El pasado jueves 8 de septiembre fue entregado el Paquete Económico para el ejercicio fiscal 2023 y de acuerdo con datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, el gasto educativo se incrementará 4.5% con respecto al 2022. El frente magisterial reprueba el desempeño de la administración de la 4T en materia educativa, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador y advierte que el aumento del presupuesto para la educación no es significativo ni tiene como objetivo combatir el rezago educativo.
Y a pesar del aparente aumento en el terreno de la educación, este no será de gran impacto, así lo señala el profesor Antonio Zacarias Mendoza, responsable del trabajo estudiantil de Antorcha en el Estado de México: “dicho aumento en términos reales no será significativo. México apenas invierte 3.1% en educación; cifra que está muy lejos del 8% qué proponen organismos como la UNICEF o el Banco mundial”.
“Los recursos que recibirá la Secretaría de Educación Pública (SEP) no estarán destinados para combatir el rezago educativo que ya existía y que la pandemia agudizó, se utilizarán para el programa La Escuela Es Nuestra, programa que ha sido cuestionado por la poca transparencia en la asignación de los recursos y su poca eficacia”, denunció el profesor Antonio Zacaría, integrante de Antorcha Magisterial en el Estado de México.
Dicho programa, lo mismo que el rubro de infraestructura, tienen observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por más de 573 millones de pesos que no han sido aclarados de la Cuenta Pública 2020. Asimismo, distintas voces han denunciado que, este paquete económico, al igual que las anteriores, sigue la tradición de destinar gran parte de los recursos a los proyectos faraónicos del presidente y los programas de tangencia, acusados de clientelares.
Por lo que el frente magisterial antorchista está en desacuerdo con esta mala distribución de los recursos: “nosotros sostenemos que el gasto está mal orientado, no solo porque no combate eficazmente las carencias en infraestructura educativa, sino también, porque no se destinan recursos para crear un plan emergente que ayude a combatir el rezago educativo. Para el ciclo escolar que acaba de iniciar, la SEP no hizo ninguna propuesta que tenga como meta recuperar los aprendizajes no alcanzados. La política educativa del gobierno de López Obrador ha sido un rotundo fracaso: por un lado porque su programa estelar, las llamadas becas Benito Juárez, no cumplió ni cumplirá su objetivo de garantizar que los estudiantes de educación media superior no abandonen las aulas, y, por el otro, la llamada nueva escuela no solo es un burdo intento por adoctrinar a los estudiantes a través de los contenidos de sus libros de Historia. Esta propuesta de reforma curricular desvaloriza la calidad educativa al desaparecer la enseñanza formal de las matemáticas”.
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