Julio es el mes donde se celebra la fiesta más grande de los oaxaqueños, La Guelaguetza. A este festejo se concentran miles de turistas y extranjeros para apreciar la grandeza de la cultura oaxaqueña con danzas y bailes folclóricos, que por un lado hace ver la cara bonita de Oaxaca pero por otro, esconde una de las situaciones más lamentables del pueblo oaxaqueño, su pobreza.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), del año 2010 al 2016 se pasó de 2 millones 596 mil 300 a 2 millones 847 mil 300 personas en situación de pobreza, es decir, del 67% incrementó a 70.4% el número de pobres; de los cuales, 1 millón 087 mil 200 personas (26.9%) vive en condiciones de pobreza extrema. En rezago educativo, 1 millón 103 mil 800 sufren este problema; 3 millones 151 mil 700 no tienen seguridad social; 1 millón 062 mil 600 no cuentan con vivienda digna; 2 millones 506 mil 900 no tienen acceso a los servicios básicos de vivienda como: agua potable, energía eléctrica, drenaje, pavimentaciones de calles, alumbrado público, etc. Y más de un millón de pobres en este estado, sufre carencia alimentaria, lo que significa que apenas y pueden llevarse un poco de comida a la boca.
Oaxaca, es el segundo estado con mayor número de pobres (70.4%), antecedido por Chiapas (77.1%), seguido de Guerrero (64.4%) y Veracruz (62.2%).
El Movimiento Antorchista Nacional, entendiendo la situación en la que viven millones de mexicanos inició una lucha genuina en favor de los más desprotegidos de esta patria, y desde hace 45 años ha luchado por mejorar las condiciones de vida de sus hermanos de clase, sin embargo, la lucha se ha tornado difícil, primero porque cada gobierno que ostenta el poder público, sean del color que sea, la situación es siempre la misma, cero solución a los problemas que aquejan a la clase más pobre y; segundo, actualmente se suma, una campaña de desprestigio y calumnias a la organización del pueblo, desde el mismo Presidente de la República.
El gobierno que encabeza el maestro Alejandro Murat Hinojosa, a más de dos años de su administración, no ha hecho lo posible por cambiar la situación en la que viven miles de oaxaqueños, ya que al inicio de su administración se le planteó un pliego petitorio, de las demandas más sentidas de la ciudadanía oaxaqueña organizadas en las filas del Movimiento Antorchista, que consiste en construir obras de infraestructura básica como agua potable, red de energía eléctrica, pavimentaciones de calles, construcción y techados de canchas en escuelas, aulas, y un sin números de necesidades y carencias de muchos oaxaqueños; planteadas así, porque de manera aislada o personal han encontrado oídos sordos para resolver sus problemas.
La nula respuesta a las peticiones de los más de 50 mil antorchistas se debe a que en el actual gabinete del Gobierno Estatal hay funcionarios que no tienen la capacidad de ejecutar una orden emitida por el señor gobernador; tal es el caso más reciente, en el que el Coordinador General de Planeación y Desarrollo (COPLADE), Javier Lazcano Vargas que, después de dadas las indicaciones por el Mtro. Alejandro Murat Hinojosa desde el 25 de marzo de los corrientes, hasta ahora, no ha querido resolver acuerdos concretos como la entrega del apoyo a la vivienda de más de 45 mil familias humildes y la ejecución de obras social para muchas comunidades.
Es que acaso ¿Será que el señor gobernador toma acuerdos serios y concretos y a las espaldas da otra indicación a sus funcionarios? ¿Sus funcionarios no le hacen caso y dejan mal la palabra del gobernador? ¿Habrá una política de no resolverle ninguna de las demandas a oaxaqueños antorchistas siguiendo la línea del presidente de la república? ¿Son tan insensibles los funcionarios que no ven las carencias que sufren los oaxaqueños y no les importa lo que pase con ellos? Sea cual fuera la respuesta, el caso es que no hay solución y por ello, el antorchismo oaxaqueño deja en claro desde ahorita, que no somos unos inconscientes y unos intransigentes, que no buscamos generar caos y problemas pero dado que el gobierno del estado no resuelve, nos vemos obligados a realizar una segunda marcha en el mismo mes pero ahora con 10 mil antorchistas, el día 29 de julio, en la capital oaxaqueña, con la única intención de seguir exigiendo solución a nuestras demandas.
Además me es necesario señalar que no nos oponemos a la fiesta más grande de los oaxaqueños, pero también como como oaxaqueños creemos que no puede haber fiesta si no se honra la grandeza y la cultura milenaria de los pueblos mejorando su calidad de vida con obras de infraestructura básica y dándole una vivienda digna, brindando mejores condiciones de vida, dando empleos y buenos salarios. Mientras las cosas no cambien, el Movimiento Antorchista seguirá exigiendo que se resuelvan los problemas más sentidos del pueblo trabajador de Oaxaca.
Señor gobernador, es inminente e inevitable que los antorchistas nos manifestemos; dejamos en sus manos la soluciones a los problemas planteados, sino lo hace quedará claro que no le importa lo que pase con Oaxaca y con los oaxaqueños.
¡Que conste!
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