En cinco décadas de existencia, el Movimiento Antorchista Nacional ha realizado un arduo trabajo dedicado a las masas trabajadoras, como parte de su tarea fundamental para elevar su conciencia política. En este terreno, los activistas que integramos esta organización social nos hemos dado a la obra de sentarnos con los obreros, campesinos, maestros, estudiantes, amas de casa, a estudiar con ellos y explicarles el funcionamiento de nuestra sociedad, los problemas que la aquejan y la solución a todos ellos, sobre todo la labor fundamental que deben jugar para que nuestra sociedad se convierta en una de vanguardia, donde se erradique la pobreza y el hombre pueda vivir una vida más decorosa.
Nuestros estudiantes y los colonos que participaron en el Festival Internacional de Folclore no son los mismos; estamos seguros de que su conciencia se ha fortalecido, porque esa es la magia que la cultura realiza en el individuo: transformarlo.
Como herramienta para lograr éxito en esta tarea que nos hemos echado a cuestas, se encuentra el fomento al arte y la cultura, porque un pueblo educado es más susceptible de entender la injusticia y, sobre todo, las causas que la generan, la miseria y la falta de oportunidades. El hombre culto se suma con mayor eficacia a la lucha revolucionaria, aportando todo su potencial.
Ante estos retos que Antorcha se ha impuesto a lo largo de estos 50 años de vida, en nuestra querida organización se le ha brindado especial atención al impulso de las Bellas Artes en el pueblo, ese mismo pueblo al que se le ha dejado fuera de los grandes foros de cultura, ese pueblo explotado por quienes poseen los medios de producción capitalista, lucran con los recursos naturales de la patria y se enriquecen explotando a los obreros con extenuantes jornadas de trabajo mal pagadas.
Esta y muchas tareas antorchistas no han sido fáciles en nuestro largo andar dentro de la lucha revolucionaria, pues nos hemos encontrado con difíciles obstáculos que los enemigos del progreso, enquistados en la clase política, nos ponen para tratar de entorpecer la labor antorchista a lo largo y ancho del país, en los pueblos, en las colonias y en las comunidades más alejadas y marginadas.
A pesar de la dificultad con la que luego realizamos nuestras actividades, por la serie de problemas que tenemos que atravesar, el antorchismo nacional no se rinde y continúa impulsando su labor fundamental de aculturación de las masas populares.
Prueba de ello es el bello y multitudinario evento cultural que Antorcha realizó del 5 al 13 de abril en la cuna del antorchismo nacional, Tecomatlán, Puebla: una justa cultural sin igual que lleva por nombre “Espartaqueada”, en honor a Espartaco, el esclavo tracio que lideró una rebelión contra la República Romana para acabar con la esclavitud y las condiciones brutales de su época. Su lucha y su ejemplo de valentía continúan siendo un símbolo de resistencia contra la opresión.
Este año se realizó la edición XXI, con la reunión de más de 20 mil artistas de todos los estados de la república mexicana. El evento se realiza año con año (alternándose, un año cultural y otro deportivo).
Tecomatlán, Puebla, ha sido un invaluable foro para decenas de miles de artistas y deportistas no profesionales, dado que en este evento despliegan su talento, su calidad artística, sus destrezas y conocimientos en las distintas disciplinas en las que compiten.
El prestigio de las Espartaqueadas es tan grande, que son muchos los directores de grupos artísticos o entrenadores de equipos deportivos que, sin mediar ningún interés monetario, sólo movidos por el deseo de lograr que la cultura y el deporte sean vehículos insustituibles para elevar el espíritu de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, expresan su reconocimiento a nuestra organización, que cada año logra convocar a lo mejor de la cultura y el deporte en la mayor fiesta que realiza el pueblo trabajador.
En la XXI Espartaqueada Cultural, el Movimiento Antorchista Nacional se sintió muy honrado al poder inaugurar una obra monumental, que representa la síntesis de toda la labor artística y cultural que realizamos en el país: nuestro teatro, que ha sido bautizado con el nombre de nuestro máximo líder, maestro Aquiles Córdova Morán, hombre que ha dedicado su vida a la educación de las masas populares y que merece todo nuestro aprecio, respeto y reconocimiento, porque ha marcado el camino a todos los antorchistas para ser mejores hombres y mujeres cada día.
El antorchismo de la Ciudad de México se enorgullece por haber obtenido el tercer lugar en la tabla general de ganadores de la XXI Espartaqueada Cultural Nacional, en la cual participamos con mil cien artistas en todas las disciplinas y categorías: poesía, oratoria, música, danza y baile.
Fueron meses de ardua preparación, de revisiones constantes y de todo el trabajo en las distintas escuelas y colonias que son parte de nuestra organización. Algo muy gratificante, pues sabemos que nuestros estudiantes y los colonos que asistieron a participar en este evento no son los mismos de siempre, sino que estamos seguros de que su conciencia se ha fortalecido, porque esa es la magia que la cultura realiza en el individuo: transformarlo.
Con gran orgullo informamos que nuestro Ballet Nacional Antorchista, así como nuestro mariachi, participó en el Festival Internacional de Folclore “Las culturas del mundo”, que se llevó a cabo en la ciudad de Puebla, del 18 al 28 de junio.
Este evento es organizado por el Consejo Internacional de Festivales de Folklore y de las Artes Tradicionales (CIOFF), que reunió a grupos culturales de seis países: Polonia, Sudáfrica, Rumania, Colombia, Costa Rica y México, con funciones en los teatros y auditorios de esta ciudad capital de Puebla, así como en la BUAP y en el propio teatro Aquiles Córdova Morán, de Tecomatlán, Puebla, donde protagonizaron desfiles, galas, talleres y actividades de convivencia intercultural.
Muchas felicidades a nuestros artistas antorchistas, porque hicieron un excelente papel poniendo en alto a nuestra querida organización, pero, sobre todo, demostrando con hechos lo que Antorcha sabe hacer y quiere lograr con todos los mexicanos: que se vuelvan seres humanos más inteligentes y capaces para afrontar los retos que se nos presentan, y que sean capaces de sentir el dolor ajeno, para solidarizarse con las causas nobles y luchar del lado de los pobres de México, para la conquista de una patria mejor y más justa para todos.
¡Enhorabuena, artistas del Movimiento Antorchista!
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