Acusar a los mexicanos sin presentar pruebas, es ya una práctica y costumbre del gobierno de la 4T emanado del movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y encabezado por Andrés Manuel López Obrador, tratando mediante la mentira perseguir a quienes no comulgan con sus ideas y con su pésima forma de gobernar el país.
Acusar sin pruebas es algo así como retornar a tiempos de la Santa Inquisición, donde se castigaba a inocentes únicamente por señalamientos, por sospechas o venganzas, pero nunca por haber cometido delitos, en lo que se podría denominar una criminalidad de Estado en contra del pueblo.
El gobierno morenista está incurriendo en ese mismo pecado al actuar en contra del Movimiento Antorchista, utilizando para ello a sus incondicionales o esquiroles, a decir del gobernador de Puebla Miguel Barbosa Huerta y al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto.
Buscan linchar y crucificar sin prueba alguna a los líderes de antorchistas, por el simple hecho de luchar contra la pobreza, desde hace 46 años, por atender a los núcleos empobrecidos que a través del tiempo han sido abandonados a su suerte, pero ahora con mayor fuerza por parte del actual Gobierno federal.
Ha quedado plenamente confirmado que quienes se atreven a remar en contra de Morena, de López Obrador, de Miguel Barbosa y demás gavilla de la 4T, están siendo perseguidos con fiereza por el aparato de Estado, utilizando la mentira para tratar de justificar ante la población ese tipo de acciones emanadas de la ilegalidad, de la transgresión a la vida constitucional de México.
Porque antes de condenar con temerarias acusaciones, el mandatario mexicano y sus esbirros deberían tomarse la molestia siquiera- de indagar y verificar si son ciertas, tal como se ha hecho en contra de líderes antorchistas a quienes por pensar diferente han sido señalados por presunto lavado de dinero y de recibir moches, lo cual es totalmente falso.
A ellos, los amos del poder absoluto en México, les ha calado muy hondo que haya compatriotas bien nacidos diciéndoles sus verdades, con la diferencia que se hace con pruebas contundentes del pésimo gobierno que practican.
Ahí está el hundimiento económico de la patria, el abandono de los campesinos y trabajadores, el incremento de la miseria extrema, la pronunciada criminalidad e inseguridad bajo el amparo a los cárteles de la droga.
También son pruebas suficientes del mal gobierno morenista, la corrupción en la que han incurrido muchos de sus importantes miembros, tanto en el pasado como en el presente, bastando nombrar a dos de ellos como Manuel Bartlett Díaz o Napoleón Gómez Urrutia.
Se tiene por igual el hundimiento del sector salud, sin medicamentos para los mexicanos, con la promesa de obtener la vacuna contra la covid-19, que no se mira por donde llegue; el hundimiento de la educación, el desempleo, el hambre y la desesperanza.
Pero lejos de enderezar el rumbo, el actual gobierno federal sigue viviendo en su nube de algodón promoviendo una dictadura para tratar de que el poder no se le escurra de las manos, utilizando el garlito del engaño a los compatriotas, a todos aquellos que en esta elección venidera y las que sigan saldrán a manifestar su repudio en contra de Morena en las urnas.
Quienes pensamos diferente y hablamos sin temores del fracaso temprano del gobierno de la 4T, no somos delincuentes que deban ser perseguidos y encarcelados, ni ladrones, ni corruptos, como lo quieren hacer creer quienes detentan hoy el poder político de la nación, quienes pensamos diferente somos millones de mexicanos que exigimos justicia, que anhelamos vivir en paz y trabajar para ser mejores.
Fueron congeladas las cuentas de nuestros líderes antorchistas, sin pruebas alguna de haber cometido algún delito, pues todo el financiamiento de la organización es legal, que se ha construido a base de nuestros humildes negocios y actividades económicas, por ello los más de dos millones de antorchistas saldremos a exigir justicia y que quienes acusan se conduzcan con la verdad, porque ya es hora de que el país abandone todo lo que por décadas ha padecido por la brutal desigualdad en la repartición de la riqueza que ha generado, y seguirá generando, con una lacerante pobreza, donde chocan las visiones de López Obrador y del Movimiento Antorchista.
"López Obrador sostiene que combatiendo la corrupción la nación saldrá adelante y que los males de México son por el neoliberalismo.Y Antorcha sostiene que el fondo y raíz del problema es la injusta distribución de la riqueza, y es lo que se debe y tiene que combatir, puesto que el neoliberalismo lo implantaron en todo el mundo Reagan, Presidente de Estados Unidos, y Margaret Thatcher, de Gran Bretaña".
Aquí solo hay de dos sopas, si el Gobierno federal con sus esquiroles engaña a los mexicanos diciendo que los antorchistas tienen millonarias cuentas bancarias, debe demostrarlo porque acusar o señalar sin pruebas es una ilegalidad que amerita la condena unánime de los mexicanos.
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