El año que transcurre es de especial relevancia para los antorchistas de todo México, es el año en que festejamos 45 años de vida. Celebramos, porque a lo largo de todo este tiempo hemos sostenido una lucha sin cuartel contra la injusta distribución de la riqueza, que reina en nuestro país y contra todos los riesgos, peligros y sacrificios que dicha lucha implica.
Estos 45 años de lucha han sido duros, pero necesarios, y los hemos sorteado de tal modo que hoy festejamos la unión, la fuerza, la claridad de miras y el empuje que caracterizan a nuestro movimiento. Hoy como nunca, el Movimiento Antorchista pisa fuerte en el calamitoso escenario político nacional, y lo demuestra con masivas y contundentes concentraciones en todo el país, desde la frontera norte hasta el sureste, alzando la voz claro y fuerte, para ofrecerle a todos los mexicanos una verdadera alternativa política, justa, viable y científica, para lograr el desarrollo que nuestro pueblo tanto necesita.
Nuestra celebración se está realizando en cada una de las seis regiones que abarcan toda la república y ya tomó lugar en los estados de San Luis Potosí, Michoacán y Tijuana; están por realizarse las de Puebla y Ciudad de México; mención especial merece la celebración que tenemos pendiente en Chiapas, donde hemos sido arteramente censurados por la 4T, que en pleno siglo XXI hace uso de la fuerza del Estado para difamar, bloquear, censurar y dar al traste con derechos universales como la libre expresión de ideas, la libre asociación y manifestación. Compañeros del sureste estamos en la lucha y prestos a apoyar en lo que haga falta para lograr nuestro evento en Chiapas.
"Nuestro oficio es humilde, pero tiene sus galas...", dice el poeta mexicano Luis G. Urbina, y el 10 de noviembre es el día de los antorchistas que conformamos el regional Centro 2, que abarca los estados de Puebla, Veracruz, Oaxaca, Guerrero y Tlaxcala. Hace cinco años abarrotamos los estadios Cuauhtémoc y Hermanos Serdán de la capital poblana con 120 mil antorchistas, el evento fue espectacular y sin precedentes. ¡Ahora lo volveremos a hacer, pero seremos más; ahora seremos 150 mil antorchistas los que demostraremos el vigor de nuestro movimiento! ¡Vayamos todos, acudamos al llamado de nuestra organización! Compañero colono, obrero, campesino, estudiante, profesionista, todos estamos invitados para demostrar que hoy como nunca estamos listos para cumplir con nuestra misión histórica.
¿Qué valen nuestros enemigos y sus esbirros con sus innumerables y miserables calumnias ante la manifestación de cientos de miles de voluntades que atestiguan nuestro trabajo y honradez? A nuestros detractores no les queda más que un imbornal oscuro donde seguir con su actividad infame. ¡Vamos todos con alegría, entusiasmo, compromiso y la convicción de que nuestra lucha está por dar sus frutos!
Hoy en día nuestro pueblo exige cambios revolucionarios, satisfacción de las demandas populares, educación, salud, vivienda; exige y necesita una alternativa verdadera y el fin de las mentiras y discursos demagogos. Ya pasó el tiempo del partido hegemónico, el tiempo de la derecha y el de las falsas izquierdas también. Ya basta de pasado con ropaje nuevo. Es momento del verdadero cambio revolucionario. ¡Vayamos todos a nuestro evento que ya llegó el momento de Antorcha! ¡No faltes, te esperamos!
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