A un lado de la laguna de San Baltazar se erige una majestuosa edificación: de ella entran y salen muchos jóvenes. Al principio, los habitantes de la zona no comprendían cómo un reducido grupo de estudiantes se había animado a vivir en un terreno sin agua, luz o drenaje, tampoco entendían cómo a diario éstos se organizaban para hacer deporte, estudiar e incluso para practicar danza, teatro y música. Mayor fue el asombro cuando la construcción inició hasta convertirse en el complejo que ahora es, con dos edificios de sección varonil y femenil, cancha, lavandería, auditorio, comedor y muchas cosas más.
Pero este albergue estudiantil llamado "Hermanos Serdán" es el resultado de una lucha iniciada hace casi 35 años, por jóvenes valientes que se convirtieron en la vanguardia estudiantil, misma que serviría de ejemplo y cimiento para la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios "Rafael Ramírez" (FNERRR).
A mediados de la década de los 80, un grupo de jóvenes, conformado por ocho mujeres y 15 hombres, procedentes de la Escuela Nacional de Agronomía, ahora Universidad Autónoma de Chapingo, decidieron crear las casas para estudiantes "Serrano" y "Carmen Serdán" con el objetivo de apoyar a los alumnos, provenientes principalmente de municipios serranos del estado, para que se albergaran en ellas y realizaran sus estudios en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
En un largo peregrinar en busca de un lugar para fundar estos albergues, el entonces rector de la BUAP, Alfonso Vélez Pliego, apoyó a los moradores subsidiando el pago de la renta de los inmuebles en la colonia álamos (para hombres) y en San Baltazar Campeche (para mujeres). Luego, por diversas circunstancias, llegaron a una casa abandonada en el centro de la ciudad, en la calle 2 Sur No. 708, hoy Museo Amparo, propiedad de Manuel Espinosa Yglesias, por lo que el gobierno encabezado por Murad Macluf ofreció otras alternativas, con el objetivo de que dejaran esa casa.
Es así como, tras revisar varias propuestas, la Casa del Estudiante "Serrano" quedó establecida formalmente en la 5 Poniente 315 y posteriormente fue lograda la entrega de otro edificio en el 310, convirtiéndose en la sección de mujeres y a la que nombraron "Carmen Serdán". Con el paso del tiempo de estos albergues emanaron miles de profesionistas que a su vez ayudaron en la conformación de nuevos albergues en otros estados, difundiendo así la lucha de este pequeño grupo.
Actualmente, y tras una serie de gestiones por parte de los ex legisladores antorchistas Soraya Córdova y Lisandro Campos, ambos fundadores de estas casas, se logró la construcción de un edificio ubicado a 10 minutos de Ciudad Universitaria de la BUAP, con el objetivo de apoyar de mejor manera a los muchachos. Asimismo, se construyó la casa del estudiante Macuil Xóchitl, otro edificio con mucha historia pues en ella habitan los alumnos que se dedican al arte y la cultura de México y el mundo; estos jóvenes profesionales del arte, con su trabajo, han creado los Grupos Culturales del Nacionales del Movimiento Antorchista, y cuyos egresados han llevado sus conocimientos a los rincones más apartados del país.
De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información Estadística Educativa (SNIE) de la Secretaría de Educación Pública (SEP), proporcionados a finales de 2017, en México hay tres millones 429 mil 566 estudiantes universitarios, de los cuales una matrícula de 208 mil 825 alumnos está en Puebla, y cerca de 70 mil han emigrado para hacer una licenciatura o ingeniería en la Angelópolis.
Aquí radica la importancia de estos albergues, pues desde su creación han abierto sus puertas a quienes lo necesitan, muchos han terminado su carrera o desertado, no obstante, dejaron una semilla para las nuevas generaciones que, sin duda, han sido aprovechadas.
Este 23 de junio, los fenerianos celebrarán la inauguración de ambos complejos estudiantiles, a la par de 20 años de unión, fraternidad y lucha con la creación de su organización estudiantil.
Hace poco esta organización comenzó una serie de denuncias al gobierno federal por el incumplimiento en la entrega de las becas "Benito Juárez", las trabas con respecto a los censos que permitirían tener una clara idea de los problemas que el gobierno debería atacar para erradicar la pobreza, la reconocida exigencia de construcción y rehabilitación en varias escuelas del país, entre otras demandas de primera necesidad, pese a que su lucha es justificada han sido llamados falsos por pseudoperiodistas que, como reproductores del sistema, los atacan bajo la premisa de que si se manifiestan son revoltosos y les gusta el argüende, he aquí, en estas obras, que los "revoltosos" han logrado llevar mejores condiciones al estudiantado, pero a cosas claras los enemigos del pueblo se ponen vendas en los ojos y oídos sordos.
La diferencia entre este grupo estudiantil y otros que se han ido extinguiendo, o cuya fuerza es menor, es que estos jóvenes estudian materiales filosóficos, dedican tiempo al deporte y cuatro días a la semana a alguna actividad cultural, ¿quién se preocupa por educar, fuera de algunas escuelas, al "futuro de México"? ¡Nadie! A nadie en absoluto le interesa que los hijos de campesinos y obreros se sensibilicen, se formen y se organicen, menos les importa a aquellos que, teniendo las riendas del país en sus manos, deciden eliminar programas de asistencia social o el ramo 23 de obras para convertirlo en "tarjetas milagrosas".
Es pues, por ello, que yo felicito a estos jóvenes entusiastas, que pese a la campaña mediática y a las diversas condiciones sociales y políticas a las que se han enfrentado han salido avantes, son un ejemplo. Creo yo que la FNERRR irá perfeccionándose y que estas casas son sus bastiones, pues tienen presencia en todas las capitales de México y en algunas de las grandes ciudades de los estados.
No obstante, considero que todos los estudiantes deben tener en cuenta que ¡sí somos el futuro! Y, por tanto, no debemos permitirnos estar al margen de lo que sucede en nuestra realidad, abrirse a las luchas, estudiar y dirigir al pueblo es para lo que estamos siendo preparados, aquellos que solo buscan enriquecerse a costa de él no son más que viles traidores a la patria, que hoy necesita personas preparadas para que la defiendan de este viaje sexenal que emprendemos con más dudas que aciertos. Dicho está.
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