Un buen gobernante conoce las necesidades de la gente porque las ha hecho suyas, sabe que la situación del país es cada día más difícil para el pueblo trabajador, que hay más pobres y más miseria; y para tratar de combatir la pobreza y los muchos otros males derivados de la mala distribución de la riqueza que padecemos los mexicanos, escucha a sus gobernados, los atiende y busca resolver las peticiones más básicas y urgentes, por tratarse de carencias alimentarias básicas, imposibles de resolver con los bajísimos ingresos; hasta obras sencillas como la dotación de agua potable, luz eléctrica, pequeñas clínicas, escuelas, etc.
De este tipo de políticos es el secretario ejecutivo de la Política Pública Estatal, Israel Félix Soto, quien hace unos días manifestó su respaldo y apoyo hacia los habitantes y comerciantes del municipio de Mineral de la Reforma, por considerar que el alcalde panista de la demarcación no los apoya ni permite el Ejecutivo Estatal y los diputados intervengan para procurar el desarrollo de los mineralenses. En más de una ocasión, Félix Soto también ha fungido como interlocutor entre el Gobierno del estado y la dirigencia del Movimiento Antorchista, para que ambas partes se reúnan y lleguen a puntos de acuerdo que han permitido alcanzar compromisos para la entrega de apoyos y ejecución de obras básicas, pensando en el bienestar de los hidalguenses.
El Movimiento Antorchista siempre celebrará la unidad de la población, pero también luchará todos los días para que a ese pueblo se le eduque, sea consciente, politizado y goce del bienestar que garantiza la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Por ello, nuevamente apelo a la sensibilidad del secretario de la Política Pública, pues el antorchismo hidalguense ha encontrado un retroceso en los acuerdos alcanzados entre nuestra dirigencia y el mandatario estatal. De los compromisos adquiridos, prácticamente ninguno ha avanzado, lo que se traduce en una violación de las garantías inherentes de cada mexicano y que la situación de miseria y marginación que padecen 1.5 millones de hidalguenses se agrave.
Al igual que en el caso de los mineralenses, en donde el funcionario tuvo a bien intervenir, la Organización de los Pobres está conformada por campesinos, amas de casa, estudiantes, profesores, colonos y comerciantes, quienes también esperan intervención gubernamental y la ayuda que ofreció "para poder resolver problemáticas y la atención a las demandas de la población". De este modo, acabará la actitud que el mismo funcionario condenó, en donde sólo reciben ayuda los incondicionales de ciertos políticos.
Sabemos que Israel Félix es un político de otro nivel, uno preocupado y que sí quiere trabajar en favor de la gente, no sólo de Mineral de la Reforma, sino de toda la entidad. Por ello usos estas líneas para llamar su atención, pidiendo, respetuosamente, que escuche el reclamo de cientos de miles de hidalguenses que tienen hambre, que carecen de empleo, que no tienen los medios para poder curarse o instituciones en donde poder prepararse. Pero esta vez lo hago, no con el anhelo de concretar una reunión más, sino de encontrar verdaderas soluciones para las familias más empobrecidas de nuestro estado.
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