El miércoles 19 de junio, los pobladores organizados en el Movimiento Antorchista realizaron una manifestación pacífica (haciendo uso de su derecho consagrado en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y estipulado en el Artículo 9°), para solicitar al Ayuntamiento de Olintla, que encabeza Miguel Juan Sánchez, atienda las demandas que desde hace varios meses le plantearon.
La protesta de ninguna manera tuvo, y nunca ha tenido ninguna de nuestras formas de manifestación, la intención dañar, o revivir la agresión hacia los campesinos que buscan mejores condiciones de vida como la de 1990, la que por cierto fue orquestada por el cacicazgo que vio afectados sus intereses, ni mucho menos exigir obras o apoyos difíciles de resolver, sino la solución de necesidades tan básicas y prioritarias como el abastecimiento de agua potable. Desde luego que la protesta no le pareció a varios actores políticos, quienes intentaron convencer a la población de que no se trataba de una protesta, sino de "un acto de vandalismo" que buscaba tronar las tuberías y cajas de agua, por lo que se llamó, casa por casa, a salir a defender. Pero la realidad se impone ante la mentira y termina dejando como mentirosos a aquellos que se niegan a que se le resuelva al pueblo trabajador. Por ello, considero necesario exponer, precisar y dar a conocer a la opinión pública el motivo de la lucha y cómo se dieron los acontecimientos.
Primero quiero destacar que el Movimiento Antorchista es una organización que desde hace 45 años ha luchado porque el pueblo trabajador tenga una vida digna, y esto se ha hecho a través de la gestión de obras y apoyos que mengüen el impacto de la pobreza. La experiencia nos ha enseñado que la lucha no es espontanea ni súbita, sino resultado del cansancio de un pueblo que sufre la pobreza lacerante, por eso busca solución a sus necesidades y procede, primeramente, entregando el pliego de demandas al inicio de una administración, y luego esperando un tiempo prudente para obtener una respuesta positiva (pues se sabe que la autoridad necesita conocer la situación de la administración que recibe, para determinar qué y en qué tiempo puede resolver). Y los antorchistas olintecos así lo hicieron, después de un lapso considerable, iniciaron toda una serie de visitas, a la que asistían los diferentes comités y en cada ocasión un número mayor de integrantes, con el propósito de obtener una respuesta a sus peticiones, pero nada.
Esto llevó a los antorchistas a formar una comisión de 150 personas para asistir el lunes 17 de junio en busca de una respuesta, principalmente, a la petición de apoyo con manguera y arreglo de la bomba de la caja de agua, pues los habitantes de la colonia antorchista "Libertad" y sus escuelas (desde primaria hasta bachillerato) llevan poco más de tres meses sufriendo las inclemencias de la sequía y porque no se distribuye el agua dado que la bomba se quemó, situación que los tiene acarreando agua todos los días o pagando 200, 300 y hasta 500 pesos por semana para comprarla. Este día no sólo se toparon con la ausencia de los funcionarios que podían resolver, sino con las burlas de algunos regidores, como la de Hacienda, Jovita Gómez, quien tajantemente aseguró que los antorchistas no tenían derecho a exigir nada porque no votaron por el presidente. Esa actitud retrógrada le impide ver que el presidente y ella son funcionarios de la administración pública y no de un partido, y que por lo tanto no deben hacer miramientos ni discriminaciones contra la población. El regidor de Gobernación, álvaro Bernabé Francisco, dijo que "si tienen tiempo, siéntense a esperarlo" de forma burlona y a sabiendas de que no llegaría el presidente. A pesar de esos comentarios y gracias a la persistencia y fuerza de la organización, lograron que esos mismos funcionarios firmaran un acta de acuerdo de que el miércoles los atenderían y les entregarían la manguera.
En segundo lugar, que todo un dispositivo policiaco se desplegó en los alrededores del palacio municipal desde la mañana del miércoles 19 de junio, mientras algunos trabajadores de la administración municipal visitaban a las familias, casa por casa, llevando el mensaje de que salieran a defender porque los antorchistas iban a manifestarse tronando las tuberías y las cajas de agua, pues la intención era "quitar el agua a los del centro"; además, un mensaje en una cuenta de Facebook, que es de conocimiento público que la maneja el hijo de uno de los funcionarios del Ayuntamiento, en la que alertaban de no dejar salir a los niños y haciendo referencia a la agresión de 1990, que fue organizada por el cacicazgo. Por ello, cuando el contingente encabezado por estudiantes de las escuelas antorchistas y un grupo representativo de pobladores de las diferentes comunidades llegó a la presidencia municipal se encontró a unos 30 pobladores que atendieron el llamado a salir a defender; sin embargo, al escuchar el motivo de la marcha y comprobar que esta era pacífica, se retiraron, algunos, avalando la lucha de los antorchistas.
También se encontraron, desconocemos si fue casual, aunque la casualidad es siempre resultado de la necesidad, que el que estaba cuidando la puerta de la presidencia era el excomandante de la policía municipal, Juan Pérez Campos, quien fue el que encabezó la agresión en 1990 contra los antorchistas olintecos que buscaban justicia y mejores condiciones de vida, y que dejó como saldo tres muertos y poco más de 40 heridos. Aunque la administración argumentó que fue porque coincidió con la caravana de seguridad, el ahora comandante en el municipio de Ixtepec aparece cada vez que la organización está en pie de lucha. ¿Será esto una casualidad? No obstante, los pobladores lejos de intimidarse con la presencia de Juan Pérez, se mantuvieron firmes y con el puño en alto, ensalzando el trabajo de su organización y denunciando la falta de atención.
A pesar de la campaña desplegada contra el antorchismo, la protesta fue pacífica y de respeto; por lo que la administración municipal no tuvo otro remedio que recibir a una comisión de cinco personas y hacer un compromiso. El resultado de este movimiento fueron los siguientes acuerdos: primero, el Ayuntamiento se comprometió a entregar la manguera de dos pulgadas este sábado 22 de junio, acción que ya cumplió y con la que podrán llevar agua de otro manantial hacia la caja de la colonia; segundo, la administración realizará las tareas necesarias para adquirir la bomba, y de la que aportarán los colonos organizados la cantidad de 10 mil pesos para que quede instalada el 15 de julio y se pueda distribuir a las casas, y que el operador del sistema será el señor Mateo Marceliano; tercero, apoyará con el pago a seis docentes de las escuelas antorchistas al inicio del próximo ciclo escolar, más el 50 por ciento de lo que tenía comprometido en este ciclo, en parcialidades, pues no se le ha entregado el apoyo al personal docente de las escuelas antorchistas que fueron llamados, ante la falta de personal contratado por la SEP, para garantizar la educación correcta de los hijos de los olintecos; cuarto, en cuanto llegue la segunda remesa de focos se le proporcionará a la colonia Libertad para el alumbrado público y, en caso de que los dañe la población, el comité de gestión se comprometió a repararlos; además de que queda pendiente una reunión para revisar el estado de las demás demandas planteadas.
La administración olinteca tiene el deber de atender las necesidades más sentidas de los pobladores, y los olintecos organizados le reconoce que haya cumplido en tiempo y forma el primer acuerdo; y en esta tarea los antorchistas también están dispuestos a colaborar, y lo han hecho haciendo faenas, recorriendo las dependencias estatales y federales para gestionar y a través de los diputados federales, pues está claro que no todo puede solucionar el ayuntamiento. Al antorchismo olinteco le interesa trabajar de manera coordinada porque la situación de pobreza del municipio se ha ido agudizando; según los datos arrojados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), sobre el índice y grado de marginación de 2010 y 2015, colocan a Olintla como el segundo municipio con mayor grado de marginación del estado de Puebla, y que se puede observar en la falta de servicios básicos en las viviendas. El antorchismo tiene clara la importancia de la consecución de obras y apoyos, porque como ya dije, le permiten al pueblo disminuir el impacto de la pobreza y la desigualdad, aunque también conoce las causas más profundas de la problemática y sabe que para erradicar de raíz la pobreza es necesario cambiar el modelo económico por uno que garantice bienestar y justicia social para todos. Y por ello reitero la intención de trabajar de manera coordinada y por eso la justeza la lucha del pueblo Olinteco.
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