La organización de las clases populares nunca le ha convenido a las élites políticas y económicas que rigen en el país y, por tal motivo, la tarea nunca ha sido fácil. Sin embargo, este rechazo a la organización popular se ha visto más exacerbado con el actual Presidente de la República: toda su retórica y su política se ha centrado en eliminar cualquier forma de solidaridad de clase poniendo de pretexto que, ahora sí, se desterraron "los moches" en el Palacio Nacional y, en consecuencia, ahora sólo existen las ayudas monetarias directas a costa de la eliminación de la obra pública para la gente pobre. El gobierno y sus intelectuales piensan que, con la simple presencia de Andrés Manuel López Obrador y sus declaraciones, el fin del neoliberalismo ha llegado. Un cambio para el pueblo, pero sin el pueblo.
Pues bien, en este entorno, nuestra organización Antorcha Revolucionaria ha venido celebrando sus eventos del 45 aniversario. El gobierno y las élites a él allegadas esperaban que, por la gran campaña antiorganizaciones que han realizado, no se llenaran los estadios que teníamos programados. El primer evento se realizó en San Luis Potosí y el estadio estaba a reventar; la animosidad de la gente ante el discurso del maestro Aquiles Córdova Morán, donde expuso nuestra visión de país, le demostraron a la patria entera que Antorcha no estaba acabada, que el pueblo que nos conforma sigue en espera de la justicia social que no ha conseguido en todas las elecciones y cambios de presidente que ha tenido México, que, incluso, el neoliberalismo rampante está más presente que nunca. El primer evento nos emocionó a todo el resto de los regionales y nos demostró cómo deberían ser los siguientes.
Después de San Luis Potosí siguió el evento en Michoacán, y luego estaba programado el de Chiapas. Y aquí, por indicación gubernamental, las autoridades estatales impidieron la realización del evento; reprimieron una manifestación pacífica como sólo las saben hacer los antorchistas. Pero sépanse que eso no nos va a volver a pasar: si no nos dejan manifestarnos en el recinto que hemos acordado, haremos la manifestación político cultural en cualquier otro lado; y si tanto les disgusta la imagen del pueblo organizado, demostrarán su verdadero rostro con cualquiera de las acciones que intenten en nuestra contra. Los siguientes eventos fueron realizados en Baja California y en Puebla con mucho júbilo por los antorchistas de todo el regional; en Puebla se llenaron dos estadios con eventos culturales muy bien organizados y se anunció por nuestro dirigente nacional la creación del partido local en ese estado.
En todos los eventos realizados, la gente mostró un ánimo combativo, dispuesta a defender a su organización, atentos a la palabra clara, precisa de nuestro dirigente nacional, de las tareas pendientes, de la situación nacional y de la posición internacional en que se encuentra el país. Ninguna organización o dirigente político ha podido lograr esta hazaña. Y esto sólo se puede entender si analizamos los 45 años de existencia de la organización. Antorcha desde el principio tuvo claro que las mejoras materiales para el pueblo no era el único objetivo que se tenía; que había otro mucho más importante: crearle al pueblo la consciencia de que solamente organizados se consiguen los logros, que el cambio que necesita el país no lo va a realizar una persona, sino que él mismo, con claridad de objetivos, el que deberá pelear por su libertad y tantos siglos de sojuzgamiento e ignorancia.
Para este último objetivo, tan difícil de alcanzar, Antorcha ha echado mano no solamente del discurso político, sino del deporte, la cultura y el estudio concienzudo de la realidad nacional. Y eso nos ha costado 45 años de existencia. Es esa labor titánica de casi medio siglo lo que explica el ambiente que se vive en cada evento de aniversario, porque están presentes antorchistas educados durante todos los años de existencia de la organización, y también sus hijos y sus nietos, indignados ante lo que se pretende hacer con la organización popular por parte de las esferas gubernamentales. Es éste nuestro verdadero logro, es lo que estamos presumiendo, pues es solamente este pueblo consciente el que podrá defender su revolución.
Por eso es importante que todos acudamos al cierre de eventos de aniversario en el Estadio Azteca con el mismo ánimo que nuestros camaradas de los otros regionales. Para que sepan los enemigos del pueblo organizado que, aunque el odio se haya exacerbado, aunque desde el Palacio Nacional se repriman las manifestaciones pacíficas, ahora menos que nunca podrán destruirnos, y que nuestra labor de 45 años ha rendido sus frutos: somos una organización consolidada, consciente, estructurada y, lo más importante, con visión de país para lograr la justicia social, tantos siglos esperada; nosotros queremos, pues, un cambio para el pueblo y con el pueblo. ¡Adelante, compañeros!
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