El domingo 23 de junio, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios "Rafael Ramírez" (FNERRR), llevará a cabo un evento político y cultural en el Complejo Cultural Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), con motivo de la inauguración de tres casas del estudiante en la ciudad de Puebla: la casa "Macuil Xóchitl", la casa "Serrano" y la casa "Hermanos Serdán".
La casa "Serrano" tiene una larga existencia en la capital del estado, pero ya sus instalaciones eran insuficientes y tenía diversos problemas de infraestructura. Ahora, gracias a la gestión de la Dra. Soraya Córdova Morán y del Lic. Lisandro Campos Córdova, cuando fueron diputados por la LXII Legislatura (2012-2015) y de la lucha de la FNERRR, se logró la construcción de dos de ellas y la remodelación de una, para que miles de jóvenes universitarios cuenten con un lugar adecuado para vivir, realizar sus tareas académicas, practicar deporte y diversas actividades culturales.
La causa que nos reunirá es una buena razón para un festejo. Pero no olvidamos que detrás de él hay varios años en los que los moradores de las casas y la FNERRR hemos tenido que realizar diversas acciones, no solo para ver terminadas las obras, sino para contar con mobiliario, equipo y subsidio para la alimentación. Y es en esta etapa en la que nos encontramos ahora.
La casa "Macuil Xóchitl" realiza una loable tarea artística y cultural que, como sabemos, desde hace ya tiempo tienen en el olvido tanto el gobierno federal como el estatal y el municipal. En ella se han formado jóvenes con inclinaciones artísticas (música, teatro, canto, poesía, danza folkórica y otras), muchos de ellos muy destacados, provenientes de diversas regiones del estado que sufren de grandes carencias económicas; actualmente cuenta con algunas licenciaturas y alberga a 150 estudiantes de arte. A pesar de su éxito y a pesar de múltiples gestiones, hace más de medio año que no recibe el subsidio que el municipio de Puebla le venía otorgando, mismo que utilizaban para el pago de los servicios, la alimentación y diversos materiales necesarios para su actividad.
Las casas "Serrano" y "Hermanos Serdán" de las que han egresado más de 35 generaciones de profesionistas, albergan entre ambas a poco más de 300 estudiantes de licenciatura. Y, al igual que la "Macuil Xóchitl", tienen meses solicitando que se resuelva su pliego petitorio. Ante la respuesta que, después de varias idas y venidas a las oficinas correspondientes, nos han dado en el sentido de que "no hay dinero", hemos llevado a cabo diversas protestas (cadenas humanas, mítines, plantones, marchas) para que se dé cumplimiento a nuestras necesidades. Nuestra situación se ha vuelto verdaderamente difícil, pues aunado a lo anterior, la mayoría de los universitarios no cuenta con las becas "Escribiendo el futuro", que no son universales, y quienes después de varios trámites burocráticos han logrado ser tomados en cuenta, a la hora de ir a cobrarla se han encontrado con la sorpresa de que la tarjeta no tiene fondos. Además, bajo el argumento del recorte al presupuesto dedicado a la educación, la BUAP redujo el monto de las becas que otorgaba, por ejemplo, a los estudiantes de Medicina que realizan su servicio social, pero no son los únicos afectados.
Junto con la lucha por el cumplimiento de nuestros respectivos pliegos petitorios, realizamos cada semana colecta económica, recurriendo a la ciudadanía para solicitar su apoyo voluntario, y también acudimos semanalmente a la central de abastos, donde los comerciantes nos apoyan con los productos que ahí comercializan. Pero, como puede entenderlo cualquiera, ello no es suficiente para que casi 500 estudiantes puedan llevar una vida digna mientras estudian. Y menos aún cuando nuestra finalidad no consiste solo en dormir, comer y estudiar, sino en adquirir una formación integral en la que el arte, la cultura y el deporte nos sensibilicen, nos fortalezcan, física y espiritualmente, y nos disciplinen para ser cada día mejores hombres y mujeres, con sentimientos nobles, solidarios con nuestros semejantes, pero sobre todo con el pueblo pobre, que es de donde surgimos y al que nos debemos. Una formación así, además, evitará que caigamos en las drogas, el alcohol o las garras de la delincuencia.
Por todo lo anterior, preguntamos a la opinión pública si merecemos o no el apoyo de los tres niveles de gobierno. Nosotros creemos que sí, por eso no estamos satisfechos con la respuesta de que "no hay dinero". Pero, además, no estamos satisfechos con esa respuesta porque, como todos sabemos, la educación no la paga el gobierno, no la paga tal o cual funcionario de su bolsillo, la educación la paga el pueblo a través de los distintos impuestos que el gobierno le cobra. Estamos conscientes de que la educación no es en lo único que debe gastarse el presupuesto, pero sí es uno de los rubros importantes en los que debe invertir más. La educación debe ser parte de las respuestas que el Estado dé a las necesidades de la población, y debe impartirse, principalmente, a los jóvenes de los grupos sociales más necesitados con el fin de promover una vida más digna para quienes viven en el campo y en las ciudades.
Nuestras casas son el fruto de la lucha organizada que emprendieron otros jóvenes y profesionistas antes que nosotros, son también fruto de la lucha y persistencia de los diputados antorchistas que en su tiempo lograron arrancar algunos recursos al PEF, son también resultado de la lucha y la solidaridad de la FNERRR, y son también el resultado de un proyecto educativo distinto al proyecto educativo oficial, pues nosotros pensamos que la educación debe preparar hombres que le sirvan al pueblo y no solo a unos cuantos.
Este 23 de julio, celebraremos, sí, pero al mismo tiempo estaremos luchando. ¡Los esperamos con los brazos abiertos!
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