Raquel Padilla Ramos, in memoriam
En nuestro país son asesinadas aproximadamente entre 7 a 11 mujeres todos los días y cada dos horas y media, una mujer es víctima de la violencia en todas sus expresiones, para ser más específica del feminicidio (que es una voz homóloga a homicidio y sólo significa asesinato de mujeres); en lo que va del año han sido asesinadas 2173 mujeres, de las cuales 540 fueron delitos por feminicidio, poniendo a la cabeza al estado de Veracruz con 120, seguido por el estado de México con 53, Puebla con 38, Nuevo León con 32, Chihuahua con 27, la Ciudad de México ocupa el sexto lugar en victimas de feminicidio con 26 y así podríamos mencionar estado por estado, y de los cuales Sonora no es la excepción pues las estadísticas del sistema Nacional de Seguridad Pública, indicaron que desde el inicio del presente año al corte del mes de agosto se han contabilizado 26 feminicidios en la entidad ,lo que coloca a Sonora en el noveno puesto entre los estados de la republica con mayor incidencia en este delito.
El pasado jueves 7 de noviembre, alrededor de las 4 de la tarde, es asesinada la escritora sonorense, antropóloga, maestra y activista Raquel Padilla Ramos, de 53 años, dentro de su casa y en presencia de su hijo menor; el culpable: su pareja actual por más de 6 años, quien con arma blanca le quitó la vida por motivos de celos y machismo.
Raquel Padilla Ramos era profesora investigadora del Centro INAH en Sonora desde al año 1992, contaba con estudios de licenciatura en Antropología, con especialidad en Historia, y maestría en Etnohistoria, ambas por la Universidad Autónoma de Yucatán; era doctora en Etnología por la Universidad de Hamburgo e integrante del Sistema Nacional de Investigadores. En un comunicado, el INAH destacó su participación en ponencias y conferencias con temas diversos sobre los derechos territoriales y culturales de los pueblos indígenas, así como un amplio número de publicaciones científicas y de divulgación.
Fue una gran impulsora del Foro de las Misiones del Noroeste de México durante sus 12 ediciones, el último llevado a cabo en ímuris, Magdalena y Caborca Sonora. Los pueblos indígenas y su lucha histórica fueron plasmados en diversas publicaciones, entre las que destacan "Los partes fragmentados, Narrativas de la guerra y la deportación yaquis" (INAH, 2018), "Los Irredentes Parias. Los Yaquis, Madero y Pino Suárez en las elecciones de Yucatán, 1922" (INAH, 2011) y las diversas ediciones del libro "Misiones del noroeste de México". Padilla Ramos se encontraba coordinando el proyecto "Patrimonio indígena y misional del noroeste de México", y estaba implementado la creación de una Red de Historiadores en apoyo a las luchas indígenas del noroeste de México. Este año fue nombrada corresponsal nacional de la Academia de Historia Mexicana. Su trayectoria académica trascendió hacia otros países a los que fue invitada para realizar estancias sabáticas, como en la Universidad Flinders, en Australia Meridional; la Universidad de Texas, en Austin y la estancia académica en la Universidad de Salamanca, España, becada por la Fundación Carolina.
A la historiadora Raquel Padilla, la mataron en donde se supone era un lugar seguro, su hogar, pero cuántas otras mujeres más son dejadas muertas o medio muertas en lotes baldíos, carreteras, desagües, en matorrales, carros, quemadas, incineradas, en el desierto, descuartizadas, violadas, encobijadas, colgadas, etcétera y de las maneras más crueles e impensablemente posibles, a manos de sus parejas, maridos, queridos, madres, padres, hermanos, vecinos, tíos y la lista no acaba, víctimas de la ignorancia, la desigualdad y el machismo, aunado al sistema que no regula y no considera en sus leyes castigos más severos para estos crímenes y es que mientras no se entienda que la lucha contra la violencia de género es lucha anticapitalista y aún más grande anti cualquier forma de dominación, y no solo de la mujer, si no, del propio hombre.
La historiadora Raquel Padilla, no pertenecía a las filas del Movimiento Antorchista Nacional, sin embargo en vida siempre decía: "estoy consciente que México no es el mejor lugar para vivir, pero lo amo, amo sus raíces y lucharé por las causas justas y apoyaré las etnias indígenas de mi natal Sonora".
Mientras recordemos a personalidades como ella, y cuando por una desgracia como este feminicidio nos los arrebaten, ellas vivirán en otras vidas que influenciaron, educaron y guiaron; se multiplicarán sus aportaciones en muchas vidas, y como lo bien sabemos en nuestra querida Organización solo así, educándonos, organizándonos y luchando siempre por los más desprotegidos como lo hizo la maestra Raquel Padilla podremos acabar con estos crímenes y otros tantos vicios que aquejan a esta sociedad en la que vivimos.
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