En el pasado año 2016 los tabasqueños que se han organizado en el Movimiento Antorchista, junto con miles de mexicanos que militamos en las filas de esta gran organización, logramos, mediante la fuerza que nos da la organización y la lucha, que se destinaran a Tabasco recursos federales para obras y acciones en beneficio más de 10 mil familias de las más pobres, de los humildes entre los humildes de Tabasco. Fueron más de 45 millones de pesos que se invirtieron para construir obras y apoyar con programas sociales que beneficiaron a más de 50 mil habitantes de rancherías y colonias humildes o marginadas en 12 municipios del estado de Tabasco.
Se trata de cinco canchas de usos múltiples y/o techumbres: dos en Centla, una en la colonia Gaviotas sur de Villahermosa y dos más en Tacotalpa y Chivalito 4ª sección de Macuspana; en rescate de espacios públicos: parque de Buenavista 2ª Sección en lo zona Chontal de Tamulté, Centro; Remodelación de unidad deportiva en la Villa Benito Juárez, Macuspana; Construcción de la delegación municipal en La Raya Zaragoza, Tacotalpa; en vías públicas: escalinatas y plaza cívica en Caridad Guerrero, Tacotalpa; Guarniciones y banquetas de la calle principal de la Colonia Clara Córdova Morán en Estanzuela, Centro; ampliación de red eléctrica en Caparroso, Centla; y el Albergue Cultural Carlos Pellicer Cámara en Villahermosa. Finalmente, programas de apoyo a más de 900 pequeños productores agrícolas y 350 apoyos a la vivienda de recamara adicional. El monto total asciende a más de 45 millones de pesos, etiquetados del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016.
Es importante que los tabasqueños sepan cómo se logró este apoyo, lo entiendan y aprendan de ello. Tradicionalmente las colonias y rancherías más pobres y marginadas de Tabasco (y del país) han sufrido la indiferencia, el engaño y manipulación de políticos, de candidatos, y de "cabecillas" inescrupulosos que se han aprovechado de sus necesidades para explotarlos económica y políticamente con promesas y mentiras que ya tienen harto al ciudadano. Sin embargo los problemas siguen y las necesidades y carencias nadie las resuelve. Incluso encontramos aduladores que las justifican afirmando que el gobierno no tiene la obligación de atender tales solicitudes, que quienes reclaman y gestionan obras y programas quieren "que los mantenga el gobierno". Falso, cada obra y cada programa que el gobierno pueda realizar ya la pagó el pueblo por adelantado, pues es bien sabido el 70% de los impuestos recaudados los paga el pueblo trabajador. El año 2016 el gasto gubernamental ascendió a más de 4.8 Billones de pesos, con eso se realizan las obras y se mantiene el gato del Gobierno. Al pueblo trabajador, entonces, no lo mantiene el gobierno, sino que es el pueblo trabajador quien paga fundamentalmente el funcionamiento y el desarrollo de México.
De este modo resulta que el trabajador produce toda la riqueza, y paga la mayoría de los impuestos que terminan gastándose principalmente en los salarios y funcionamiento del aparato gubernamental, de este presupuesto, el 32% se destina a obras y programas que benefician a los sectores "de mayores ingresos", se gasta pues en los ricos, y para los pobres el gobierno destina solamente el 13%. Estas cifras las destacó Enrique Peña Nieto en el libro "México, la gran esperanza", citando al Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 2008: "El PNUD advierte que sólo el 13% del gasto público federal en desarrollo humano (educación-salud-apoyos al ingreso) llegó al 20% de la población con menores ingresos en 2008, mientras que el 32% del gasto benefició al 20% de la población más rica". Así las cosas. Y es claro que en los últimos años la desigualdad se agudizó, lo que a las claras supone una desigualdad mayor, que todos los mexicanos confirmamos día a día.
Por eso, cuando se logra con la lucha que el gobierno destine recursos a colonias y localidades marginadas se realiza un verdadero acto de justicia. En este caso se consiguieron recursos para obras que impulsarán el desarrollo de las localidades y familias beneficiadas, esto es fruto de su lucha organizada al lado de todos los antorchistas del país; no es un regalo del gobierno, ni se lo deben a ningún padrino o político en campaña, sino a su propia lucha y a su propia organización, con la que empiezan a salir de su rezago histórico.
Eso significan estos apoyos que son, por lo demás, insuficientes para el tamaño de la pobreza en México, pero son un avance de justicia en la tarea de lograr una mejor distribución de la riqueza y son, finalmente, la demostración palpable de que sí existe una salida para que los más pobres de Tabasco y del país progresen y superen su atraso y marginación. Los pobres deben organizarse y luchar porque las políticas de las instituciones se orienten cada vez más a beneficiar al pueblo; y eso no va a suceder automáticamente, lo debemos exigir.
Sin embargo, todo ello no lo podremos hacer si estamos dispersos, nuestra fortaleza está en nuestro número, pero este número solo se convertirá en fuerza, si nos organizamos y luchamos y mientras más seamos y más unidos estemos, más y mejores obras lograremos para nuestra gente. Esa es la labor del Movimiento Antorchista e invitamos a todos los trabajadores de Tabasco y del país a que se unan a esta causa, a que se organicen y luchen para lograr el progreso y bienestar de todos.
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