castigo, pero todo apunta a que, desgraciadamente, no será así. Mañana saldremos de dudas.
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